***Lexa se quedó de pie esperando a que la rubia volviese con el... ¿café?... ¿Cómo se le había ocurrido esa idea? ... -se preguntó haciendo una visión generalizada de la estancia en la que se encontraba.
El apartamento a simple vista era amplio y acogedor. El salón estaba dividido en dos ambientes; la zona de los sofás frente al televisor y una zona que la rubia parecía haber adaptado como estudio en la que localizó una mesa de escritorio con un ordenador de sobre mesa, un portátil y lo que dedujo un iPad por el logo de la manzana que visualizó en la funda; una estantería con montones de libros en los que leyó titulos como Anatomía, El Esqueleto humano, Los músculos... ¿acaso la rubia se había decidido por la medicina?...
Contaba con una amplia terraza en la que Lexa pudo distinguir a través de la cristalera algunas plantas en sus extremos, una mesa y varias sillas, un chaise lounge en una de las esquinas y unas vistas de las que no le importaría disfrutar al despertar por la mañana con un café en la mano y quizás con unas pastas veganas; para Lexa, sin duda, el mejor momento del día para disfrutar de esa sustancia.
El café era una de sus bebidas favoritas, lo que necesitaba cada mañana para despertar y activar su organismo o después de almorzar cuando su cerebro se quedaba en stand-bay y debía seguir trabajando unas horas más antes de poder volver a casa pero jamás lo bebía pasadas las siete de la tarde ya que si lo hacía no sería capaz de conciliar el sueño.
Aquello le sirvió mucho durante sus estudios al permitirle permanecer en alerta la noche antes de los exámenes más importantes pero de eso ya hacía algún tiempo y no había vuelto a sentir la necesidad de hacerlo, hasta ahora.
Quizás a Clarke le había resultado extraña su petición y aunque ya no era el caso, había preferido mantenerse con los ojos abiertos como los de una lechuza a quedarse noqueada frente a la rubia.
No era muy buena bebedora; toleraba muy poco el alcohol, menos cuando se sentía nerviosa y lo bebía de forma compulsiva y menos aún cuando su estómago estaba completamente vacío, cosa que había conseguido tras fastidiar la velada de Becca.
Sopesó unos segundos dando varios pasos por el salón. Se detuvo en la mesa atraída por algunos dibujos, bocetos que cogió sin pensar si a la rubia le molestaría que los mirase, a la vez que pensaba en lo que había ocurrido.
No lo había pretendido pero como bien le había dicho a Aden, encontrarse con Clarke había reabierto esas viejas heridas.
La "conversación" con su madre empezaba quince minutos después de que llegara, tras los oportunos saludos con los que Lexa se mostró algo fría al comprobar que sus padres no estaban solos en casa.
No había esperado tal recibimiento aunque de alguna forma Aden ya le había avisado.
Encontró a sus tíos, Tristan y Nyko, los hermanos menores de su padre y a sus respectivas esposas y sus hijo, a los que tampoco había visto en mucho tiempo; a su abuela paterna y al matrimonio compuesto por Nia y George y Roan, su único hijo.
Pudo entender en parte que todos estuviesen allí; solían hacer ese tipo de reuniones familiares por todo lo alto y supuso que en vistas de no poder reunirse en un tiempo habían decidido aprovechar que la dichosa cuarentena no entraba en vigor hasta después del fin de semana.
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Y de repente... tú. (Historia CLEXA)
FanficSi hace unos años nos hubiesen dicho que tendríamos que hacer frente a una pandemia... ¿Quien lo hubiese creído? -Ckarke se hubiese reído y luego hubiese continuado divagando o especulando, como otras muchas veces había ocurrido en esas reuniones co...