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En el horario de almuerzo de Yamaguchi y Yachi, el pecoso decidió por contarle lo que le había pasado a su amiga, respecto a aquel mensaje que le había llegado a su novio.

—Yo no tengo problema con que Terushima sea bisexual, es solo... que me pone inseguro.

—Ah, pero... Yamaguchi, ¿cuánto tiempo llevan juntos? —preguntó la rubia mientras daba un sorbo a su jugo en caja.

—Llevamos seis meses.

Tampoco era mucho, pero conociendo a los algunos adolescentes de hoy en día que a veces sus relaciones no duraban ni un mes... podría ser algo.

—No creo que él esté interesado en chicas, tú sabes que ese fue el principal motivo al que fue al psicólogo. Además, ha tenido muchos problemas con su familia por eso... si hubiera sido bisexual puede que no haya habido tantos problemas.

—No lo creo. Las personas bisexuales... pienso que sufren igual que las homosexuales... y siento que es peor.

Yachi le miró intrigada.

—¿Por qué dices eso?

—Cuando busco cosas en internet, suelo encontrarme con comentarios que dicen que la bisexualidad está invisibilizada en hombres y sexualizada en las mujeres. Realmente creo que es peor que ser homosexual como tal —respondió para luego dar una mascada a su sándwich—. Además los suelen de tildar que están confundidos, ¡o incluso que si consiguen una pareja del sexo opuesto piensan que van a ser heterosexuales otra vez!

Yachi miró a la mesa, abultando sus labios.

Comenzó a preocuparse por si misma.

—¡De todas maneras...! Volviendo al tema. Tú sabes que Terushima ha tenido muchos problemas en su casa y tú has sido una persona muy especial en su vida, además de tu familia...

Un pequeño silencio se formó.

—Puede ser, pero... creo que él ya se está acostumbrando a su vida... Quiero decir, ya consiguió trabajo, tiene un techo y saca muy buenas notas.

—Tú siempre me hablas de que la salud mental y física es muy importante también.

Yamaguchi abrió sus ojos en grande. Había olvidado eso por completo.

—Sí... ahora que lo dices, estoy algo preocupado por él. Su físico... está más delgado que antes, perdió la figura atlética que tenía y ahora solo... está perdiendo mucha masa muscular.

—Eso es peligroso.

—Sí, lo es.

Al final terminaron comienzo en silencio, escuchando algunas voces de las personas que caminaban a su alrededor y el ruido de los pájaros al cantar. Yamaguchi se puso a pensar en aquello.

No quería que Terushima le haya "usado" para su salud mental y que luego se fuese con otra persona.

¿Quizás estaba exagerando?

Era lo más probable.

Si tan solo supiera que Terushima estaba poco a poco formando una dependencia emocional con Yamaguchi, él pensaría de otra manera. El mayor de ambos estaba idealizando mucho al menor, a pesar de que ya no hablaran tanto como antes, siempre será una parte importante en su vida.

Es una persona que se preocupa mucho por él, además de que le entregaba amor sincero y puro.

¿Se estaba creando una relación de dependencia por parte de Terushima? Era lo más probable, aunque él no era consiente de eso, ni nadie realmente.

Yamaguchi decidió llamarlo.

"Yuuji, ¿cuál es la relación que tienes con tus compañeras de trabajo?"

"La que una persona normal tiene... solamente laboral, ¿por qué me preguntas eso, pequitas? Ni siquiera me saludaste, ¿te tiene preocupado algo?"

"Es que... uhm... no es nada importante..."

Un pequeño silencio.

"¿Estás celoso?"

"¿Está mal?"

Otro silencio.

"¡Ah, pequitas! No creo que esté mal del todo... ¡por lo menos me hablaste para preguntarme! Eso está muy bien... pero, yo no tengo pensando en dejarte. ¿Recuerdas que te dije que nos casáramos? Eso seguirá en pie siempre"

Yamaguchi soltó un suspiro de alivio... se estaba preocupando por estupideces. Realmente eran estupideces, pero... no podía evitarlo.

"Ah... está bien... perdón por haber sido así"

"Sí llegásemos a tener algún problema así otra vez... ¡tienes que decírmelo en seguida! Es malo esconder los sentimientos"

"Sí, lo siento"

"¡No digas lo siento!"

Silencio.

"Oye... te amo, ¿si? Siempre voy a hacerlo"

Yamaguchi no pudo evitar sonreír ante sus palabras.

"Yo también te amo, Yuuji..."

Quería verlo.

"¿Puedo verte hoy? Es viernes, no debes ir a trabajar hoy, ¿verdad?"

"No, no debo pero... quiero estudiar hoy. Lo siento"

"Oh, bueno..."

"Podemos vernos el domingo si quieres"

"¡Claro! Necesito verte"

Terushima sintió sus mejillas calientes.

"Entonces nos vemos el domingo en mi casa"

"Sí, pequitas. El domingo..."

Industrial Kisses ┊ TeruYamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora