~Pintor Nocturno & Tú~

Capítulo 26

Estaba desayunando, era un día normal, sentía que tenía mucho ánimo y gran día por delante, de este modo pasaron días y días, mi relación con Seungho y Na-Kyum cada vez se fortalecia más. A veces me ponía a pensar ¿En qué momento llegué hasta aqui? Me llenaba de emociones y sentimientos extraños el tan sólo recordar como inició todo, desde que recibí la famosa carta de invitación y cuando puse un pie por primera vez en este lugar. Me impresionaba los grandes cambios de Seungho ¿cómo pasó de ser temido por todos he incluso secuestrarnos, violarnos y maltratarnos a ser tan tierno y cariñoso con nosotros? Era una locura.

Na-Kyum: Hey ¿Qué haces aquí sola sentada en el jardín?
T/N: Nada en especial.
Na-Kyum: Quieres venir a jugar juegos de cartas conmigo y Seungho en la biblioteca?
T/N: Claro!
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~Pintor Nocturno & Tú ~

Y asi, pasó el tiempo, me di cuenta de que mi vida era buena, y sobre todo, feliz, yo era feliz, Seungho, Na-Kyum y yo nos la pasábamos haciendo estupideces con el fin de divertirnos y no sólo eso, he cambiado mucho, no sólo me tuvieron que cortar el pelo al estilo honguito por que Na-Kyum me metió un tijerazo en el pelo por accidente, si no que también he madurado y he aprendido que cuando una persona tiene una actitud violenta o enojona, es debido a que tan sólo está usando una máscara que necesita para ocultar lágrimas.

Pasaron días llenos de alegría hasta que se habían cumplido los tres meses que mi madre me había propuesto en la última carta que me envío.
Estábamos cenando hasta que Seungho tocó ese tema de conversación.

Seungho: Es hoy T/N ¿Estas nervios@?
T/N: Un poco, si...
Na-Kyum: Pues no lo estés! jajaja, que consejazo ¿no?
Na-Kyum: Mira, se lo que sientes, pero lo que vas a hacer es lo correcto, y sobre todo, tú desicion, nadie te obliga a nada.
T/N: Cierto
Na-Kyum: Y recuerda, es muy simple, es sólo hablar para ganar esa paz que tanto deseamos ¿si?
Seungho: Estamos contigo.

Terminamos de cenar, nos quedamos hablando un rato hasta que Seungho habló.

Seungho: Bien T/N, ya es hora de que vayas donde tu mamá te indicó, he ido un par de veces a ese lugar, por lo que ve a ponerte algo de ropa linda, lavate los dientes y Na-Kyum te irá a dejar.
Seungho: Na-Kyum, se caballeroso y deja a T/N ¿ok? La dejas y vuelves aquí y luego de unos 30 minutos irás otra vez a verificar si está todo bien ¿entendido? Recuerda que no puedes quedarte ahí ya que es algo privado ¿entendiste pequeño?
Na-Kyum: Sipi.

Le hice caso a Seungho, fui a lavarme los dientes y decidí ponerme el conjunto de seda real, justo como Seungho lo ordenó. Cuando estaba list@ salí de la habitación y empecé a caminar directo a la salida, donde Na-Kyum se encontraba esperandome, me temblaban las piernas, cada paso que daba para salir de aquel lugar era infinito, hasta que finalmente lo logré.

Na-Kyum: ven, subete.

Me subí al caballo y empezamos a caminar, yo iba detrás de Na-Kyum e iba abrazandolo para no caer pero cada que recordaba la razón por la que íbamos a aquella ubicación hacía que sintiera un escalofrío que subía desde mi columna hasta las puntas de mis dedos, haciendo que temblaba de nervios y abrazar a más fuerte a Na-Kyum.

Na-Kyum: Nerviosa?
T/N: S-si.

Hubo silencio, hasta que llegamos al lugar, era... ¿Una carretera? Estaba sola, mi madre no estaba, la ubicación indicaba que el punto de encuentro era una deteriorada banca, cosa que era lo único que se encontraba en esa inhabitada carretera.

Na-Kyum: bueno, tendrás que esperar a tu mamá aquí, ya que tengo que volver, no puedo desobedecer a Seungho, además, no hay nadie y como es de noche, seguro todos están dormidos, por lo que no creo que te pase algo. -dijo Na-Kyum como un tierno niño inocente -
T/N: E-esta bien, creo que no queda de otra.

Bajé del caballo, Na-Kyum se despidió y se fue y yo quedé sol@, esperando a la llegada de mi mamá, miré a Na-Kyum fijamente, hasta que llegó un punto donde estaba tan lejos de mí que ya mi vista no pudo alcanzar a ver, ya se habian ido por completo.
Estaba parad@ y mis piernas se empezaron a cansar por lo que opté sentarme en aquella deteorada banca que ni respaldar tenía.

Esperé 10 minutos, y mi madre no venía, empecé a sentir frío, estaba entre cerrando mis ojos y jugando con mis dedos hasta que algo me punzó bruscamente en el cuello, volví a ver rapidamente, era un hombre y lo que me había punzado qué una jeringuilla, esa persona había clavado en mi cuello una jeringuilla.
Tomé con mis manos su brazo para quitar aquella aguja de mi y cuando abrí la boca para emitir un grito de auxilio, aquel individuo con su otra mano introdujo bruscamente en mi boca una bola de pañuelos, pañuelos que hacían que mis gritos de ayuda fueran en vano. El hombre sacó la aguja de mi cuello y con su brazo me tomo de la cintura, me alzó y empezó a huir de ahí adentrándose al bosque con una facilidad impresionante.
Aquellas características me hacían saber que era hombre, ya que pude olerlo y ver su gran brazo tomandome. Lo golpee con todas mis fuerzas a como pudiera pero parecían no surgir efecto alguno en el atacante, hasta que...empecé a ver todo en cámara lenta, mi fuerza empezó a disminuir, empecé a sentirme cansad@, dejé de golpear y moverme, tenía sueño.
Lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, mi vista empezó a nublarse, lo único que podía ver era la luz de la carretera irse haciendo cada vez más pequeña por la oscuridad del bosque, finalmente cerré mis ojos, mis últimos pensamientos fueron "otra vez me están secuestrando... No me chingues"
Hasta que en manos de aquel hombre, dejé de sentirme viv@...