Isabella Williams
Llegamos a casa los chicos y yo, me sentí realmente mal por lo que les había ocasionado, debía ser un día excelente y lo arruiné, como todo últimamente.
-Chicos, realmente lo siento. Debía ser un día especial e inolvidable, y lo arruiné, por mi maldito egoísmo.
-Isabella -comenzó a decir Kaylee mientras me tomaba la mano- no importa lo que haya pasado, nos duele que no nos hayas dicho lo que estaba pasando, pero eso no podemos cambiarlo, ahora entendemos tu decisión y realmente no imagino lo difícil que fue para ti eso, sobre todo haberlo pasado sola... deberías habernos dicho, no debiste pasar sola por eso. Aparte, claro que este día será inolvidable, en parte gracias a ti -concluyó riendo, Henry rio y asintió, me contagiaron su risa.
-No fue fácil, porque quise decirles, pero los estaría metiendo mucho más en este asunto, un asunto el cual ustedes no deberían estar dentro... los he involucrado mucho, y odio que ellos los hayan involucrado en este problema, no debía ser así.
-Quizá tengas razón, no tengo idea de cómo hubiera reaccionado yo -dijo Kaylee tomando la mano de Henry, ahora su prometido. Aun no podía creerlo, había sido impactante el día, ver cómo dos de mis amigos más jóvenes estaban ya comprometidos- sin embargo, debías haber pensando primero en tu felicidad, bueno, por lo menos habernos comentado...
-No podía arriesgar así a nuestras familias.
-Tienes razón, Isabella -dijo Henry- lamentamos que hayas tenido que pasar tu sola por esto, deberías ir a descansar.
-Sí, gracias por entender chicos.
-Hum -murmuró Kaylee- No a la primera. Descansa querida, mañana será otro día, quizá uno mejor -concluyó dándome un fuerte abrazo.
En cuanto llegue Zeus se lanzó hacia mi, subimos a mi habitación, solamente me eché a la cama y Zeus lo hizo conmigo, puso su cabeza en mi regazo mientras lo acariciaba. Tenía tanto en que pensar, estaba cansada, pensaba en Jason y en Adler, en lo mal que lo estarían pasando, me sentía muy mal de haber arruinado el día de mis amigos, pero de algún modo se darían cuenta, que mejor que informales de una buena vez.
No me di cuenta de cuando me quede dormida, mucho menos de cuando desperté, creo que era el mediodía, había dormido muchísimo, estoy segura que los chicos sacaron a Zeus de mi habitación por qué ya no estaba, salí al pasillo y llame a los chicos, nadie atendió, seguramente abran salido, así que me metí a la ducha. Me quite el vestido, me comencé a quitar el maquillaje y me di una ducha. No dejaba de pensar en Jason, tenía un mal presentimiento, no me sentía bien, pero quizá sólo eran mis nervios.
Salí de la ducha y Zeus ya estaba arriba de mi cama.
-Ey, Zeus -lo llame mientras el solo meneaba su rabo- bájate de la cama, jovencito -el solo ladro y yo reí.
Hoy no debía salir a ningún lado (eso fue lo que creí) así que tome mi pijama de Pucca y me la puse. Baje a la cocina con Zeus detrás de mi, abrí la puerta de cristal que daba al patio trasero para dejarlo salir, ya que al parecer la puerta se cerró, le puse su comida y yo regrese a la cocina. Había comenzado a desayunar cuando vi por la ventana de la cocina que el auto de Adler aparcaba frente a la casa y detrás de él, el auto de Henry, bajaron las chicas y todos estaban entrando mientras lo saludaba, por la cara que traían estaba segura de que había malas noticias, muy común últimamente.
-Isabella -comenzó a decir Kaylee mientras avanzaba hacia mí, yo tome el vaso de jugo y me dirigí hacia la entrada- hay algo que debes saber.
-¿Que cosa? -dije apresuradamente, todos los chicos se miraban unos a otros.
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¿Hasta donde estás dispuesto a caer?
RomanceEn un mundo donde casi nadie es real, decides arriesgarte por tus seres queridos, por amor y amistad, ¿hasta donde estás dispuesto a caer?