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La complejidad de los asuntos que antes parecían ajenos, problemas que jamás pensaste que te pasarían a ti o a tu familia. La realidad siempre nos dará un golpe bajo, no importa que ni cuando, todo es por una razón y depende de nosotros mismos tratar de levantarnos de aquel golpe para devolverle la maldita paliza. No hace falta decir que hay etapas en este impacto de realidad, el primero es la incredulidad hacia el problema que está sucediendo frente a tus ojos que innumerables veces los viste en televisión o en internet. ¿Como un ser consiente y racional puede albergar tanta maldad?

''Te estoy vigilando y no puedes hacer nada para impedirlo''

la última nota de mi acosador es la causante de mis inquietudes, pero sobre todo mis temores. Heme aquí querido acosador, ya me hiciste caer en las redes de tus engaños y juegos, estoy aquí débil, teniendo que ser protegida por otros porque de hacerlo yo misma caería en cadena perpetua. Esta vez, la nota no venía sola, si no con un mensaje y sobre todo, con un dolor que me hizo sentir que ya no tengo motivos para vivir.

Flash Back

Mi compañía desde que todo esto inicio fue mi querida Amelia, descarte totalmente mis sospechas sobre ella y decidí ignorar a Charlie, al menos en sus sospechas ya que venía por lo menos dos veces al día a cerciorar que siga viva. Caminábamos con el resguardo legal de protección a testigos al estar yo involucrada en el tiroteo y el crimen de mi clienta, pero no por mucho tiempo. Emprendimos camino hacia mi hogar, deje a Panamá en casa ya que me sentía segura con el hecho de que hubiéramos salido en el horario de los rondines de los policías en mi vecindario. El supermercado no estaba muy lejos de mi hogar, así que Amelia decidió no ir en moto, tampoco llevaría muchas cosas, era más bien provisiones para mi prisión personal creada por mí misma.

- Mon chéri, ¿podríamos hacer panqueques no crees? -

Hace poco Amelia estaba adoptando nuevos apodos para mi persona, pero la verdad no me interesaba, la verdad, no lo estaba ni en mi propia existencia y lo único que me hacía sentir que puedo seguir es mi querido Panamá. Asentí sutilmente, solo espero poder sentarme en mi cama y acariciar a Panamá para saber que esta es la vida real. A lo lejos vi mi hogar rodeado de patrullas, sentí la adrenalina correr por mi cuerpo y corrí hacia allá dejando atrás a Amelia con todas las bolsas. ¿Y si finalmente lo atraparon?, mil preguntas surgían en mi cabeza sin parar y pronto averiguaría las respuestas.

Al llegar, algunos oficiales voltearon hacia a mí con lastima en su mirada, otros solo me miraban seriamente negando con la cabeza. Finalmente tuve el valor de voltear hacia la entrada de mi hogar y corrí sin dudar, ignorando los gritos de todos. Y ahí estaba, mi peor pesadilla vuelta realidad en un par de minutos. Charlie abrazaba a Panamá dando gritos de ira, mientras mi querido Panamá estaba cubierto de sangre al igual que el piso de mi sala y unos cuantos casquillos de bala yacían a mis pies. Lo último que hice con un poco de consciencia fue dar el grito de dolor más grande de mi vida, me habían arrebatado al amor de mi vida, mi gran mejor amigo y no pude hacer nada para salvarle la vida. Su mirada era vacía, dejándome sentir mil puñales en el corazón atacando con fiereza. Todo parecía pasar en cámara lenta mientras caía al suelo de rodillas sin poder quitarme este dolor en mi pecho y mi mirada de mi Panamá. Charlie se acercó a mí con Panamá en brazos y al borde del llanto sin poder decirme una sola palabra. Mis manos temblaron cuando sentí su cuerpo y no pude evitar abrazarlo con fuerza.

-Perdóname, esto es mi culpa- Mis sollozos eran lo único que se escuchaba en el lugar y realmente no recuerdo cuanto grite o llore, solo se que no me sentía con ganas de seguir, no sin el- Por favor no me dejes pequeño, no te vayas-

Acaricie su cabeza con delicadeza con la esperanza de que quizá me diera una última señal de que pudiera salvarlo, pero fue en vano. Mi mirada se posó en el camino de sangre que seguí sin parpadear hasta llegar a una pared, en ella una frase estaba escrito con sangre; "Tu eres la siguiente". 

La rabia invadió mi cuerpo y deje a Panamá en el suelo lo mas despacio que pude para luego levantarme rápidamente y tomar a charlie del cuello de su camisa.

-¡¿Que paso Charlie!?-  Dos policías me tomaron por detrás mientras yo intentaba zafarme de su agarre con una fuerza que ni yo misma sabia que tenia - ¡Mi pequeño esta muerto! 

Un paramédico rápidamente inyecto algo en mi brazo el cual trataba de quitar para poder agarrar a Charlie a puñetazo limpio. Mis fuerzas por la falta de sueño, alimento y lo que sea que me pusieron en esa maldita inyección estaban haciendo que mi cuerpo involuntariamente cediera y todo se volvió finalmente oscuro.

Fin flash Back

Fin flash Back

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2020 ⏰

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