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SEGUNDO PUESTO ℂ𝔸𝕋𝔼𝔾𝕆ℝ𝕀́𝔸 ℙ𝕆𝔼𝕄𝔸ℝ𝕀𝕆𝕊:

SEGUNDO PUESTO en Concurso Adictos a la poesía

Autor/a: Enoc332

Obra: Tiempo de cortar, tiempo de coser

Poema: HACIA DONDE DESEMBOCA EL RIO

Navego por el río de la vida guiando tembloroso mi barca llamada "incertidumbre", falto de respuesta alguna a todas las preguntas que hicimos a la muerte. ¿Hacia dónde vamos? ¿Hacia dónde desemboca el río? Así como el búho, con sus ojos atados a la noche y ciegos a la luz del día no encuentra respuesta al misterio de la luz nosotros no encontraremos respuesta si no buscamos en el corazón de la vida.

Ese miedo a lo desconocido tan sincero como la risa de un bebé dibuja una sonrisa de medio lado en nuestros rostros cuando festejamos la vida. ¿Acaso el árbol qué sirvió al carpintero para construir con amor la mesa donde compartís los alimentos no fue antes abatido y hecho tablas? ¿Acaso el vaso donde brindáis por la vida no fue antes quemado en el horno y moldeado con amor por las manos del vidriero? ¿Acaso el vino con qué celebráis no fue apaleado y arrancado de las vides antes de ser pisoteado sin piedad pero con amor por los pies del vinicultor? El vino solo muestra parte sólida, lo divino está en su interior.

Miedo que nos hace querer un mundo en paz sin ni siquiera buscarlo. Nos hace temer ser atacados, atacamos, no vivimos, sobrevivimos. Supervivencia con la cual somos educados en la competitividad y la competitividad es el comienzo de todas las guerras. Las guerras también salen del corazón de las personas. El odio también sale del corazón de las personas.

Ese miedo nos mantendrá inmóviles en la quietud de los días hasta que no comprendamos que la vida y la muerte son uno solo como lo son el río y el mar. El río ya fue mar. El mar ya fue río. Ninguno de los dos lo sabe. La alegría es la risa sin máscara. El valiente no es tal sin miedo. Como dicen: encontraréis la verdad... lleva implícito el "buscar" aunque en la frase no se vea. Las cosas no se ven mejor con los ojos cerrados. Son las sombras las que dibujan el cuadro del pintor. Sin los espacios vacíos las palabras carecerían de sentido alguno.

pero así como el arce y el roble no crecen uno a la sombra del otro las cuerdas de la guitarra permanecen juntas pero cada una en su lugar, cada una con su diferente nota. Mientras una de esas notas no suenen la melodía estará incompleta. Porque es en el corazón de la vida, en el silencio más profundo del corazón donde se puede escuchar la melodía del universo.