Relampagos

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Holí, a que los sorprendí, no esperaban verme tan pronto ¿verdad?, pues me he desocupado un poco, entonces he podido escribir libremente, así que dije les voy a actualizar pronto XD.

Espero les guste, yo como siempre lo disfrute mientras escribía, me costaron cosas, pero lo pude arreglar.

Recuerden, ningún personaje me pertenece y no lo hago con fines de lucro.

Los dejo con la lectura

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La puerta de la habitación se abrió y el médico salió, sus ojos ciegos no mostraban emociones, pero en su rostro arrugado se dibujaba la preocupación. El hombre caminó hacia XiChen y habló

— Líder de secta

XiChen que había estado mirando los peces del estanque, absorto en su pensamiento e inmerso en la sensación de calamidad, alzó la vista y se levantó del lugar, acortando la distancia entre los dos. Ansioso, su vista viajó entre la puerta cerrada y el hombre frente a él.

— ¿Él está bien? — preguntó con miedo.

— Lo está — contestó el médico — el primer médico hizo un buen trabajo, pero hay cuestiones que debo hablar con usted.

— ¿Es algo delicado? — la angustia se asomó en sus palabras.

El hombre asintió y XiChen lo guio hacia la habitación que estaba al inicio de la casa. Era una pequeña sala de recibimiento, con una mesa al centro y estantes de libros en las paredes. Pidió que trajeran té y una vez que las tazas estaban servidas y nadie los interrumpía, le instó a hablar.

— ZeWu-jun, lo conozco desde que era un niño, yo.

— Maestro Lan ZiYi, si esto será un regaño, yo me temo que no lo tomaré.

— No busco regañarle, sólo quiero comprender, ¿Este joven, quién es?

— Maestro ZiYi, eso no debe de importar, por favor, hábleme sobre su salud.

El hombre tomó aire y asintió.

— Mientras le revisaba note algo, es difícil de decir.

— ¿Algo?

— El joven tiene dos venas de la vida.

— ¿Eso es malo?

ZiYi negó.

— Es algo extraordinario — explicó — sólo las mujeres que darán a luz, presentan esta condición.

El cuarto se quedó en silenció, fue XiChen quien, tras un trago largo de té, habló.

— ¿Es eso posible?

— Lo es, del mismo modo en que es posible con el maestro Wei, son pocos casos los registrados en el último siglo, pero aún hay esas posibilidades.

XiChen sintió una opresión en su pecho.

— ¿Eso ocasionó lo de hoy?

— No — le miró — lo que diré enseguida es aún más delicado — hizo una pausa — el alma y el cuerpo de este joven no parecen estar en sincronía, por eso el cuerpo es débil y enfermizo, no es algo precisamente grave, hay personas que nacen así o que ciertas circunstancias los llevan a eso. Sin embargo, en su estado, es delicado, el sangrado fue ocasionado por una ligera fiebre, un alumbramiento sin los cuidados necesarios, puede ocasionar la muerte de la criatura o la del padre gestante.

El silencio se extendió en la habitación.

— ZeWu-Jun, pese a los registros antiguos, los casos como este, siguen siendo un incógnito.

Aún después de la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora