Industrial Kisses ┊ TeruYama

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Un nuevo día comenzaba para Yuuji. Este se levantó como siempre por la alarma de su teléfono, debía cambiarla por una no tan molestosa. Fue en dirección al baño y se dió una ducha rápida, se vistió con su uniforme de siempre y tomó una manzana como desayuno. La verdad es que siempre trataba de salir lo más rápido posible de esa casa, además de que era uno de los primeros en llegar a su preparatoria.

Hoy iba a ser un día de estudio en la biblioteca. Tenía un examen la próxima semana y necesitaba una calificación excelente. Apenas llegó a su salón, comenzó a repasar sus apuntes y a terminar algunas tareas que no había podido terminar. Sus amigos se acercaron a su pupitre y comenzaron a hablar entre ellos.

—Tengo pensado en que podríamos tocar Arms Tonite. Últimamente estoy muy obsesionado con esa canción —sugirió el guitarrista de la banda, Numajiri.

—No la he escuchado —dijo el vocalista, tomando sus audífonos y abriendo la aplicación para poder escuchar la famosa canción.

Terushima no estaba poniendo atención a lo que sus amigos y compañeros de banda decían, estaba concentrado en cómo sacar el integral de un problema.

—¿Qué opinas de la canción, Terushima? —preguntó Bobata, haciendo un gesto de desagrado al ver que este no estaba poniendo atención.

—Lo siento, estoy ocupado —respondió, mientras colocaba números en su calculadora.

Los tres chicos le miraron con indiferencia. Podrían entender la situación, pero él también tenía una vida además de sus estudios y su futuro. Al menos, eso era lo que pensaban, lo que no sabían es que su situación no era la misma que la de ellos. Básicamente, tenía que vivir y trabajar por su propio futuro, sin apoyo por parte de sus padres.

Sobrecarga académica, dejar de hacer lo que te gusta, sobre pensar la situación y problemas paternales no era una buena combinación. En algún momento, Yuuji iba a colapsar, e iba a ser terrible si lo hacía en mal momento y lugar.

La primera clase pasó con rapidez. Siempre que podía participar lo hacía, y no faltaban las personas que siempre querían destacar. Como Daisuke Kurosawa. Este chico era uno de los primeros de la clase, se sabía que tenía una posición económica acomodada, por lo que el tema de entrar a una universidad y pagar sus estudios no era un problema.

Se notaba la tensión entre ambos jóvenes, aunque la profesora aclamaba a ambos por participar en clases.

Aquello se había vuelto algo personal.

Terushima fue a la biblioteca para repasar los temas que no pudo entender la clase pasada en ciencias, la verdad es que era algo que le solía dificultar, a lo que tenía que sobre exigirse un poco. Sintió su teléfono vibrar, pero estaba tan concentrado que decidió apagarlo para no distraerse tanto.

...

El día pasó con lentitud, pero Yuuji se sintió muy realizado. Se sentía bien consigo mismo.

Aunque había algo que había olvidado por completo.

¡Su novio! Probablemente aquel mensaje que le había llegado era de él y lo ignoró completamente.

Rápidamente encendió su teléfono y este comenzó a vibrar con efusión durante unos segundos. Todos eran mensajes de su novio.

"¡Buenos días, Yuuji! Espero que tengas un bonito día, ¿dormiste bien? c:"

"Yuujiiiiii, ¿estás? :("

"Me estás preocupando. Escríbeme lo antes posible por favor... Te amo"

Terushima soltó un jadeo de la impresión y acto seguido marcó al teléfono de su novio. El pecoso contestó casi al segundo, regañándole por no haber respondido a sus mensajes y que estaba muy preocupado por él, que estaba por ir a su casa a pesar de la situación en la que estaba.

Yamaguchi estaba dispuesto a ir a la casa de su novio para ver como estaba, aunque le diera miedo.

...

23:37. Terushima estaba acostado en su cama mientras estudiaba con un libro de biología, intentando comprender el tema.

Pero no podía.

No entendía.

Eso era un problema.

Un problema terrible para un adolescente con una inestabilidad emocional en potencia.

Su vista comenzó a nublarse, y de sus ojos comenzaron a salir lágrimas. Tragó duro sentándose en su escritorio mientras tallaba sus ojos con rudeza con sus manos, secando sus lágrimas. Pero estas no dejaban de salir. Sus manos comenzaron a temblar y a sudar. Estaba tan nervioso y no quería hacer ruido. Se levantó de la silla y fue al baño a mojar su rostro con agua, intentando tranquilizarse.

¿Debería llamar a su novio para que le calmara al menos con su voz? Ya era tarde y probablemente estaba durmiendo, no quería molestarle.