Llore todo el camino como una estúpida y encima no tuve mejor idea que prender la radio, porque desde que lo hice solo pasan música triste que me hace llorar más. Necesitaba tanto abrazar a Evan, lo extraño. Antes de llegar a casa paré en una gasolinera a comprar un par de cosas así comíamos juntos cuando llegara. Me puse a pensar un poco en Ross tambien, se veía tan furioso cuando salió de la habitación y si llega y le cuenta a Evan? Apuré un poco el viaje y cuando llegue el auto de Ross ya estaba en la puerta. Baje del auto y suspiré con fuerza, no sabía lo que me esperaba ahí. Entre pensando lo peor y cuando fui a la cocina Evan estaba sentado en la barra de desayuno tomándose un jugo. Al escucharme entrar levanto la mirada con rapidez y me sonrió.
-______ llegaste-
Dijo y se levantó para después darme ese abrazo fuerte que tanto necesitaba. Estar entre sus brazos me hizo dar cuenta que era el lugar en el que me quería quedar y a dónde pertenecía. Me separé un poco de él y lo bese como si no lo viera hace meses.
- me extrañaste?-
Pregunto entre risas y asentí levantado la bolsa con comida que había traído. Evan se veía tan feliz y mí corazón estaba en mil pedazos.
- y Ross?-
Pregunte algo nerviosa.
- él llego y me dijo que estaba algo cansado y quería darse un baño. Así que está en su habitación-
Me sentí un poco aliviada y Evan entrelazo sus manos al rededor de mí cintura.
- vamos a la habitacion?-
Pregunto con una sonrisa pícara y asentí. Con fuerza me levanto y me cargo hasta arriba. Estábamos hablando entre risas hasta que nos chocamos con Ross. Su mirada paso rápidamente por la mía y vi como sus mejillas se enrojecian.
- lo siento- Se disculpó nervios - iba a llevar la ropa al cuarto de lavado-
Agrego y agacho la cabeza.
- tranquilo amigo, como en casa. Comeremos algo y veremos una peli en la habitación con ______, siéntete libre de tomar lo que quieras del refrigerador y hacerte algo para comer-
Le comento Evan, Ross asintió y rápidamente bajo para perdernos de vista. Cuando entramos en la habitación Evan cerro la puerta con su pie y me tiró en la cama. Agarró la bolsa con comida y la dejo sobre la mesa de luz. Sonreí al verlo sacarse la remera. Él se lanzó sobre mí como si no me viera hace días y me beso.
- no quiero que vuelvas a pasar la noche en otro lado y sin mí- dijo al separarse - te extrañe demasiado-
Acerque mí mano a su mejilla y la acaricie con suavidad. Me sentía algo incómoda al llevar la misma ropa que ayer.
-yo también te extrañe mí amor-
Dije en un susurro sobre sus labios y me beso otra vez mientras que con sus manos levantaba mí vestido. El sentir sus manos pasando lentamente por mis piernas hizo que se me erice la piel y cuando su mano llego a mí tanga arquee la espalda seguido de un suspiro.
Me desperté un poco atontada por el ruido de mí teléfono. Resfrege mis ojos para poder abrirlos y tome mí celular. Ross me había mandado unos mensajes.