Desperté porque un rayo de sol estaba pegándome justo en la cara. Era sábado por la mañana y Evan dormía con tranquilidad a mí lado, ya que no trabajaba. Estaba boca abajo abrazando a su almohada y su cara estaba mirando para mí lado. Me estire y acaricie su linda espalda, estaba tan dormido que no quise despertarlo. Me levanté de la cama para tomar mí bata y baje para preparar el desayuno. Antes de eso pase por la habitación de Ross y estaba vacía, así que esperaba encontrarmelo abajo. Largué un suspiro mientras entraba en la cocina y rápidamente la mirada de Ross choco con la mía. Nos quedamos en silencio unos segundos pero decidí romperlo.
- buen día-
Largué tímidamente, el levanto su mirada mientras me estiraba a agarrar dos tazas de la alacena. Sentí como la seda de mí bata subía lentamente por mí trasero dejándolo un poco al descubierto, así que volví mis pies completamente al suelo con rapidez. Ross aclaro su garganta mientras tomaba su taza con la mano.
- buen día _____-
Dijo y le dio un sorbo a su café. Mientras preparaba la bandeja con el desayuno para Evan estuvimos en silencio. Estábamos muy avergonzados porque lo que había pasado en la noche y la maldita tensión se notaba.
- es buen momento para discutir por lo de anoche? O debo quedarme callado y no volver a mencionarlo?-
Ross pregunto algo molesto.
-no tenemos nada para discutir. Fue algo que quisimos hacer los dos. Y creo que es buena idea que no volvamos a mencionarlo por ahora y menos si está Evan en la casa-
Le aclare con autoridad. Ross levanto su cabeza y observo como terminaba de acomodar las tasas en la bandeja.
- y me debo guardar que me molestó que después de que yo era él que estaba adentro de ti terminaste cojiendo con Evan como si nada hubiera pasado?-
Lo fulmine rápidamente con la mirada pero el mantuvo la suya firme en mis ojos.
- creo que es algo que no debe molestarte ya que Evan es mí novio-
Largué algo enojada. Ross bajo la mirada y suspiro.
- lo siento, no se porque, pero escucharte anoche diciendo su nombre me hizo sentir furioso. Furioso de no haber sido yo quien termine el trabajo-
Levanté la bandeja de la mesada y camine hasta quedar a su lado.
- pues búscate una que no tenga novio, si no te gusta compartir-
Susurré a su lado y le robe un beso rápidamente dejándolo con la palabra en la boca, para después subir y llevarle el desayuno a Evan. Maldita sea, soy una perra. Me maldije en mis pensamientos.
Cuando entre en la habitación Evan seguía durmiendo como un bebé. Dejé el desayuno sobre la mesa de luz y me acosté a su lado para poner mí cabeza en su espalda y abrazarlo. Sentí como largaba un gruñido de protesta y se despertaba de a poco.
- buen día mí amor-
Me separé un poco de él y se dio la vuelta mientras refregaba sus ojos con su mano. Me regalo una linda sonrisa y acaricio mí mejilla.
- buen día bebé-
Dijo mientras se sentaba en la cama.
- te traje el desayuno-
Tome la bandeja de la mesa y la puse sobre la cama.
- gracias _____ eres tan linda-
Se estiró hasta mí y beso suavemente mis labios.
-te amo-
Me susurro y tomo su taza de café para darle un sorbo.
- yo a ti-
Me acomode a su lado y desayunamos juntos.
- Ross está abajo?-
Pregunto y después le dio un mordisco a su tostada. Aclare mí garganta nerviosa y asentí.
- si, porque?-
Evan me miró con entusiasmo.
- mí mamá nos invitó a almorzar hoy. Pensaba en que podríamos ir y que Ross venga con nosotros para distraerse un poco-
Tome un sorbo de mí café rápidamente y me queme la lengua. Evan se sobresalto al escucharme gemir del dolor y tomo mí taza para que no se caiga.
- pero ______, ten más cuidado. Te puedes lastimar amor-
Me regaño preocupado, agarro mí cara con sus manos e hizo que lo mire.
- estás bien?-
Asentí
- si Evan tranquilo, no fue nada. Y por el tema de ir a almorzar a lo de tu mamá, me parece bien-
Él me sonrió y beso mí mejilla.
- perfecto, no sabes lo que extraño a mí familia, a mis sobrinos-
Sonreí al recordar a Evan con sus sobrinos. Es lo más lindo que hay y son momentos que hacen que quiera tener hijos con él. Ya que sería un padre increíble.
Evan termino su desayuno y se levantó de la cama.
- iré a avisarle a Ross, prepárate tranquila. Yo llevo las cosas a la cocina-
Dijo tomando la bandeja y luego besando mí frente. Le sonreí y lo vi desaparecer por la puerta. Suspiré y me levanté para cambiarme. Hoy me sentía indecisa, abrí mí armario y habían tantas cosas que no sabía que ponerme. Termine entre un jean y una remera o un vestido largo simple al cuerpo color gris. Lo pensé unos segundos y elegí el vestido. Lo tome y lo puse sobre la cama. Mientras me sacaba la ropa vi a través del espejo como Evan volvía a entrar en la habitación. Me miró de arriba abajo largando un silbido y me hizo reír.
- Ross no se ve nada bien, pero lo bueno es que dijo que si-
Evan se puso a buscar algo de ropa en su ropero y yo terminé de cambiarme. Mientras me sentaba en la cama para ponerme unas zapatillas observé como Evan se vestía. Llevaba unas bermudas de jean y una remera color azul, se veía tan lindo. Me levanté y lo abrace con fuerza. Él se sorprendió pero me devolvió el abrazo con mucho amor.
- que pasa _____? Te noto algo rara-
Pregunto un poco apenado. Me separé de él y le sonreí.
- no me pasa nada, solo que te ves tan lindo hoy. Me siento muy afortunada de tenerte conmigo-
Evan me regaló una hermosa sonrisa.
- me encanta que estés amorosa hoy-
Largamos una carcajada y tome mí bolso. Evan se me acercó ofreciéndome su mano y la tomé para bajar juntos. Cuando entramos en el comedor Ross nos esperaba sentado en el sillón. Nos dió una mirada rápida y sonrió, aunque como dijo Evan no se veía bien.
- ya estoy listo chicos. Gracias por invitarme hoy-
Evan lo tomo del hombro.
- gracias a ti por aceptar amigo, pasaremos un buen día hoy si? Así que no te quiero preocupado-
El escuchar la palabra amigo de su boca, me hacía sentir tan mal. Solo negué con la cabeza y tome la iniciativa de salir de casa. Subimos los tres en el auto de Evan y nos esperaba un largo camino.
