The legend | Draco Malfoy

20. Alma gemela

Los días siguientes parecieron como si Cassie hubiera retrocedido el tiempo hacia la primera semana en Hogwarts. Ella volvió a juntarse más seguido con el grupo de Harry Potter, no quiere decir que él haya dejado de odiarla, lo continuaba haciendo y siempre que podía dejarla de lado lo hacía, pero ahora Cassie estaba todo el tiempo con Ron Weasley, lo que hacía que todas esas situaciones sean más tolerables

Draco Malfoy se convirtió nuevamente en un total desconocido. Desde lo ocurrido en el Gran Salón nunca más volvieron a dirigirse la palabra. Cuando se cruzaban por los pasillos simplemente se ignoraban, en las clases de pociones simulaban que el otro no existía y en la de cuidado de criaturas mágicas, cada uno hacía lo que le parecía con el Escarbato, sin ni siquiera mirarse

Ninguno iba a dar el brazo a torcer por lo que continuaron de esa manera por días. Por su parte, Cassie sabía que ella no tenía que pedir perdón ya no había hecho nada para que él se enojara y la alejara de esa manera, sabía que todo esto eran cosas que pasaban por la cabeza de Draco en vez de en el mundo real por lo que decidió ignorarlo

Esta vez ella no sería la que se arrastraría por Malfoy

Pero si tenía que aceptar que lo extrañaba, en poco tiempo se había encariñado con él y le gustaba esas charlas express que solían tener siempre en los pasillos, ahora las tenía con Ron pero aunque él le gustaba, no era lo mismo

–Cassie!–exclamó Ámbar a su amiga la cual se había quedado pensando mientras observaba la pizarra de la clase historia de la magia, con la mirada perdida.–Tenes que ir, dale–hablo pero Eldritch no entendía bien, miró hacia la puerta y vio que nuevamente se encontraba la profesora Minerva McGonagall esperándola.–Estas bien? Tenes que ver a Dumbledore–dijo mirándola de una extraña manera

Cassie abrió en grande sus ojos ya que no sabía en qué momento se había ido a otro mundo, esa clase era tan aburrida que ni siquiera se había enterado de la presencia de la profesora. Sin más remedio se levantó

Ambas comenzaron a caminar en silencio, lo cual no mejoró los nervios repentinos que invadieron el cuerpo de Cassie. La última vez que había hablado con Dumbledore se había desmayado y muchas cosas en su vida cambiaron. No estaba segura de si quería que volviera a suceder

–La contraseña es "no mas ranas de cholocate"–dijo la profesora para la sorpresa de Eldritch. La gran puerta de piedra de la oficina del director se abrió

–Por que...–soltó confundida

–Albus tuvo una mala expericia este verano con esos dulces, la puso para recordarse no comerlos–pero Cassie la interrumpió

–Nono, por que me dice la contraseña?–pregunto mientras se acercaba hacia la entrada

–Ah–soltó una pequeña risa.–El profesor quiere que la sepas, dice que estarás por aquí muy seguido–

Y claramente que eso no fue de mucha ayuda ya que Cassie sintió unas repentinas ganas de vomitar. Se despidió de Minerva e ingreso nuevamente a la oficina de Dumbledore

Observó el sillón donde había estado acostada la otra vez cuando despertó de su desmayo y sintió piel de gallina. No le desearía a nadie en el mundo sentir lo que ella sintió cuando se enteró que "todo el mundo de la magia dependía de ella" por desgracia volvió a sobresaltar cuando el sombrero la saludó, pero esta vez no asustó al ave, al cual le hizo muchos mimos en su cabeza

–Cassiopeia! Ven aquí–exclamó Dumbledore con un tono demasiado feliz en su voz. Ella subió las escaleras para llegar hacia donde se encontraba y después de saludarse, los dos se sentaron enfrentados.–Sírvete un caramelo de limon, así esta vez evitamos desmayos–bromeó pero de igual manera le acercó el frasco lleno de golosinas hacia ella, no continuó hablando hasta que Cassie se metió uno en la boca.–Estas lista para escuchar esto?–ella asintió aunque no creía estarlo.–Descubrí una manera para que sepas quien es la otra persona, tu alma gemela!–