Tan espeso como el fango

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Holi, se que han pasado siglos desde que actualizo, el trabajo no me ha permitido y luego me centré en un evento, al final el fic que escribí para eso no me gusto como quedo y ahora debo dedicar tiempo para corregirlo. Así que descuide un poco este. Sin embargo, ustedes saben que me gusta dedicarle su tiempo a este y que quede lo mejor posible, por eso también me tarde.

Bueno en este capitulo vamos a descubrir algunas cosas, no digo más, solo vean.

Recuerden ningún personaje cannon me pertenece, todos son de la mente de MXTX y hago esto sin ningún fin de lucro.

Diviértanse leyendo n.~

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Los días para GuangYao pasaron tranquilos, el aire de la montaña era más fresco y las tardes más lluviosas. XiChen no había vuelto en una semana, el anhelo y el deseo de verlo estaban impregnados en el corazón. Aún se preguntaba ¿Cómo pudo pasar esos años sin él? ¿Cómo no corrió a buscarle? Porque ahora su corazón lo añoraba.

Cuando era líder de secta y pasaban meses sin verse, resistía, las múltiples actividades le agotaban al grado de que sus pensamientos no pudieran manifestarse. Aquí no había mucho que hacer, pasar el rato leyendo, practicando la caligrafía, pasear hasta donde el sello establecido por XiChen lo permitiera, mirar a los dos jóvenes discípulos ir y venir, no era suficiente como para autoengañarse.

Cerró el libro que leía en el interior de su habitación, fuera había una ligera llovizna y la noche estaba por caer. Se obligó a recostarse en la cama. XiChen tampoco vendría. No importaba él lo esperaría, cómo esperaba los días de caza, o las noches de conversaciones.

Lo esperaría cómo espero en el burdel o en el escuadrón de la secta Nie, en el cuartel de los Wen. Lo esperaría, como lo espero tras la revelación de los hechos. GuangYao amaba profundamente a XiChen. Los Jin no eran como los Lan, no perseguían un único amor, y, sin embargo, él estaba condenado como su madre a aguardar por uno solo, pero a diferencia de ella, él tenía al mejor de los hombres.

A-Yao se había enamorado de XiChen desde que este le hubiese besado por primera vez, era un niño de 14 años que poca experiencia tenía, vivía rodeado de esos actos, pero nada sabía de cómo se sentía, así que cuando XiChen lo besó en medio de su alucinación, su corazón se llenó de una sensación tan abrumadora que él mismo se asustó. El primer Jade no recordaría nada después y él no quiso recordárselo, pero, en su corazón había florecido un amor.

A-Yao, ya no sólo añoro el reconocimiento de su padre para cumplir con la promesa, ahora deseaba ser notable, alguien que pudiera estar al lado de Lan XiChen, pero entre más lo intentaba parecía estar más lejos de él, los actos cometidos en la guerra le habían manchado las manos de sangre, estaba sucio comparado con la inmaculada figura del primer jade y aunque el arrepentimiento no estaba presente, sí la sensación de que un abismo se había formado entre ellos.

El abismo le hizo buscar otros brazos, brazos suaves en forma de mujer y aunque la sensación no fue desagradable, fue carente de emoción. Qin Su era linda y agradable, amable con él, pero no evocaba el mismo sentimiento, era un cariño diferente.

Alguna vez había intentado lo mismo con MingJue, había dejado que el líder Nie lo llevará a su cama, pero las manos eran ásperas y los movimientos tan bruscos, que terminó llorando y el acto no se concretó, MingJue lo dejo irse y HuaiSang le secó las lágrimas durante la noche.

Pero Qin Su no fue así, fue dulce, lo guio, enseñó que tocar y como tocar. ¿Quién diría que ese acto los maldijo los dos? La noticia de que ambos compartían lazos de sangre fue funesta y le amargo el corazón.

Aún después de la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora