• . ˚ * ━━ 𝐓𝐑𝐎𝐔𝐁𝐋𝐄
❝Irresponsables y arrogantes. ¡Están hechos el uno para el otro!❞
Cuando el chico más problemático de todo Hogwarts encuentra a Amelia Sinclair en una situación complicada, ella no tiene más remedio que ceder a su chantaje...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
【 CAPÍTULO SEIS 】 EL MAPA DE LOS MERODEADORES
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
LO BUENO DE no seguir relacionándose con ninguno de los Merodeadores, era que ya no tenía la obligación de ayudar a James con su estúpida conquista, lo que le había quitado un peso de encima. Pero en los pasados tres días, Amelia recordó todas las veces que había disfrutado de la compañía del chico, hablando de las películas de James Bond y lo asegurada que tenían su victoria en el próximo partido de Quidditch. Sólo habían pasado algunos días desde que eso había llegado a su fin, pero se le había hecho eterno.
El tiempo pasaba lentamente ante sus ojos y las actividades cotidianas que le resultaban aburridas cada vez se alargaban más. Notaba a sus compañeros de casa estudiar hasta más tarde de lo normal en la Sala Común; cada vez más lechuzas llegaban en las comidas y bastantes de ellas traían más de un disgusto a los alumnos; las clases parecían menos entretenidas y Amelia se encontraba deseando desesperadamente volver a la normalidad.
Y su normalidad en aquellos momentos incluía a James Potter.
Ella siempre había sido muy observadora, razón por la que se dio cuenta de que algo andaba mal con él. Remus Lupin llevaba un par de días en la enfermería y todos desconocían el motivo. Pero estaba claro que James se encontraba algo triste por su amigo Remus y no sólo por el rechazo de Lily.
Mismamente por eso fue hacia él cuando lo encontró sentado en las escaleras del castillo observando el horizonte. Amelia quería preguntarle si Remus se encontraba bien, no quería ver a James por otro motivo. Sólo era eso o al menos intentaba convencerse de ello. No obstante, sus pensamientos a veces la distraían de su misión principal, provocando que pensara en si podría volver a ser amiga de los cuatro chicos.
Amelia se sentó junto al chico de cabello oscuro, recibiendo una mirada extrañada de su parte. La joven se limitó a mirar a cualquier otro lugar que no fueran sus ojos, porque sabía que si lo hacía, sentiría la necesidad de contarle todas sus preocupaciones. Y no era algo que le apeteciera mucho.
—Hola —saludó ella con una pequeña sonrisa. Él le respondió igual, de forma seca—. Solamente quería preguntarte si Remus está bien.
—¿Remus? —preguntó James confuso, pero rápidamente asintió con la cabeza en señal de que lo comprendió—. Eh, sí. Está bien. Se cayó por las escaleras el otro día y todavía se está recuperando.
Esa explicación le pareció un tanto extraña, pero Amelia no dijo nada al respecto. Se mantuvieron en silencio unos segundos más, tiempo suficiente para que ella pensara en mil y un formas de continuar la conversación.
