Capítulo 4: EN PROBLEMAS

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Xayah estaba completamente rodeada y lista para atacar. Sus oponentes la miraban con odio y ella les devolvía esa misma mirada a cada uno de ellos. Entonces, la vastaya hizo aparecer en su mano izquierda tres plumas, y en su mano derecha otra, formando así un total de cinco plumas, que estaba dispuesta a lanzar si se acercaban un solo centímetro más. Los humanos tomaron las plumas como una declaración de guerra y decididos iban a lanzarse contra la peli escarlata cuando de repente un resplandor dorado iluminó toda la sala captando todas las miradas, y allí, donde antes se hallaba un chico humano rubio ahora había un vastaya con orejas, una ala con plumas doradas, una cola de ese mismo color y unas patas de pájaro, como las de Xayah.

Rakan: Intentad tocarla... que no podréis... No lo permitiré -dijo serio y con una determinación que nunca antes fue vista por nadie.

Rakan sabía perfectamente lo que Xayah tenía en mente, matar a las diez personas que se encontraban ahí presentes rodeándola si se atrevían a dar un paso, y eso es justo lo que él quería evitar, muertes. Cuando todos los presentes vieron la verdadera forma del muchacho no duraron en separarse formando grupos de cinco para así matar a dos vastayas en un solo día. Por otro lado, la de ojos color ámbar no se podía creer lo que estaba presenciando, el chico que tanto odia y que casi mata es de su misma especie, un vastaya, y para ser aún más precisos de su misma raza.

Xayah: (No puede ser verdad... Un Lhotlan... Otro... ¿No habíamos?~) -fue lo único que logró pensar pues fue interrumpida por su pareja del trabajo.

Rakan había levantado a sus atacantes al aire con su ala, provocando que cuando cayeran al suelo se dieran un golpe con el que se quedarán inconscientes.

Rakan: ¡Xayah! -gritó sacándola de sus pensamientos- ¡Ahora! -añadió al ver como la vastaya que tenía la mirada perdida en el suelo ahora lo observaba a él.

Xayah no tardó ni medio segundo en saber a que se refería Rakan al ver lo que se le venía encima, por despistarse sus contrincantes se estaban acercando a paso firme hacía ella, así que sin pararse a pensarlo dos veces les lanzó a cada persona una pluma, las cuales se clavaron en sus estómagos, lo que hizo que se doblaran hacia delante del dolor. El rubio sonrió al saber que ella lo había comprendido, y usando otras de sus habilidades se acercó a la vastaya poniéndole un escudo para así mirar a los que iban a matar a Xayah y elevarlos en el aire para que con la caída también se quedaran fuera de combate.

Rakan: ¿Estás bien? ¿No te tocaron, verdad? -preguntó preocupado y revisando que la de las plumas violetas con tonos fucsias no tuviera ningún rasguño.

Xayah aún impactada por toda la información descubierta de golpe solo se limitó a asentir para luego dirigir su mirada hacia su mejor amiga Ahri que estaba quieta mirando el espectáculo y lista para ayudar si era necesario.

Xayah: Ahri... -comentó tranquila- Por favor, ¿podrías?~ -pero no pudo acabar la pregunta.
Ahri: Claro -respondió sin terminar de escuchar la pregunta que Xayah le iba a realizar- les borraré la memoria a todos los de aquí presentes para que no sepan nada sobre que somos vastayas -dijo lentamente y segura de si misma.
Xayah: Gracias -le agradece con una sonrisa.
Rakan: (¿Somos? ¿Ella también es...?~) -pero antes de preguntarse eso a si mismo una luz azulada y clara se hizo presente dejando mostrar a una hermosa vastaya con una cola blanca y orejas de zorro.

Ahri se limitó a guiñarle el ojo a su amiga que le sonreía tranquila para posteriormente desplegar otras ocho colas blancas.

Ahri: Puedo borrarles la memoria a todos devorando sus últimos recuerdos, pero no curar a los que heriste Xayah -comentó seria y preocupada por no saber que hacer con las heridas.
Rakan: Yo sí -confesó de golpe- tengo poderes curativos.
Xayah: ¡¿¡Enserio!?! -preguntó feliz por tener la solución al problema.
Rakan: ¡Claro! -respondió animado- pero con una condición.

Mientras Ahri iba uno a uno eliminando los recuerdos de la gente, Xayah simplemente miró con cara de pocos amigos al rubio que se acababa de atrever a poner una condición.

Rakan: Sí -afirmó orgulloso- que seas amiga mía.
Xayah: ...(Este vastaya es tonto) Rakan... ¡¿¡Acaso no te das cuenta de que si no los curas nos pueden descubrir pedazo de subnormal!?! -gritó irritada por la actitud de él.
Rakan: Ah ah, si no eres mi amiga no los curo.
Xayah: ¿Ah no? -preguntó y tras ver como el rubio negaba se limitó a sacar dos plumas y apuntarle con ellas con una mirada fría y letal.
Rakan: Es urgente curarles, lo pillo -accedió al fin intimidado y empezando a curar a los dañados por Xayah.

Cuando finalmente acabaron de solucionar el marrón en el que se encontraban y todos estaban en su forma humana otra vez, Xayah agarró a Rakan de la muñeca y lo alejó de Ahri.

Xayah: Más te vale escucharme, ¿sí? -advirtió seria.
Rakan: ¡Claro! (¡me tocó por voluntad propia! ¡Sí! Esto progresa).
Xayah: Punto uno, por tu culpa mañana debemos de hacer otra vez la maqueta para clase, así que quedamos en mi casa a las 16:20, sé puntual, ¿entendiste o me vas a hacer repetirlo? -cuestionó con una mirada intimidadora.
Rakan: ¡Entendido! -exclamó colocándose como un soldado ante un general.
Xayah: (Definitivamente me ha tocado un vastaya tonto, pero es bastante útil en una pelea) Bien, y segundo punto, me gustaría contarte algo que es realmente de vital importancia, ¿te importaría venir a mi casa ahora mismo? Sé que es tarde, pero ya de paso conoces donde vivo para mañana.

Rakan sin poder evitarlo sonríe y asiente con ganas.

Xayah: (Tampoco es para ponerse así...) -piensa levemente sonrojada- Pues bien, vamos -agarra de nuevo a Rakan y esta vez lo lleva ante Ahri- Ahri, ¿vienes? Puedo llegar a necesitar tu ayuda (si no está dispuesto a cooperar en mi misión) -pregunta con la mirada fija en su amiga quien acepta.

Y sin darse cuenta, los tres vastayas que con magia se hacen pasar por humanos se dirigen a la casa de Xayah sin saber que escondida en la sala de la biblioteca en la que estaban había una persona más que lo había visto todo y que sabe sus secretos.

Narra Xayah:
Cuando finalmente llegamos a mi casa nos dirigimos al salón. Allí, puse las cortinas para que así nadie nos viera en nuestra forma auténtica y una vez ya cómodos me preparé para revelar algo que hasta el momento solo Ahri sabía.

Xayah: Vale, Rakan, antes de empezar debo decirte que necesito toda tu atención, esto es realmente importante, ¿podrás? -pregunté sin ninguna expresión aparente. Él solo asintió así que respiré hondo y me dispuse a empezar- Hace unos años atrás...

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