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Habían pasado unas cuantas semanas luego de lo sucedido. Uno pensaría que Terushima debía estudiar más por haber sacado aquella calificación en su examen, pero su maestra notó lo preocupado que estaba mediante una pequeña charla para subir aún más su calificación, obtuvo finalmente un 98 sobre 100. Estaba satisfecho por eso, por lo que comenzó a practicar con sus compañeros de la banda.

Hace mucho tiempo que no lo hacía, pero no habían perdido su "magia" de tocar. Todos lo hacían como si lo hubieran hecho toda su vida. Sacaron aquella canción que habían mencionado anteriormente. "Arms Tonite" de Mother Mother, les gustaba tanto aquel grupo que decidieron hacer otra canción, llamada "Oh Ana".

Ya estaban en aquella bodega donde muchas bandas solían presentar. Terushima estaba algo ansioso, hace mucho no tocaba con público. Yamaguchi y Yachi estaban allí, también estaban emocionados.

Aunque Terushima en ese momento estaba tan caliente —y no en el termino de tener sexo— que sentía que iba a desmayarse, algunas gotas de sudor caían desde su frente. El ruido y las luces no ayudaban en lo absoluto y para peor aún no habían presentado. Necesitaban hacerlo, no iba a dejar a sus amigos tirados.

La banda de chicas había terminado, por lo que seguía ahora la banda Industrial Kisses. Terushima se sentó frente la batería, tomando las baquetas con dificultad debido al sudor sus manos también.

—¿Estás bien? —preguntó Bobata, uno de sus amigos acercándose a él al ver su estado.

—Sí... creo...

El telón se abrió, y con la vista un tanto borrosa comenzó a tocar. Hacía lo mejor que podía, aunque se veía desde lejos que no se encontraba en su mejor forma. El pecoso pudo notar eso, a lo que fue entre la multitud que cantaba y bailaba la música junto a Yachi al lugar donde descansaban los artistas.

No tocaron más de cinco canciones, Terushima le hizo una seña a Bobata que no daba más. El vocalista agradeció de manera tímida y cerraron el telón. Este apenas se cerró, Terushima cayó hacia el suelo. Afortunadamente Bobata estaba allí y evitó que golpease su cabeza contra el suelo.

—¡Eh, ¿me ayudan?! —preguntó el castaño intentando llevar a su amigo hacia el lugar de descanso.

...

Ya cuando este estuvo allí, hicieron de todo para que reaccionara. Era como si quisiese dormir y no pudiese hacerlo ya que lo mantenían despierto, sobre todo Yamaguchi, quien era el que estaba más preocupado, aunque en realidad, todos estaban preocupado por la salud del baterista.

—Yuuji, despierta por favor —le pidió el pecoso zarandeando sus hombros, con algo de rudeza por la desesperación.

—No seas tan brusco, Yamaguchi... déjalo, él ya va a estar mejor en cualquier momento —le regañó Yachi.

Yamaguchi soltó un suspiro, abrazándolo posteriormente contra su pecho. Terushima estaba consiente, pero el lugar donde estaban no dejaba de hacer ruido. Le molestaba. Sentía que su cabeza iba a explotar.

—Me lo llevaré a casa —anunció Yamaguchi.

—¿Estás seguro? —preguntó Numajiri, sentándose en la banca.

—Soy su novio, sé las cosas que le van a hacer bien.

...

El padre de Tadashi no tardó en ir a buscarlos. Primero fue a dejar a Yachi a casa y luego se dirigieron a su propio hogar. Terushima reaccionaba poco a poco, tenía un poco más de fuerza. Yamaguchi intentaba hacer que hablara para que se mantuviera consiente, y también intentaba que tomara agua para mantenerlo hidratado.

—Yuuji, bebe un poco de agua.

—No quiero agua, Tadashi... —respondió somnoliento apoyándose en su hombro mientras cerraba sus ojos.

—¡Yuuji, te estoy diciendo que tomes agua, por favor! —le dijo alejándose de él, entregándole la botella.

El rubio teñido soltó un suspiro pesado y dió un largo sorbo de agua. Yamaguchi se sintió un poco más relajado.

—Tadashi, no le grites a Terushima. Es lo que menos necesita —le regañó ahora su padre.

El pecoso abultó sus labios mirando por la ventana del automóvil. Terushima dejó la botella cerrada en el asiento y se acercó al menor para abrazarlo. Necesitaba unas caricias y un soporte. Yamaguchi llevó su mano hacia su cabello, notando como este estaba algo húmedo por el sudor, a lo que buscó un pañuelo desechable para retirar un poco de este y de su rostro. Terushima estaba rendido y solo se dejaba hacer.

Ya cuando llegaron a casa, Yamaguchi lo llevó a su habitación para que descansara un poco, retirando toda su ropa y colocándole una limpia y fresca. Tenía algo de fiebre.

La verdad es que estuvo toda la noche pendiente, cambiando el paño de su frente y tomando su temperatura cada cierto tiempo. No pudo dormir. Estaba tan preocupado por su novio.

Él había tenido casi un desmayo por el estrés de aquel examen y la banda. Estaba exhausto. Había estado haciendo muchas cosas sin detenerse, por lo que cuando comenzó a parar aquel ritmo intenso que llevaba, todo se derrumbó en unos segundos.

Industrial Kisses ┊ TeruYamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora