"¿Y estaba sin ropa?"
"Sin su suéter, pero con ropa interior."
"Al menos no estaba helado cuando lo trajiste, debió estar poco tiempo dormido en el bosque."
"¿Y las heridas?"
"Sus nudillos rotos son recientes, probablemente golpeo algún árbol antes de que lo encontraras, pero las heridas de los brazos fueron hechas antes." Dr. Mario suspira cansado y mira a Popo con pena. "Sé que entiendes que fue él mismo quien lo hizo." El esquimal no lo mira, su expresión de neutralidad no le permite al médico saber que está pensando.
"¿Cuántas más heridas tiene?"
"Popo, eso deberías hablarlo con él." Muchas, eso es lo que Dr. Mario no se atrevió a decirle. ¿Cuánto tiempo lleva Lucas haciéndose daño? Sabe que lo debe estar pasando horrible por la forma en que lo tratan y hacen vestir, pero nunca creyó que el psíquico llegaría hasta ese punto. "Ya he curado todas sus heridas, estará algo desorientado al despertar, presumo que tuvo un ataque de pánico así que te pido que no lo hagas levantarse muy rápido y que lo tome con calma." Popo asiente a las instrucciones. "No lo presiones, lo que menos necesita ahora es alterarse. Puedes llevarlo a su habitación si deseas, solo hay que esperar a que despierte."
El esquimal azul agradece al médico y con delicadeza toma entre sus brazos el pequeño cuerpo delgado de Lucas y camina hasta su cuarto ignorando algunas miradas curiosas. Con dificultad logra abrir la puerta y lo deja en su cama, le quita las botas y toma asiento a su lado ordenando con cuidado los cabellos rubios esparcidos en la almohada.
"Quién te ha hecho tanto daño..." Pregunta en un susurro que no tiene respuesta. Lucas desde hace tiempo parecía cambiar, más apagado, más solo, supuso que era por el cambio de nombre y la ropa, pero que iluso ha sido. No es culpa suya no saber qué pasa con el rubio, pero si notó el cambio que estaba teniendo y al menos debería haber hecho algo con eso. Tiene la tentación de levantar las mangas de la bata que Dr. Mario le puso para cubrir su torso semidesnudo mas no lo hace, no se aprovechará de su estado para buscar pruebas de su sufrimiento, ya tendrán tiempo para conversar de ello más adelante, por ahora solo quiere que despierte para poder ver sus ojos y decirle que está ahí para él, que no se irá de su lado.
La puerta es tocada con suavidad y Popo se pone de pie con cuidado para ir a abrirla.
"Nana." La esquimal rosa no le ve a la cara, está sonrojada y nerviosa.
"Tenemos una pelea, Popo... En 15 minutos." El silencio que se produce incomoda a la chica que juega con sus manos esperando alguna respuesta, pero no se atreve a mirarlo.
"Hermana." Comienza Popo. "Me disculpo si alguna de mis acciones te confundió de mis sentimientos por ti." Nana enseguida levanta el rostro para mirarlo sorprendida. "Yo te quiero mucho, hermana, demasiado, pero nada más." Una de las manos de Popo acuna el rostro de la esquimal sintiendo sus lágrimas recorrer sus dedos. "No puedo pensar en ti de otra manera que no sea como mi gemela."
Nana cierra sus ojos para llorar con fuerza y abraza a su hermano para llorar en su hombro, Popo acaricia su espalda escuchando como se desahoga. Tal vez él no siente lo mismo, o incluso su hermana está confundida o puede que celosa por todo lo que ha pasado, pero sigue siendo Nana, seguirá cuidándola y queriéndola tanto como antes, no es como si ella hubiese escogido esto, al igual que no es como si Lucas hubiese escogido ser transgénero, son cosas que escapan del control de cada persona. Nunca la culparía por ello, solo tendrá que aprender a ser más cuidadoso para que no malinterprete sus acciones y entienda que son solo hermanos y que nada podrá pasar entre ellos. Cuando la castaña deja de llorar tras unos minutos la separa para limpiar su rostro y sonreírle. Nana entiende enseguida lo que Popo le quiere expresar, por algo tienen ese vínculo tan especial de hermanos, de gemelos, por lo que asiente despacio sin poder sonreír, aunque sea de manera falsa.
"No iré a la pelea hoy, hermana, me quedaré a cuidar de Lucas."
