Louis y yo nos sentamos juntos en el sofá a mirar una película, mi cabeza descansando cómodamente sobre su hombro. Miré hacia abajo a nuestras manos entrelazadas mientras él acariciaba la mía con su dedo. Habían pasado dos semanas desde el día en que Louis me recogió en la estación de trenes para mi receso de Navidad. Mi mirada pasaba de nuestras manos a sus ojos azules, los cuales estaban fijos en mis dedos, como si intentara memorizar hasta el más mínimo detalle.
"Oye, El," me dijo sin quitar sus ojos de nuestras manos.
"¿Si, Louis?", dije susurrando.
"¡Ataque de cosquillas!" Gritó y saltó sobre mí haciendo que me acostara de lado mientras me hacía cosquillas en todos lados.
"¡Para!" le supliqué entre risas. Mis ojos estaban cerrados con fuerza y sentía lágrimas caer por mi rostro pero Louis no se detuvo. Su risa llenaba el cuarto junto con la mía. "¡Louis, por favor, detente!", ya no podía respirar.
"Di las palabras mágicas," dijo sonriéndome.
"¡Nunca!" respondí entre carcajadas. Louis me puso cara a cara y las cosquillas se hicieron peor. Ya no lo soportaba. "Okay, bien, Louis es el mejor,"
En cuanto dije las palabras mágicas, Louis se detuvo.
"¿Lo ves? No era tan difícil, o si?" me dijo intentando recuperar el aliento.
Nos quedamos en esa posición hasta que recuperamos el aire. Sin decir nada, Lou posó una de sus manos en mi rostro. Mientras me acariciaba, me miró y recorrió el contorno de mis ojos con su pulgar. Su tacto era suave y gentil. Envió temblores a través de mi cuerpo.
"Eres hermosa," sonrió y presionó sus labios contra los míos. Otra vez, mariposas en mi estómago cuando nuestros labios conectaron. No creo que algún día se quite esa sensación aunque no es problema para mí. Le dediqué una pequeña sonrisa cuando nos separamos.
"Tú no estás tan mal tampoco" le respondí bromeando y atrayéndolo hacia mí para iniciar un nuevo baile entre nuestros labios. Luego de un momento, Louis se sentó y yo hice lo mismo.
"Casi lo olvido," dijo poniéndose de pie y alejándose del sofá, "te compré algo." Su voz se apagó un poco cuando él entró a su cuarto. "Un regalo de Navidad atrasado."
"No tenías que comprarme nada, Lou." Le grité mientras me sentaba como india en el sofá.
Louis volvió a la habitación con esa típica sonrisa y me guiñó un ojo. En el tiempo que lo conocía había aprendido que eso significaba que estaba portándose mal.
"Para tí," se carcajeó y rápidamente dejó el regalo en mi regazó.
"¿Qué es?" pregunté mirando el pequeño paquete ahora en mis manos.
"Sólo ábrelo," me dijo balanceándose en sus pies con un brillo pícaro en sus ojos.
Lentamente desenvolví el paquete y miré a Louis antes de continuar. Él asintió como indicándome que siguiera. Estaba muy entusiasmado por su presente. Terminé de sacar el papel de regalo con motivo navideño y me encontré un par de lentes de sol Ray-Ban Aviator. Los sostuve por un momento intentando entender por qué Louis los había comprado. Yo nunca los había mencionado ni nada parecido. Aún así, me emocionó el hecho de que se molestara en comprarme algo.
"¿Cómo se ven?" le pregunté mientras me los ponía y le sonreia.
"Maravillosos querida, simplemente maravillosos." Louis me cantó felizmente. "Y se verán aún mejor cuando los luzcas en las montañas."
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ELEANOR • Traducción al español •
SonstigesConoces mi nombre, has visto mi foto y sabes que amo Starbucks, pero sabes realmente quien soy? Ahora es mi turno de contar mi versión de la historia. Yo soy Eleanor J. Calder #564 in fanfiction: 17/01/14 / #74 in random: 12/06/15