001 •| Un nuevo comienzo.

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Cabe aclarar que esto es un AU donde, Conway y Gustabo no tienen ningún lazo sanguíneo en conjunto y, como podrán ver más adelante, mi historia no se apega completamente al rol que se ha visto en los streams.

Las edades tendrán unas pequeñas variaciones para que todo tome más sentido:
Conway: 34
Volkov: 33
Greco: 30
Gustabo: 27
Lamar: 26
Horacio: 26

[✓]

Fred y Dan hacían aparición por primera vez en comisaría después de ese brote psicótico y sociopata que había presentado Gustabo meses atrás. Los alumnos quedaron deslumbrados con la belleza que desprendían aquellos nuevos sub-inspectores que acababan de entrar por las transparentes puertas de comisaría.

Por un lado estaba el de pasamontañas blanco con su aura intimidante y figura esbelta, brazos fornidos y una mirada azul completamente hipnotizante, que dejaría a cualquier persona embobada, y por el otro lado estaba el más alto de los dos, un joven de apariencia física bastante atractiva que daba un aura de seguridad y confianza a los que se encontraban presentes.

-Fred y Dan, los quiero ahora mismo en mi despacho y no tengo todo el puto día para esperarlos.- Se escuchó decir por radio al superintendente con esa voz grave que lo caracterizaba.

En aquella oficina se encontraba un Jack Conway hecho un lío con miles de pensamientos que rodaban por su cabeza. Era increíble cómo podía idear un plan para acudir a un secuestro en pocos segundos pero, aclarar sus sentimientos se le hacía jodidamente complicado.

Recuerda a la perfección el día en el que encontró a Gustabo patrocinandole golpes a un ciudadano hasta prácticamente dejarlo inconsciente, riendo como un puto pirado de la cabeza y joder, solo él sabia el choque eléctrico que sintió recorrer su espalda al ver el rostro de Gustabo con pequeñas gotas de sangre provocadas por el impacto de la porra contra el rostro del sujeto. Y aunque Jack lo negara, sabía que eso le había encendido como nunca, y quizá no era tan falso que se le estaba poniendo tiesa en ese momento pero, debía disimular y por mucho que esa situación le pusiera la polla dura debía mantener el orden en su puta comisaría.

-Aqui estamos superconfleis ¿Para qué nos necesita?- Hablaron los dos sub-inspectores a la misma vez, utilizando un tono de voz animado ya que, puede ser que jamás lo admitieran pero, estaban alegres de haber ascendido de esa manera aunque está claro que el chico de cresta más que el oji-azul.

Conway negó repetidas veces con su cabeza, saliendo de esa pérdida que había tenido en sus recuerdos.

-A ver super nenas, como bien saben, seguirán infiltrados en esa puta mafia que me tiene los cojones irritados y necesito que sepan cuidar bien sus identidades. Está de sobra decir que nadie debe saber que son ustedes los que están detrás de esos pasamontañas. Ni siquiera Volkov lo sabrá, así que espero que estén al pendiente de eso.- Aclaró con una voz firme, mirándolos fijamente y apoyando sus codos sobre el escritorio.

-Que si viejo, que ya lo sabemos, se está marcando usted mucho texto.- Interrumpió Gustabo, recibiendo una mirada intimidante por parte del mayor que lo hizo tensarse y soltar una pequeña risa burlona, no era posible que él, el más grande manipulador de toda la puta ciudad estuviese tensandose por la mirada de un viejo decrépito como Conway, aún no entendía como es que una simple mirada lo lograba poner así, algo tenía ese idiota.

-Gusnabo, deja hablar a papá que después nos da de a porrazo a cada uno.- Habló el de cresta con una pequeña risa al final y observando a Conway rodar los ojos y bufar mientras presionaba con sus dedos el puente de su nariz.

-Tendran que cumplir sus obligaciones como sub-inspectores pero, al tener este rango solo obedeceran órdenes mías. No tendrán que rendirle cuentas a cualquier gilipollas de la malla, aún así, los estaré vigilando de cerca.- Al finalizar de hablar pudo ver cómo los dos "hermanos" saltaban de alegría abrazándose el uno al otro y un pequeño grito por parte del de la cresta diciendo -Lo logramos cerdo, lo logramos- con emoción.

Are we crazy? I Intenabo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora