94. Que comience la guerra

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Harry estuvo trabajando todo el día con Dumbledore sin parar, ambos buscaban en libros y viejas enciclopedias como hacer para que Cassiopeia muriera sin necesariamente hacerlo, algo tenían que encontrar pero nada parecía llegar a sus mentes

–MIERDA–grito Potter enojado tirando un gran libro hacia una de las paredes de la oficina del director, Dumbledore se levantó de su escritorio enojado y un poco sorprendido por su actitud

–Harry...–dijo queriendo consolarlo, pero él simplemente se levantó de donde estaba sentado y salió de la oficina sin escuchar al director

Después de todo lo sucedido el colegio había perdido su color, todos parecían vivir constantemente asustados. Los entrenamientos se habían intensificado en horas pero el rendimiento de los estudiantes disminuía

Las fiestas desaparecieron por completo, al igual que muchas de las parejas. Después de lo vivido con Blaise Zabini y el intento de ataque de Ámbar hacia el director del colegio, todos sintieron la muerte más de cerca, la cual los paralizaba y les impedía que pudieran vivir tranquilamente su día a día

•••

Cassie había salido de una de sus clases exhausta, decidió ir a darse una ducha rápida al baño de prefectos antes de acompañar a Ámbar en una nueva noche incómoda en ese calabozo, tan solo habían pasado dos dia de lo sucedido y por más que todos sus amigos hayan hablado millones de veces con los miembros de la Orden, ninguno quería devolverle su libertad

Suspirando dijo la contraseña y simplemente ingreso al lugar, se detuvo en seco al observar a Harry Potter desnudo en una esquina de la gran bañadera, simplemente pensando con la mirada perdida

–Ay mierda–dijo Cassie volteándose bruscamente, llamando la atención del chico

Harry soltó una pequeña risa y salió rápidamente de su baño para colocarse un calzoncillo y una toalla arriba por si acaso

–No pasa nada, ya me voy–hablo moviendo su cabeza como un perro para tratar de secar su pelo.–Ya puedes voltearte–dijo y Cassie así lo hizo

Ella se quedó observándolo por un segundo confundida, nunca antes lo había visto sin remera, no sabía lo bien formado que estaba y se preguntaba lo mismo que cuando había visto a Ron por primera vez. Donde y cuando mierda entrenaban estos chicos para verse así de bien? Desde que Cassie ingresó a Hogwarts lo único que hacía era comer

Harry no solamente tenía la mitad de su cuerpo descubierto, sino también bastante mojado ya que el agua que había en su pelo caía lentamente por su pecho

–Mis ojos están aquí–bromeó haciendo que Eldritch hiciera sonar su garganta

–No ves nada sin tus anteojos así que no inventes que estoy viendo... cosas–contestó acercándose hacia el pequeño banco en donde él había dejado sus lentes y le entregó

–Gracias–dijo él rozando sus dedos con los de ella mientras los agarraba

–Qu...que hacías?–pregunto ella todavía demasiado incómoda.–Te notabas estresado, en qué pensabas?–

Harry soltó un gran suspiro–En todo–dijo el suspirando.–Tengo miedo de lo que pueda suceder en unos días–soltó odiándose por no poder decirle que lo que lo atormentaba completamente es que no encontraba la manera de salvarla. Observó a Cassie a sus ojos y se sintió perdido y abatido, nunca antes se había sentido de esa manera por alguien, realmente no sabía en qué momento preciso le había comenzado a gustar pero simplemente ahora el amor que tenía hacía ella era algo tan fuerte que daría hasta su vida por salvarla

Daría hasta su vida por besarla en estos precisos momentos

Harry pensó que todos estos días había vivido una vida neutra, escondiendo lo que sentía constantemente para no salir lastimado, era absurdo pensar que dentro de unos días o simples horas podría morir y tenía tantas cosas guardadas en su pecho lo que único que quería hacer en estos momentos mientras observaba a Cassiopeia fijamente a sus ojos, era decir toda la verdad y aflojar un poco ese dolor interno que no le permitía decir lo que quería decir

The legend | Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora