64. El espía de la Orden

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–MAMÁ!–grito Draco sin poder creer lo que estaba observando, se acercó a Narcisa la cual se encontraba débilmente tirada en el piso. Trato de sentarla pero sus intentos parecían inútiles por lo que con desesperación la abrazó con mucha fuerza, casi como si pudiera de esa manera sacarle todo el dolor que ella sentía por sus múltiples heridas

–Draco–dijo casi inconsciente colocando su mano en la mejilla de el.–Tu padre me entregó–dijo tosiendo frenéticamente.–Tienes que salir de aquí, tienes que irte, rápido–

Malfoy al escuchar esas palabras no se sintió ni un poco sorprendido pero de igual manera sintió una extraña sensación en su interior–Vamos, te llevare conmigo–dijo tratando de levantarla pero cuando estaba por hacerlo alguien ingreso al oscuro lugar

–Draco Malfoy–dijo Bellatrix Lestrange riéndose a carcajadas.–Quien se iba a imaginar que el primogénito del poderoso Lucius Malfoy fuera tan estupido–

–NO VAS A HACER NADA? TU HERMANA SE ESTÁ MURIENDO–grito desesperado sintiendo asco de compartir la misma sangre con esa mujer

Bellatrix dejó de reírse y abrió la puerta del calabozo para ingresar con ellos–Todo esto querido sobrino es tu culpa–colocó su mano en la barbilla de Draco y la apretó con fuerza.–TU culpa, sin embargo todo este dolor puede desaparecer haciendo una mínima cosita–sonrió de par en par.–Puedes de una vez por todas matar violentamente a Cassiopeia Eldritch así el mundo pierda completamente su equilibrio y claro favorecernos, o ver como tus seres queridos van sufriendo de a poco, como tú querida madre, hasta morir de una manera tan horrible que ni siquiera la puedes imaginar–

–ME DAS ASCO–grito lleno de rabia y escupió en la cara de su tía

Bellatrix sin limpiarse volvió a reírse pero esta vez a carcajadas, la risa se prolongó por varios minutos por lo que Draco la observaba sin enternderla ni siquiera un poco. Que es lo que le daba tanta gracia?

–Esperaba que hicieras algo así–dijo todavía entre risas y agarró a Draco solamente de su brazo, de esa manera desaparecieron del calabozo

Aparecieron en un extraño cuarto el cual parecía ser todo vidriado, pero de repente en cada una de las cuatro paredes ambos podían observar a Cassie en su habitación de Hufflepuff hablando con Ámbar

–Que es esto?–preguntó Draco alarmado, rápidamente se acerco hacia una de las paredes y escuchó lo que las dos chicas hablaban

–Draco está tan raro... de verdad me preocupa demasiado–habló Cassie secandose sus lagrimas, no podía creer todo lo que había ocurrido hace unos minutos.–Parecía que no tenía control de su propio cuerpo, fue horrible–abrazo a su amiga desconsolada

–Amiga tal vez Harry tenga razón...–habló Ámbar cuidadosamente.–Todo este tema con Draco se está yendo de las manos... no se si lo están controlando o el lo hace pero es demasiado peligroso, creo que Harry tiene razón y deberías despejarte un rato.. salir con alguien más te hará bien–

–NO!–grito Draco desesperado.–QUE MIERDA DICES NO!–golpeo con fuerza la pared pero Ámbar continuaba incentivando a Cassie de que saliera con Harry Potter.–NO!!!!! NO NO–

–No pueden escucharte!–exclamo Bellatrix acercándose hacia el.–Deja que la chica siga su vida, acaso no recordas haberle dicho que nunca la perdonarías?–Draco volteó confundido y se acercó hacia su tía

–Yo... yo no...–su cabeza comenzó a dolerle increíblemente, recordaba la increíble charla que había tenido con Snape y las ganas que él tenía de hablar con a Cassie bien por primera vez después de meses, pero cuando estaba haciéndolo una increíble angustia y dolor se apoderaron de él, un gran odio hacia ella que ni siquiera sabía explicar pero que ahora todo parecía tener sentido.–FUERON USTEDES!–exclamo enojado.–USTEDES SON LOS QUE SE METIERON EN MI PUTA CABEZA Y SIEMPRE ME RECUERDAN LO MALO–grito aturdido mientras agarraba fuertemente su cabeza.–ABSOLUTAMENTE TODO ES CULPA DE USTEDES, YO NO LA ODIO, NUNCA LA ODIE, YO LA AMO!–se acercó hacia su tía.–SALGAN DE MI MALDITA CABEZA–exclamo asustado y nuevamente lleno de odio, como era posible que controlaran hasta sus sentimientos?

