• . ˚ * ━━ 𝐓𝐑𝐎𝐔𝐁𝐋𝐄
❝Irresponsables y arrogantes. ¡Están hechos el uno para el otro!❞
Cuando el chico más problemático de todo Hogwarts encuentra a Amelia Sinclair en una situación complicada, ella no tiene más remedio que ceder a su chantaje...
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【 CAPÍTULO DIEZ 】 EL ÚLTIMO PARTIDO
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LAS DIVAGACIONES DE Amelia que pasaban por su propia mente la ponían cada vez más nerviosa. Desde el otro día cuando admitió en voz alta que le gustaba James y después él le dio un beso en la mejilla, la chica rubia no hacía más que pensar en ello. Constantemente le daba vueltas al tema, pero sin ninguna finalidad en concreto. Ella sabía perfectamente que cuando te gusta una persona, lo ideal es salir con él o ella, pero no se sentía capaz de hacer ningún movimiento. Esta vez no era como sus anteriores novios. Amelia no quería ser imprudente (aunque ese era su estado natural, la imprudencia) porque lo que menos deseaba era perder el contacto con uno de los mejores chicos que había conocido.
Afortunadamente, Lily y Marlene no tuvieron que escuchar ninguno de sus pensamientos en ningún momento. Todo lo que pasaba por la mente de Amelia se quedaba allí, como si fuera una caja llena de secretos cerrada con llave para no ser abierta nunca por nadie. Pero sus amigas estaban impacientes. Cada vez que podían, decían alguna indirecta para intentar acabar hablando del pequeño enamoramiento de Amelia. Sin embargo, los temas de conversación últimamente se ceñían tan sólo a los ÉXTASIS y al último partido de Quidditch del curso.
No obstante, las dos chicas que habían sido amigas de Amelia desde primer año querían ayudarla. No se rendían fácilmente, por lo que sus insistencias se volvían cada vez más y más insufribles.
—Vi Sirius el otro día con James —comentó Lily fingiendo desinterés mientras continuaba leyendo su libro. Hizo énfasis en la última palabra y observó de reojo la reacción de su objetivo.
Amelia suspiró dramáticamente y puso los ojos en blanco. Paseó su mirada por todo el Gran Comedor, intentando evadir a sus amigas. No había mucha gente en el lugar debido a que era por la tarde y en poco tiempo comenzaría el partido de Gryffindor contra Ravenclaw.
—¿Ah, sí? ¿Y qué hacían? —preguntó Marlene, siguiéndole la corriente.
—Oh, eso no lo sé —reconoció Lily. Había metido la pata en su intento de conversación, pero procuró enmendarlo—. El caso es que estaba James...
—Queréis que hable de él, ¿verdad? —interrumpió Amelia con cansancio.
Ellas se miraron emocionadas y asintieron con una enorme sonrisa sobre sus labios.
—¿Y qué queréis que os diga? ¿Que me molesta cuando intentáis que hable del tema? ¿Que podéis ser realmente insufribles? ¿Que... —Amelia hizo una pausa y relajó sus facciones, suspirando con frustración— me gusta muchísimo y no tengo ni idea de qué hacer?
—Sólo queremos ayudarte, Lia —dijo Lily con repentina seriedad—. Es normal que te guste alguien, hacía mucho tiempo que no te veía tan interesada. No intentes evitarlo, porque no es malo.
