***Clarke elaboró varios menús en su cabeza con las mariposas revoloteando su estómago. Hacía tanto tiempo que no las sentía tan vivas, tan livianas, que prácticamente había olvidado esa sensación tan peculiar y tan difícil de explicar como difícil era explicar a qué sabía un beso.
Quería sorprender a Lexa y tenía tantas ideas que le resultó casi imposible decidirse por solo una de ellas.
Después de divagar durante al menos una hora, se decidió por un sushi vegano de aguacate, pepino, mango y algunas verduras; una ensalada de naranja y remolacha y unos rollitos de primavera; algo ligero, con una buena presentación y que se sintiera exquisito y que acompañarían con un buen vino como decidió, localizando el vino blanco Viña Esmeralda que había comprado en su ultimo viaje a Barcelona; claro que eso sería si a Lexa le gustaba el vino.
Ni siquiera lo pensó y cuando fue consciente de ello, ya le había dado al ok y había enviado un mensaje a Lexa.
Clarke (12:36am):
"¿Tinto o Blanco?"No había nada de malo en que le enviase un mensaje.
¿Verdad?
La cuestión era que con ese mensaje daría algunas buenas pistas a Lexa sobre su nerviosismo y sobre lo largas que le resultarían los ocho horas y media que restaban hasta la cena.
Lexa (12:36am):
Si me lo preguntas... lo prefiero Blanco, gracias!!😊Para su sorpresa, Lexa fue incluso más rápida que ella.
Pensar que, al igual que cuando eran niñas, sus gustos aún seguían siendo muy parecidos, arrancó una sonrisa de sus labios.
Se echó hacia atrás, apoyando sus brazos en la nuca y miró al cielo azul e infinito. La vida allí fuera se había detenido, pero Clarke no pudo evitar sentir que la suya podría estar empezando a girar de nuevo, en contramedida.
Le llevaría toda la tarde preparar la cena, en especial el sushi, pero no le importó.
Hacía tiempo que había querido probar algunas recetas y aunque tenía todos los ingredientes desde hacía algún tiempo en la despensa; el arroz, las láminas de alga nori seca y todo lo necesario para el relleno, aún no había tenido ocasión de hacerlo. Quizás por falta de tiempo o quizás porque no había sentido la necesidad de sorprender ni conquistar a nadie con sus dotes culinarias.
Hizo una mueca con ese pensamiento en su cabeza.
No tenía muy claro qué era lo que esperaba con aquella cena, aunque en el fondo, solo pensaba en conquistarla. Sabía que no le resultaría complicado; Lexa estaba predispuesta, pero aquella oportunidad le resultó más que perfecta para comprobar si, como decían, el amor entraba mejor con el estómago lleno.
Bajó a comprar algunas cosas básicas tras comprobar que ni siquiera tenía unas velas para la ocasión.
Lo único que encontró abierto fue el bazar chino que había en su barrio, cosa que le sorprendió, porque la mayoría de los comercios estaban cerrados, pero era justo lo que necesitaba para volver a casa con una bolsa repleta de todo tipo de "tonterías"; entre ellas una velas aromáticas, servilletas para ocasiones especiales, un set de platillos y cuencos idóneos para servir el sushi y sus correspondientes palillos y unas bonitas copas para el vino.
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Y de repente... tú. (Historia CLEXA)
Fiksi PenggemarSi hace unos años nos hubiesen dicho que tendríamos que hacer frente a una pandemia... ¿Quien lo hubiese creído? -Ckarke se hubiese reído y luego hubiese continuado divagando o especulando, como otras muchas veces había ocurrido en esas reuniones co...