Oh, Shit

10

Quizá temo irracionalmente a las palabras ajenas, no encuentro algun tipo de motivo del porque tengo ese miedo porque como dije, es irracional. Apoyo completamente el amor entre dos sexos iguales u opuestos, nada es moda, solo es amor, pero no puedo dejar de pensar en que parece mentira que yo lo este viviendo. Camine rápidamente hacia el edificio donde vería a mi próximo cliente potencial Raúl Jiménez, un hombre divorciado, bueno más bien que muy pronto lo estará, con cinco hijos y un pésimo carácter. Al llegar a la planta alta del edificio por medio del ascensor pude visualizar a mi cliente, vestía un traje café viejo con algunos parches en el, su cabello caía por sus hombros hasta un poco más abajo de estos, las arrugas en su piel eran evidentes, pero quizá no era tan extraña su manera de vestir, si no  la forma en que su mirada estaba fija en el florero roto a sus pies.

-Raúl Jiménez, un placer, soy Jennifer Clark-

Raúl se levantó de un susto, suspirando por lo bajo al verme acomodo su cabellera para luego tomar mi mano.

-Disculpe, me perdí en mis pensamientos- 

-No hay ningún problema, si usted gusta comencemos a ver todo enseguida-

¿Cómo es posible ver la tristeza en el rostro de los demás?. No pude evitar sentir un pequeño dolor en mi pecho, sabía de este hombre todo lo que tenía que saber, pero lo que más me dejó perpleja es la actitud de su esposa, casi tan cortante como un arma blanca de delincuente de barrio.

-Si, por favor, espero acabar con esta pesadilla-

[...]

Mis pasos resonaban en la inminente oscuridad, el eco de mis tacones quizá eran una melodía sin sentido gracias a mis pensamientos que distraen cada parte de mi cuerpo, el cansancio era lo de menos, algo diario que dejó de tomar importancia. ¿Quién diría que pienso en ti, Amelia?, la fuente que hace correr mi imaginación, no podría decir que el amor de mi vida, ¿pero y si fuese así?. Apenas el tren me había dejado en mi estación, debía caminar unos minutos para llegar a mi hogar cuando un fuerte dolor en mi útero llegó sin ningún tipo de aviso, me arrodille abrazando mi estómago bajo, era un dolor constante e insoportable dandome una clara señal pero imposible de atender, me había llegado el período.

-No puede ser, mierda, no ahora-

Me levante lentamente, no pretendía me asaltaran en medio de la noche por un dolor de útero así que con mi mayor pesar camine hasta mi hogar sin dejar de abrazarme a mi misma, aveces  en serio odio esto, llega sin avisar y no siempre pero provoca un gran dolor, enserio, aveces pienso la suerte que tuvieron los bastardos por no sufrir esto. Entre a mi hogar siendo recibida por panamá y su gran emoción que casi me cuesta un ojo. Pasaron los minutos y el dolor ya había cesado, pero eso solo era el principio del fin. Mi teléfono vibro, no pude evitar el suspiro, realmente no quería hablar con nadie ahora.

-¿Hola?-

-¡Jenn, soy Amelia!- 

Bueno parece hay excepciones.

-Disculpa que te haya llamado a esta hora Jenn, pero en serio necesito charlar contigo, en persona, ¿estas ocupada?-

Oh dios mio....

-¿Jenn?-...-¿Jenn estás ahí?-

-Perdón, si claro que puedes venir, estoy libre-

-perfecto, estaré ahí en 30 minutos-

La llamada se cortó, no podía creerlo, ¡vendrá a mi mugrero!.

-PANAMÁ SACA LAS CROQUETAS, TENEMOS UN 3312, REPITO, 3312-

Panamá sin entender solo fue capaz de verme correr de un lado a otro mientras ladeaba su cabeza de lado a lado confundido, ordenaba lo más rápido que podía mientras estaba intentando cambiarme de prenda.Debería preparar algún tipo de bocadillo y no tenía tiempo, dios. El rugir del motor de lo que parecía ser una moto a lo lejos fue lo primero que captó mi atención, no podía ser ella, ¿o si?. Corrí hacia mi ante jardín para tener una mejor vista y como si fuera obra del destino, era ella llegando más temprano de lo acordado.

-----------------------

Descripción gráfica de la reacción de Jennifer al saber que Amelia vendría 😂 😂 😂