JULIETA 1ER LUGAR: AUTORA Brisa2894
¿Qué despedida dulce es esta si grita desde la oquedad de su ausencia?
Y heme aquí, sacudida por la salvaje ausencia,
empapada en su ardiente vacío
que me quema tan lentamente,
trepando como enredadera por la ventana
para morir en el beso encendido de la despedida.
¡Pero no me brinda calor!
El calor del adiós, me quema
pero no se lleva el frío.
¡Ausencia, bríndame un pequeño momento de respiro!
¡Solo uno! Te lo ruego, deja a mi corazón en paz
para averiguar qué se siente amar libremente.
¿Cuándo fue que nos dejamos ir,
que nos soltamos gustosos a este basto mar
al que le apodamos amar?
¿Cuándo fue que a nuestros ojos
les prohibieron verse en los del otro,
a alimentarnos tú de mi respiro y yo del tuyo?
¿En qué momento comenzó el designio de la separación?
¿Y cuándo mi corazón
se alejó de mi pecho dejando un vacío? Éste que me deja su partida.
¡Me dejas sabor amargo, al fin, despedida ingrata!
A él haces partir,
después de haber germinado la semilla del amor,
lejos has de llevarlo y yo... perdida en sufrimiento.
Balcón, cómplice del amor de estos dos amantes
que permaneces ileso en su recuerdo
dime tú:
¿Podrá el hechizo tenue del adiós
atrapado en la gota de rocío
apagar el fulgor de la llama del amor?
¿Será un día el odio lluvia, para en el cielo resarcirse?
¿Qué será de nuestro amor que se permitió soñar que era lirio?
¿Será que acaso desde siempre su designio fue perder
y lo afirmó la espada cuando afrontó del amor su destino?
Ay, ausencia que te extiendes hoy
apagando la luz de dos amantes,
dejándoles el corazón en grito,
los besos en despedida,
desvaneciendo el telón sonoro de las caricias
y sentenciándolos a un mundo vacío,
inaprensible, sin ecos,
intrascendente, varado e incoloro.
Dime tú... Si sabes:
¿Qué despedida dulce es esta
si grita desde la oquedad de su ausencia?
1er LUGAR ROMEO Joseph_Leonel_Garcia
¡Paraíso Averno!
Era ella, nos encontrábamos en el paraíso o en el averno.
¡Estoy muerto! O será este él camino hacia mi perdición,
siento en mis labios un sabor a ella, más a veneno,
aun así, en mí, nace un cosquilleo de emoción.
¡Oh Dulcinea! Cariño mío... ¡Estás viva...!
Sus labios, sus manos suaves confirman cuya existencia,
dulce beso pedazo de paraíso mezclado de dolor.
Sonrisa que calma mi espíritu, mi conciencia,
llenando todo el paisaje que nos rodeaba de color.
¡Julieta! Exprese con gran euforia, loco por mi amada,
—Pétalo de rosa... —susurré sabiendo cual "brisa" era ella.
fría, suave, un aire eterno que duraría para siempre,
enloquecedora de mi ser, mujer, bella...
Ese rose con sus labios comenzó a desaparecer,
tenía algo extraño, raro, como si lo nuestro hubiera acabado,
sus ojos perfectos con su silueta empezaron a desvanecer,
sentía nuestro fin, será que nuestras familias ¡Lo han logrado!
¡Oh Julieta! ¡qué será de mi ante tu exasperante ausencia!
En la oscuridad, en esta noche que no sabía si lo era,
¡Noche, dulce noche! Mi temor en estas tinieblas se hizo realidad,
No pasó esto de un delicioso sueño, de un suicidio prematuro.
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