La espera se le hizo eterna, hasta que el doctor Selby salió por fin, y se dirigió hacia donde ellos esperaban. Se le veía cansado y tenía un aire de preocupación cuando le habló a Taehyung.
–Saldrá bien –dijo rompiendo el silencio.– El brazo está partido por varios sitios, pero no es tan grave como me había temido. Está despierto y pide verlo.
Jungkook se encontraba acostado, con la cabeza un poco levantada sobre la almohada. Su cara estaba pálida, pero los ojos grises se veían tan despiertos como siempre. El brazo herido lo tenía enyesado y suspendido sobre la cama.
–Me alegro de la buena noticia –exclamó al estar cerca de la camilla.– El doctor Selby me ha dicho que querías verme.
–Sí –su voz era baja, pero firme.– No te había dado las gracias por salvarme la vida.
–Te habrían sacado de una u otra forma –respondió Tae.– ¿Cómo te encuentras?
–Viviré. No necesito decirte que esto cambia todos los planes. Permaneceré aquí hasta el fin de mi contrato, pero no hay razón para que tú esperes más tiempo. Mañana por la tarde sale el avión. Nam hará venir el helicóptero y te acompañará. Yo ordenaré un traspaso a tu cuenta bancaria hasta que podamos arreglarlo todo. No te preocupes por nada. Nos encargaremos de ti.
–Así que me despachas –Tae se sorprendió de su propio control.
–Si quieres tomarlo así
–¿Y si no me quiero ir?
Los ojos de él se cerraron.
–¿Qué buscas? ¿Más dinero?
–Dado que no sé en cuánto estás pensando, sería difícil pensar en más. Me prometiste un viaje al sur antes de regresar a Inglaterra.
Con una mueca él indicó su brazo herido.
–¿Con esto?
–Yo puedo conducir.
–Si piensas que necesito de alguien para que me cuide, estás muy equivocado. Por lo que a mí concierne ya todo terminó entre nosotros, ojos verdes, así que cuanto antes te vayas, mejor. De todos modos, lo nuestro iba a terminar en un par de semanas.
–Aún podría ser así si tú lo quisieras –se esforzó en un último intento.– No, no quiero irme, Jungkook. No así. ¿No podríamos atenernos al plan original y volver juntos a Inglaterra?
No hubo indicios de cambio en los ojos grises.
–No –dijo en tono seco.– No podemos. Acabo de decirte que ya no te quiero aquí.
–¿Sólo porque te has roto un brazo? No me parece que
–El brazo es sólo una parte –su mandíbula estaba tensa y su boca era una línea dura.– ¿No entiendes que ya me he hartado de todo el asunto? Es cierto que dije que haríamos un viaje por el sur. Pero eso fue antes de –se detuvo y luego volvió a hablar con determinación.– Antes de volver a encontrarme con Mingyu. Tan pronto me libre de estas vendas, cualquier plan que haga lo incluirá a él. ¿Queda todo lo bastante claro para ti?
Taehyung alzó la barbilla, con el orgullo luchando dentro de él por ocultar el dolor.
–Demasiado claro. No te preocupes, Jungkook, no te buscaré problemas. Ni siquiera es necesario que nos volvamos a ver. Espero que los dos encontréis lo que estáis buscando.
Se dio la vuelta con toda la dignidad de que era capaz y salió de la habitación. Jungkook no lo quería. Namjoon estaba equivocado.
–¿Taehyung? –Nam caminó hacia él en cuanto lo vio salir, tambaleando.– ¿Qué tienes?
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Corazón de piedra • kv
RomanceJeon Jungkook y Kim Taehyung estaban a punto de descubrir la fina línea que separaba el odio del amor.