Estaba acostada en una reposera en el patio mientras Evan leía uno de sus guiones a mí lado. Estaba mirando las noticias en mí celular hasta que de la nada me llegó un mensaje de Ross. Mí corazón latía a mil y lo abrí.
Intente contener mis lágrimas al leer que me pedía que no vuelva a hablarle, pensé unos segundos en si contestarle o no, pero no lo hice lo deje ahí. Al final tiene razón, porque lo sigo buscando si con Evan y nuestro bebé soy feliz, de que me sirve seguir escarbando en el pasado. Observé a Evan unos segundos mientras estaba concentrado en su guión y sonreí. Últimamente era el triple de caballero y buen hombre de lo que es normalmente. Está todo el tiempo pensando en mí y en nuestro bebé y no me dejó sola ni un segundo y yo acá queriendo largar lágrimas por Ross. Intenté dejar de pensar en eso y me levanté para ir al lado de Evan, el me observo y lo tome de los hombros haciendo que deje el libreto a un lado y me subí sobre él. Largó una dulce carcajada y me tomo de la cintura con firmeza.- que pasa bombón?-
Me pregunto entre risitas y sonreí.
- puedes dejar un poco ese libreto y prestarme atención te extraño-
Lo regañe porque había estado todo el día leyéndolo y me tenía olvidada. Evan se acercó un poco a mí y me beso y al sentir el contacto con mí panza la acaricio con suavidad.
- si me lo pides así tengo un tiempo para ti siempre bebé-
Dijo para después besar mí frente y pensé, que mujer afortunada. Evan me dedico un poquito de tiempo en la tarde, yo lo entendía es su trabajo, pero a veces realmente me hace extrañarlo cuando se pone a leer, porque se pierde tanto en la historia, en analizar su personaje que es como si no estuviera. Nos estuvimos besando un rato y ya me estaba calentando, pero el embarazo no me tenía al cien porciento como para tener sexo últimamente. Nos separamos y ya sentía la erección de Evan rozando contra la parte de abajo de mí bikini.
-lo siento-
Susurré en sus labios, sabía que quería follar. El negó con la cabeza y beso mí frente.
- no me pidas perdón, tienes a mí hijo ahí y no puedo pedirte más-
Me contestó y acarició mí espalda.