"Entiendo." Susurra con la voz cansada, le da un pequeño beso en la mejilla y se retira probablemente a su propia habitación. Ambos saben que será muy incómodo por un tiempo estar juntos, pero se niegan a separarse por algo como esto.
Cuando Popo cierra la puerta para volver con Lucas lo encuentra con los ojos abiertos mirándolo y no puede más que quedarse de pie ahí en la puerta aguardando a alguna palabra del psíquico. Pasan unos minutos en los que el menor se sienta con cuidado en la cama y se abraza a si mismo buscando calor.
"Te quiero, Popo." Su voz suena rasposa por gritar y llorar tanto hace unas horas, pero la verdad en esas palabras se siente muy cálida. "S-Sé que era Nana, y no sé si tú le correspondes, pero al menos quería decírtelo antes de que te fueras." Lucas lo mira con una sonrisa triste y se encoje de hombros. "Te quiero mucho."
Popo se queda en silencio unos segundos, pensando, para luego caminar hasta el menor y arrodillarse frente a él. Lucas se relaja cuando se le acerca y toma sus manos llenas de vendas.
"Tuve miedo por no poder encontrarte, Lucas."
"Lo siento."
"No corras lejos de mí, por favor. Nunca." La voz de Popo es suave y relajante a los oídos del rubio. "Te quiero, Lucas." Ya se lo había dicho antes, pero no le importa, se lo dirá todas las veces que sean necesarias e incluso más.
El psíquico se sonroja y deshace el agarre de sus manos por solo un momento para poder tomar a Popo de las mejillas, levantando un poco su rostro, y besarlo con suavidad. El esquimal cierra los ojos disfrutando el contacto que dura pocos segundos, cuando se separan Lucas suelta una pequeña risa nervioso y Popo se sonroja sin poder dejar de observarlo.
"Eres hermoso, Lucas." El nombrado se avergüenza de esas palabras y por los hombros intenta alejarlo un poco, pero el mayor apoyándose con una mano en la cama se levanta e inclina sobre el rubio poniendo la mano libre en su nuca para atraerlo a otro beso. Siempre con cuidado y lentitud, no tiene ningún apuro con Lucas, quiere disfrutar todo el contacto que pueda tener con él. Esta vez el beso dura un poco más y se alejan cuando el aire comienza a escasear, pero no pasa mucho para que el rubio lo vuelva a atraer abrazándolo del cuello e iniciar otro beso casto. Popo comienza a incomodarse por la posición, tener que sostenerse en un brazo es cansador así que se separa de Lucas que lo observa confundido y lo toma de la cintura para moverlo hacia el lado de la cama y recostarlo, pero el rubio no alcanza a ponerse nervioso al ver como el esquimal se recuesta a su lado quedando frente a frente compartiendo almohada.
Ambos se sonríen con cariño, Popo acaricia el cabello de Lucas pasando por su mejilla hasta su barbilla para volver a besarlo. El rubio se apega más al cuerpo del mayor cuando dejan de besarse haciendo cosquillas en el cuello a Popo con su respiración mientras se acurruca en su pecho. Los minutos pasan, el calor de sus cuerpos los relaja a la vez que sienten como se aferran al otro para no separarse y sin darse cuenta ambos se quedan dormidos en la tranquilidad y silencio de la habitación con los pocos rayos de luz de día que quedan colándose por entre las cortinas dando lugar a un atardecer que promete paz para ambos, al menos por esta noche.
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Ay mi Lucas, ya se merecía un poquito de amor~
Creo que Popo es simplemente maravilloso, como demuestra el amor por su hermana y entiende de cierta forma su confusión, y es que ellos dos se aman, no como Nana quisiera, pero aún así se aman.
Debe sentirse muy bien tener una capacidad empática tan noble como la de Popo.
(O al menos tener empatía hahaha)Se me hizo muy tierna la última escena, ambos acostaditos juntos y tranquilos, cuidándose mutuamente y sin ninguna preocupación más que tener al otro a su lado.
Ya me voy, mucho romance para mi cuerpo xD
¡Gracias por leer! :D
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Normal (Lucas Fanfic)
Fiksi PenggemarLucas llega con dudas a su primer torneo de Smash Bros. Tiene miedo y nerviosismo. Gente nueva, peleas constantes... ¿podrá con todo eso? Su padre le dijo que ya está listo, que es momento de salir al mundo para que lo conozcan tal cual es. Y eso le...