San Pietro es la universidad más importante de Jonia. Ahí solo puede asistir gente con calificaciones realmente buenas, no cualquier persona de Runeterra puede asistir.
Aquí es donde Rakan, un joven con un secreto, intenta convencer a Xayah para que...
Sábado 17 a las 17:45 Narra Xayah Esa semana había sido buena y mala. Buena porque el martes, después de que todos hayamos presentado la historia de la región que nos tocaba el profesor Wukong nos dió la nota.
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Aparte de eso, el viernes por la tarde Neeko aprendió su última habilidad, que resulta ser el brote de varias semillas "inofensivas" lanzadas en ese instante. Básicamente, tras tirar unas cuantas semillas, para lo que se necesita una breve preparación, ella da un salto a la vez que obtiene un escudo y cuando aterriza el golpe que provoca daña y aturde a todos los que son alcanzados por la honda expansiva que crea al hacer contacto con el suelo. Y fue mala porque desde que todos se enteraron de que salgo con Rakan la situación a nuestro alrededor se ha vuelto un poco incómoda. Cuando paso yo sola por los pasillos la gente me mira y empieza a murmurar, algunos dicen cosas parecidas a "seguro que la está utilizando para un beneficio suyo", otras como "¿qué le habrá visto a esta? Si ni siquiera es agradable" o... "Seguro que lo ha amenazado para que salga con ella, sino dime como va a salir Rakan con una chica tan sombría y fría como es esta". Sinceramente esos comentarios no me importan en lo más mínimo, no son más que humanos insignificantes que al fin y al cabo no conocen la historia. Sin embargo... Lo que sí que me molesta es que algunos comentarios se han convertido en rumores, y eso aparte de perjudicarme a mí le afecta a él también, y por eso tengo ganas de atravesarlos y matarlos con mis plumas.
Xayah: Oye Ahri -llamo a mi mejor amiga- ¿Cómo fue ayer por la noche? -pregunto recordando que fue a una fiesta. Ahri: ¡Pues sinceramente genial! -contestó animada- Por cierto, ¿sabías que Rakan iba a ir? -cuestiona curiosa. Xayah: Sí, me lo dijo el jueves, y también me dijo que fuera con él, pero me negué -respondo honesta. Ahri: ¿Ni siquiera tu novio te consigue persuadir para que te diviertas un poco? Rakan, me has decepcionado -comentó negando con su cabeza y con las manos levantadas. Xayah: -Río- Lo intentó, fue muy pesado, pero me mantuve firme -digo antes de ver como la puerta de la mansión se abre para dar comienzo a nuestro entrenamiento. Wukong: Bien, pasad -nos ofreció paso, entramos a su casa y caminamos hasta el campo de entrenamiento- Bien, hoy va a ser un poco diferente, ¿os acordáis qué la semana pasada combatisteis entre vosotros? Bueno, casi todos -nosotros asentimos para que siguiera con la explicación- Pues bien, hoy quiero que los cinco luchéis contra mi y mi ejército. Ahri: -Mira por todos lados- (¿Tiene un ejército? ¿Dónde? ¿Acaso es invisible?) -se cuestiona a si misma al no ver a nadie por los alrededores. Wukong: -Con un chasquido de su mano izquierda hizo que unos muñecos con distintas apariencias saliesen del suelo como muertos vivientes- Bien, como podéis ver cada uno es único, esto es aposta, les puse un conjuro para cambiarles la forma y con otro hechizo les dí poderes a cada uno, ¿listos?
Los cinco nos miramos entre nosotros y cuando le volvimos a mirar asentimos.
Ahri: Sí -afirmó dejándolo aún más claro- estamos listos.
En eso la batalla dió comienzo y decidimos dividirnos para poder pelear mejor, Ahri se quedaría donde estaba, Nami y Neeko se moverían hacia la izquierda mientras que Rakan y yo a la derecha. Nuestros oponentes hicieron lo mismo, donde estaba Ahri había una mujer alada con una lanza, con Nami y Neeko se encontraba un hombre que se parecía a un dios egipcio y Wukong y con nosotros una mujer albina con un arco y un hombre con el cuerpo de fuego. Narrador omnisciente Rakan se encontraba a la izquierda de su amada, cosa que el contrincante de fuego aprovechó para lanzarle una gran bola de fuego, esto sorprendió al vastaya, que luego de recibir el impacto corrió hacia Xayah mientras Brand le lanzaba otra bola ardiente, pero esta era bastante más pequeña. La vastaya al ver a su amado ser perseguido por ese sujeto no lo dudó y acudió en su ayuda, rápidamente preparó seis plumas, tres en cada mano y le lanzó al enemigo las tres plumas de la mano derecha, cuando la primera le dió el oponente empezó a retroceder, sin embargo no le fue muy útil porque las otras dos plumas restantes que la pelirroja había lanzado le dieron y su novio ya estaba apunto de elevarlo, cuando el de plumas doradas lo levantó por los aires la de plumas violeta salto para llamar a sus letales plumas y que así impactaran contra el objetivo, no obstante, este dió un giro hacia la derecha esquivando las tres plumas.