–Lamentó decirte que es muy tarde para eso. Cuando aceptaste ser mortifago no solamente te convertiste en uno de nosotros, sino que nos perteneces, tú cuerpo, tú mente, tus pensamientos, todo es ahora de nosotros–le contestó agarrando ambos cachetes de su sobrino y estirándolos hasta que no pudiera hacerlo más.–Mira, creo que esto también podría interesarte–dijo agarrando de los hombros de Draco y volteándolo para que observara nuevamente las paredes.–Tu querido Severus Snape en vivo y en directo–habló acercándolo para que observara bien

Ambos notaron como Severus ingresaba a su oficina y se acercaba hacia su escritorio. Arriba de este habia una gran caja de madera, Snape sorprendido por él objeto comenzó a analizarlo hasta que encontró una pequeña tarjeta encima de este–Gracias por todo lo que hizo por mi, espero que le guste. Draco Malfoy–leyó en voz alta y esbozó una sonrisa en su rostro

Draco abrió en grande sus ojos, el no le había mando ningún regalo. Rapidamente recordó las palabras que Tonks había dicho el día del interrogatorio, Lupin había recibido un extraño objeto y había desaparecido

–NOOOOOOOO–grito Malfoy y observó como Snape sacaba de la gran caja a un extraño objeto que parecía una piedra valiosa, en el momento exacto en el que colocó sus manos encima de este, desapareció de su oficina.–DONDE ESTÁ? QUE HICIERON CON EL?–preguntó desesperado y al no verlo más se acercó con toda la rabia e impotencia que sentía en su interior hacia Bellatrix, con fuerza tomó de su cuello y apretó su garganta.–DONDE ESTA SEVERUS?!–preguntó nuevamente pero su tía lo único que hacía era reírse mientras se ahogaba

Bellatrix sacó su varita de su bolsillo y apuntó hacia una de las paredes que todavía reflejaban la oficina vacía de Snape. Con un solo movimiento un gran rayo verde salió de su varita rompiendo por completo todas las paredes de la habitación como si fueran simples vidrios

Al derribarse el cuarto ahora se encontraron parados en medio de un gran salón viejo y lujoso el cual tenía una mesa de madera increíblemente larga, en donde en cada uno de los 20 asientos se encontraban mortifagos. En una esquina se encontraba una importante silla en la cual estaba sentado Lord Voldemort

–Mi pequeño vasallo!–dijo saludándolo mientras abría sus ambos brazos en forma de bienvenida.–Gracias por revelar al mayor traidor de todos mis mortifagos–habló con una gran sonrisa y de repente todos en la sala comenzaron a reírse, al igual que Bellatrix la cual tenía bien agarrado a Draco para que no se escapara.–TRAIGANLO!–exclamó

Dos mortifagos ingresaron a la sala arrastrando a Severus Snape el cual no parecía encontrarse en su mejor estado, se lo notaba desorientado y que no terminaba de entender muy bien que había sucedido

–Severus! Bienvenido nuevamente–habló todavía sonriendo, Lord Voldemort se levantó de su asiento y se acercó al débil invitado.–DE RODILLAS–habló mientras movía sigilosamente su varita, haciendo que Snape se colocara de esa manera.–La verdad es que desde hace demasiado tiempo tuve mis dudas sobre ti, pero no pensaba que eras espía de la Orden hasta que mi querido vasallo me ayudó a descubrirlo–observó a Draco el cual no podía creer lo que estaba sucediendo

–YO NO HICE NADA!–grito enojado mirando fijamente a su Lord el cual de estar sonriendo pasó a cambiar su expresión completamente

–Espero que con esto aprendas a respetarme–hablo de manera muy calmada para a continuación sacar su varita y apuntar en la frente de Severus Snape.–AVADA KEDAVRA–

The legend | Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora