Capitulo 30

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Mire a Kaylee acercándose a Henry, a Cheryl observándonos y por detrás de ella a Valeska con Adler pisándole los talones, mire hacia atrás de mi hermano y vi a Nate, quiero decir, Dillon, no me acostumbraba a la verdad.

Nos dejamos llevar por el momento (una vez más en esta noche) dejamos a Dillon solo, justo cuando vi su rostro y en el reflejo de sus ojos entendí lo que planeaba me aterré, agarro con las manos amarradas a Adler, lo atrapó entre sus manos y parecía que lo estaba ahorcando, me levante dispuesto a correr hacia él, pero antes de llegar hacia ellos un disparo en seco me detuvo, vi como Dillon solo empujó a mi hermano hacia el suelo, al principio no entendí porque; hasta que vi la sangre corriendo por su brazo, caí en la realidad, Isabella le había disparado para que soltara rápidamente a Adler.

Mi cabeza estaba patas arriba, algo común estando cerca de Isabella, pero ahora tenía por seguro que Isabella era capaz de todo por sus seres queridos, que caería por mí como yo por ella, que siempre nos uniría algo más que el amor y el deseo...

No entendía como había aprendido a disparar, pero agradecía que supiera dispararla, cada segundo me sorprendía aun más la capacidad de mi pequeña e indefensa (aunque de indefensa no tuviese nada) Isabella, su capacidad era innegable. La manera de enfrentar todos y cada uno de sus problemas, de superarse cada día de manera inteligente y protectora, supongo que nunca tenemos ni idea de hasta donde seríamos capaces de llegar por amor, he aquí la respuesta.

-¡Ay! ¡Maldi...! -chillaba Dillon retorciéndose de dolor en el suelo.

-¿Se divierten? -pregunto Leyna haciendo que toda la atención se centrara en ella- ¿fue este tu plan desde el principio, Adler? Ahora no seré yo la asesina, serán vosotros.

-Respondiendo a tu primera pregunta -comenzó a decir Cheryl con voz cautelosa, mientras se acercaba a ella- Aun no estamos tan divertidos como deberíamos -le contesto tan cerca de su cara- y en cuestión de la segunda: no se, dejare que esa la responda él.

-¿Cheryl? ¿No? -pregunto ella inocentemente, Cheryl se tensó un poco y espero lo peor- yo si me divertí mucho con tu novia, fue la más accesible -admitió Leyna con descaro- Todo el tiempo estuvo gritando tu nombre, claro, "Cheryl", "¡Cariño!", "¡Alguien ayúdeme!"...

-Deberías haberla visto -dijo Dillon intentando levantarse del suelo, pero me acerqué a él y poniéndole el pie sobre la espalda hice que se quedara donde mismo, ahora no cometería el mismo error- ¡auch! -chilló de dolor- te diría que lo siento, pero...

-¡No lo sentimos! -exclamo Leyna con aire triunfal. Vi como Cheryl se puso furiosa, tomo a Leyna del cabello y le dijo en voz baja pero audible.

-Te tragaras tus palabras, te arrepentirás de haberte metido con nosotros y de hecho... te arrepentirás de haber nacido. Desearas, pedirás e implorarás que acabe contigo -amenazo Cheryl, jamás la había visto así.

Isabella me miro a los ojos y ambos nos encogimos de hombros como si estuviéramos impactados, lo estábamos, pero ambos sabíamos que haríamos cosas peores, vi cierta diversión en sus ojos y no supe si sería por mi primer pensamiento o el segundo.

Tome a Dillon del brazo y lo ate a una silla que estaba a un lado de Leyna, teníamos mas visión para ambos. Dillon cada vez chillaba más del dolor que sentía y veía como Isabella sonreía ante su dolor, quería decir que esto que estábamos haciendo estaba mal, sabíamos que estaba mal, pero no paramos.

Leyna tenía un golpe en la frente que le sangraba, supongo que fue Isabella cuando se desató, no entendía como esto no la había derrumbado, si fuéramos otras personas estaríamos aterrados de miedo, siempre he visto películas donde las personas se sientes culpables de lo que hacen y se arrepienten o siempre viven con ello en la mente. Pero por alguna extraña razón sabía que esto era distinto, si no puedes destruir a los monstruos de tu mente únete a ellos; sentí miedo por nosotros, llevábamos en la sangre lo psicocapatas, algo extraño pero de verdad se sentía bien, hacer justicia por tu propia mano.

¿Hasta donde estás dispuesto a caer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora