Mi vida era simplemente perfecta, era feliz con música y un par de audífonos blancos que me brindaban paz haciéndome sentir pleno, pero nunca tomé en cuenta la posibilidad de que eso cambiara.
Tal vez nunca estuve destinado a cumplir mi sueño para s...
Mi corazón latiendo al compás de la música que por medio de audífonos yo escuchaba. Una paz interna tan grande que de repente pequeñas lágrimas inundaron mis mejillas de todo lo que la música provocaba en mí, sensaciones inexplicables que no sé qué haría sin ellas.
Yo mismo lo digo, necesito música para vivir, ya que no muchos saben, pero tengo lisztomania que es la necesidad de escuchar música todo el tiempo.
-Alumnos, hoy tendrán examen sorpresa -dijo el profesor con una sonrisa.
"Odio los exámenes" pensé y más si se tratan de química, a mí no me interesan esos temas, yo sólo quiero ser un gran productor.
El maestro pasó las hojas en cada pupitre, para ver el sufrimiento de sus alumnos, incluyendo el mío. Yo nunca fui bueno para esta materia, pero curiosamente siempre exentaba el examen. Está vez fue la excepción.
A duras penas logré terminar el dichoso examen, pero sabía que no resultaría una buena nota. Me dirigí al escritorio del maestro y dejé el examen donde correspondía. Me devolví a mi banco para colocarme los audífonos y empezar a escuchar música.
Blinding lights de The Weeknd resonaba en mis pequeños audífonos blancos. Nadie me interrumpía y obviamente me sentía agradecido por eso.
Yo nunca fui un chico sociable y mucho menos popular, sólo tengo un amigo que se llama Chen o al menos ese es su apodo. No pasaba mucho tiempo con él, pero lo poco que convivía nos complementamos muy bien.
-¡Hey! ¿Cómo te fue en el examen? -dijo Chen captando mi atención.
-No creo que bien, no me gusta la química -respondí.
-Igual a mí, es demasiado aburrida, vamos a comer, tenemos hora libre.
Dudé un rato en contestar a su pregunta, pero finalmente lo hice con una sonrisa.
-Bien, vamos.
Dicho esto, nos fuimos directo a la cafetería para almorzar, nos sentamos en una de las mesas después de tener nuestros alimentos en mano y nos dedicamos a comer en silencio.
-¿Kim Seok Jin? -preguntó un hombre alto.
-¿Si? -volteé a su dirección.
-Necesito hablar contigo -me di cuenta de que me hablaba el director de la escuela.
-Claro -dije sonriente.
-Vamos a mi oficina.
Llegamos a un pasillo y de ahí a la oficina, en la cual el director tomó asiento y yo lo hice enfrente de él. La curiosidad me empezaba a invadir y rogaba que fuera algo bueno.
-Tengo una propuesta para ti -cruzó sus manos en la superficie del escritorio de color café totalmente reluciente.
-Dígame -le preste suma atención.
-Llegó una convocatoria donde tenemos que seleccionar a un grupo de estudiantes que compongan y canten distintas canciones. Sé que tienes un gran potencial en ese aspecto y te he elegido a ti para qué formes parte de una banda, ¿qué te parece? -mostró una sonrisa
Todo el esfuerzo que he hecho al secretamente escribir canciones, ahora podría darlas a conocer. Eso sería más que fantástico. Me entusiasma saber que el director me tomó en cuenta, ya que soy algo tímido para hablar con ciertas personas.
-Aceptó la propuesta con mucho gusto -dije con gran felicidad.
-Sabía que aceptarías, ahora trabajarás en un grupo de cuatro integrantes y contigo serían cinco.
-Yo quiero componer las canciones -sugerí con entusiasmo.
-Claro, sólo necesitarás ponerte de acuerdo con tus compañeros.
Las cosas en mi vida empezaban a encajar y empiezo a entender la razón de mi existencia. Sin duda, me siento muy feliz por está oportunidad que pareciera que cayó del cielo.
-Bien Jin, mañana te quiero a primera hora en el salón de juntas para aclarar todo acerca del tema -se levantó de su asiento para abrir la puerta de madera.
-Por supuesto que estaré presente, muchas gracias -dije para salir de su oficina.
Tengo que celebrar este acontecimiento con una buena canción y así lo hice, me fui al patio trasero e instantáneamente di play al botón de reproducir. Mi cara esbozaba felicidad a kilómetros, me sentía más que feliz y ahora podré dar a conocer mi talento.
Pero nunca tomé en cuenta de que mi vida diera un giro extremo que me llevaría a encontrar nuevas sensaciones escondidas en mi cuerpo.
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Esta es una nueva historia que espero que les guste tanto como me gustó a mí.
