Capítulo 19

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Luego que Nana se fuera de la habitación y ya se encuentra tranquilo, comienza a buscar en el armario de la esquimal alguna ropa que le agrade, no es como si tuviera muchas opciones, casi todos los trajes son para las peleas en diferentes tonos, y lo que usa para entrenar, y por nada del mundo se pondrá esas calzas super ajustadas. Al fondo ve unos pantalones deportivos holgados y también una sudadera muy ancha, como si fuera tres tallas más grandes para él. Se cambia rápido de ropa y al fin se siente más cómodo. Si no se para muy derecho el busto no se le nota y eso lo pone feliz. Va al baño y desordena su cabello para intentar peinarlo como siempre, aún que no queda muy bien pues no tiene gel ni nada, pero vale el esfuerzo.

En cuanto sale de la habitación, con las manos en los bolsillos de la sudera, que descubrió oculta más sus pechos, ve a Popo recargado en la pared a un lado, esperando.

Se queda inmóvil unos segundos conteniendo la respiración y aguardando por el siguiente movimiento del esquimal. Popo se da cuenta que Lucas ya ha salido y se ubica frente a él, a una distancia prudente.

"Lucas." Dice para que lo mire pero no funciona.

"Popo, l-lo siento..." El psíquico mira hacia el piso y las lágrimas se acumulan en sus ojos.

"Lucas, escucha." La voz del mayor no suena enfadada ni molesta, y eso hace tranquilizar a Lucas que pronto tendrá un ataque de nervios. "No pudimos hablar. Peach llegó y te llevó a la fuerza."

El rubio se encoge un poco al recordar como la princesa no dejaba de gritarle que una niña no debería compartir cuarto con un chico, o que una niña no se viste así, que no se peina así, que una niña debe tener el pelo largo, debe se femenina... En ese momento Lucas solo podía llorar y mirar como lo dejaba donde Nana y volvía a su antiguo cuarto a llevarse toda su ropa.

"Esa no es la manera de hacer las cosas, no creas lo que Peach te ha dicho." Popo se acerca un poco y al fin Lucas lo mira con lágrimas cayendo por sus mejillas. "Traté de impedir que se llevara tu ropa pero no pude hacer nada. Discúlpame."

"No, no, no es tú culpa." Se apresura a aclarar. "Gracias... por intentarlo." Apenas y le sonríe.

"Lucas." Toca sus mejillas con ambas manos y limpia las lágrimas del rubio que se sonroja por el dulce tacto. "Solo tú sabes quien eres, y los demás deben aceptarlo." Le levanta un poco la cara para verse a los ojos. "Dime, ¿eres hombre?" Lucas no quiere responder ya a esas preguntas, tiene miedo y está cansado. Muchos años luchando con todo esto, tal vez sería más fácil intentar ser una chica... No, la simple idea le hace llorar más. ¿Cómo podría vivir siempre con esa mentira? Siempre actuando, siempre fingiendo. No, él sabe quien es, y ni la princesa ni nadie debe cambiarlo. Pero, ¿tiene la fuerza para demostrarlo?

Popo espera paciente por su respuesta sin dejar de limpiar sus lágrimas en ningún momento.

"¿M-Me seguirás tratando igual... sin importar que responda?" Popo sonríe y junta la frente de Lucas con la suya, siente su respiración.

"Por supuesto."

Lucas se sonroja, además de la cercanía, por la voz y rostro seguro del mayor.

Él sabe quien es, así que: ¿Por qué seguir viviendo con temor?

"Soy un chico." Responde con sinceridad y ya sin más lágrimas, pero las manos de Popo no se alejan de su rostro. La sonrisa del esquimal aumenta y Lucas nota un leve rubor en sus mejillas.

El mayor ya lo sabía, tener cuerpo de chica y organos sexuales femeninos no te hace ser una mujer, cada quien es como se siente, él mismo sabe que esto no es una elección. Si todo el mundo pudiera, tal vez muchos elegirían ser heterosexuales y corresponder al género con el que nacieron, solo porque la sociedad ha hecho una vida tan dura para el resto, para los que no se amoldan a su supuesta 'normalidad'. Hasta ahora a Popo solo le han gustado chicos pero...

Normal (Lucas Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora