Luego de una exhaustiva búsqueda de un trabajo de medio tiempo para Terushima, este encontró uno de comida rápida que estaba cerca de su casa. Iban a pagarle 1429,84 yenes por trabajar de lunes a miércoles después de sus clases. Estaba muy ansioso, ya quería comenzar a ahorrar algo de dinero para el futuro, aunque ahora podría invitar a su novio a comer o a salir.
Era su primera día de trabajo y debía presentarse ante sus compañeros que tenían la misma edad que él —18 años— y que además trabajaban en el mismo horario, por lo que se verían siempre. Debían de tener una buena relación de trabajo.
—Soy Terushima Yuuji, tengo dieciocho años —saludó mientras se colocaba la ropa para ponerse a trabajar.
—¡Yo soy Nomoni Meshizuka! Mi amigo de allí es Mikiko Hamada y ella es Suzuha Kubo, todos somos de la misma preparatoria.
—Oh, que bien —respondió con un poco de timidez.
Él solía ser el alegre y extrovertido que se presentaba con todos los que estaban allí, pero por alguna razón no le nacía ser así ahora mismo. Mientras el Mikiko se colocaba en la caja para atender los pedidos, Terushima se ponía al tanto de todas las cosas que estaban a su alrededor y preocupándose de que todo estuviera en orden.
—¿Me puedes dar tu número? Es que tenemos un grupo de mensajes... a veces solemos juntarnos a salir y eso —preguntó Nomoni entusiasmada.
Terushima era un chico atractivo y ella no iba a perder la oportunidad de salir con alguien así, aquello solo era una excusa para tener su número y poder charlar.
—Claro, no veo el porqué no —le sonrió amable, y comenzó a dictar su número telefónico.
Fue en ese entonces que recibió un mensaje, era de su novio. "Yuujiii, solo te escribía para desearte que tuvieras un buen primer día de trabajo, ¡ánimo! Después llámame para saber como te fue <3".
El rubio teñido no pudo evitar sonreír ante el mensaje... ¡su novio era tan lindo! Estaba agradecido de que su novio se preocupara tanto por él.
Realmente le gustaba que le preguntara cosas normales, tales como: "¿Ya comiste? Debes alimentarte bien", "¿Cómo dormiste?" o "Recuerda tomar un descanso mientras estudies, ¡aunque sean 5 minutos! No te sobre exijas".
Esos mensajes hacían que su corazón se estremeciera y sus mejillas se sonrosaran con levedad. Cada vez se enamoraba más de Yamaguchi.
Y volviendo a la normalidad, su primer día de trabajo fue bastante bien. No tuvo problemas con sus compañeros, era un buen ambiente laboral, y aunque quizás no le pagaban lo suficiente para poder vivir debido a que eran estudiantes, cualquier suma de dinero para su futuro iba a ayudarle.
—Amaya y yo tenemos problemas de nuevo —murmuró Suzuha mirando su teléfono con cierta tristeza.
Terushima miró con curiosidad a la chica. Los cuatro iban de camino a la estación de buses para poder ir a sus casas. Nomoni se acercó a su amiga.
—Insisto, tú te mereces algo mejor que ella... siempre está intentando hundirte emocionalmente —comentó Mikiko.
—¡Suzuha y Amaya son novias! —contextualizó Nomoni a Terushima.
—Tampoco es como si lo tuvieses que gritar a los cuatro vientos, Nomoni... —suspiró la chica de ojos morados, mirando a Terushima—. No tienes problemas para trabajar con una lesbiana, ¿verdad?
Terushima negó con su cabeza con rapidez. ¿Por qué iba a molestarle algo así? Podía entender el porqué lo decía, pero se podría decir que no tenían muchas diferencias con Suzuha. De todas maneras, no iba a decir que era homosexual también, a menos que se lo preguntaran.
—Si tus amigos dicen que no es una buena relación... quizás si es bueno que termines —comentó Terushima, haciendo que la chica pelinegra llamara su atención—. Una relación debe basarse en la confianza y el respeto, eso algo base y si no cumple con esas cosas pues...
—Lo sé, ¿tú estás en una relación ahora mismo? —preguntó la misma. Terushima sonrió con levedad.
—Sí, lo estoy.
—¡¿En serio?! Que lástima... —se quejó Nomoni mirando al suelo.
—No tienes que suponer que todas las personas están solteras, Nomoni —le regañó Mikiko—. ¿Tienes novia? O novio... aquí no juzgamos, Terushima.
El chico se sintió un poco más aliviado.
—Tengo un novio —se sentó en la banca de la parada de buses—. Se llama Yamaguchi.
Nomoni se tiró al suelo.
—¿Hace cuánto están saliendo? —preguntó Suzuha, sentándose al lado del chico. Mikiko imitó su acción.
—Ah... no lo recuerdo muy bien, pero creo que llevamos solo seis meses o algo así.
—Oh, es muy poquito —sonrió Mikiko.
—Sí, pero lo llevamos bien. Bastante bien.
—Me gusta cuando las personas me dicen que llevan muchísimo tiempo con sus parejas, hace recuperar mi fe en el amor —bromeó Mikiko.
—Yo si llevo mucho tiempo con Amaya —protestó Suzuha.
—Pero tu relación es muy tóxica, eso no cuenta.
Luego de unas cuantas conversaciones más, el bus de Terushima llegó y tuvo que irse. Al llegar a su hogar, llamó a su novio inmediatamente, contándole sobre su día y lo bueno que estuvo. Terushima hablaba mucho, demasiado porque estaba feliz, y Yamaguchi escuchaba y ponía atención a cada palabra que decía, también le hacía preguntas sobre sus necesidades básicas.
Y todos sabemos lo que eso provocaba en Terushima.
Pero... ¿era normal que se emocionara por ese tipo de preguntas? No lo sabía muy bien.
Eran preguntas básicas que cualquier ser humano haría a otro. No deberían de ser extraordinarias.
¿Era porque sus padres, los seres que debían estar presentes en su vida y preocuparse por él no lo hacían?
Podría ser.
Lo más probable es que Terushima estaba viendo una figura paternal en Yamaguchi, no en un mal sentido. Sino que en él, estaba lo que más quería.
Protección y cariño.
Era todo lo que necesitaba, ambas en una misma persona.
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Industrial Kisses ┊ TeruYama
FanfictionYamaguchi es un chico muy frágil. Intentó acabar con su corta vida, pero el destino dijo "no" y le trajo una pequeña ayuda. ▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃ ⚠️ Esta historia contiene: ⇝ Violencia intrafamiliar. ⇝ Sexo. ⇝ Menciones de suicidio.