Marcas en la Piel (STEREK)

Capitulo 6

Stiles comenzó a despertar. Sintiendo de a poco los dolores mas fuertes que el día anterior en donde suponía se encontraban los hematomas. Respiró con dificultad, abrió los ojos observando el lugar, la habitación de Derek. Se tomó un tiempo para recordar el regaño del Hombre lobo la noche anterior y como le había cargado como a un niño en brazos por la escalera, sintiéndose avergonzado y patético hundió su rostro en el colchón colándose en su nariz sin permiso el aroma a bosque y cuero tan característico, giró su cabeza buscando la figura del mayor en el lugar, la cama a su lado estaba vacía, no había señales de él por la habitación.

Colocó sus manos en la cama intentando impulsarse lentamente por los fuertes dolores que lo punzaban, lográndolo con algo de dificultad se levantó de la cama, le costaba un poco respirar, al dar unos pasos noto su incomodidad y desequilibrio en la cadera, tal vez la caída por las escalera si había sido mucho mas grave de lo que pensaba, no lo sintió tanto la noche anterior como en este momento, entendía por que Derek se había molestado y le había reñido, debió estar realmente preocupado, él lo estaría, sin embargó el peli negro lo comprendió y acepto su petición de no ir al hospital.
Algo en el pecho de Stiles hormigueo tibio y  extraño por una milésima de segundo, supuso que se debía a los golpes.

Sintió la necesidad de buscar al mayor, así que se dirigió a las escaleras para bajar al living, pisando escalón por escalón lentamente intentando no aumentar los dolores.

Cuando llegó por fin abajo, suspiró cansado.

— Buenos días caperucita—

Stiles cerro los ojos con hartazgo, inhalo profundamente antes de abrirlos y girarse en dirección de la voz.

— Peter— Le nombró corroborando, El mayor Hale estaba sentado en el sofá grande de piernas cruzadas a la altura de los tobillos descansándolos en la mesada baja de en frente, leyendo quien sabe que en un periódico, su típico porte recto lleno de seguridad, le recordaba un poco que era pariente del pelinegro.

— El mismo— Sonrió con su típica mueca altanera que tanto hacia molestar al castaño, y el lo sabia.

— ¿Y Derek?— Preguntó luego de observar al rededor y no verlo.

 Se dirigió hacia la cocina para hurgar en el refrigerador en busca de un poco de comida, el estómago le pedía a gritos ser llenado, con todo el ajetreo de la noche anterior no había ingerido nada desde el almuerzo.

—El lobo feroz no estaba aquí cuando llegué— Informó dejando el periódico sobre su regazo para observar con atención al chico.

— ¿Eso te convierte en la abuela?— Le molestó sin girarse, dios, ¿Cómo hacia Derek para seguir vivo? Todo lo que había en la heladera eran sobras en tapers llenos de moho una cerveza de quien sabe cuando a medio tomar y otros productos que parecían ser lácteos caducados. Hizo una mueca de asco cuando su dedo tocó algo pegajoso en uno de los embaces.

— Muy gracioso— Le respondió, viendo como el menor caminaba despacio de forma apenas perceptible pero definitivamente irregular acercándose al sillón frente a él con un vaso de agua.

— Te preguntaré... Y con toda la intención de molestarte, ¿si quiera tienes casa propia?— bebió observándole fijo.

— Tengo— Sonrió ante la actitud del chico, siempre le gusto el carácter de Stiles, creía que su sobrino y Scott eran unos tontos por no morderlo y hacerlo uno de ellos, sería un gran hombre lobo, un miembro del cual poder presumir con orgullo— Es un gran y lindo departamento en el centro— Presumió— Ahora yo te haré una pregunta— Bajó los pies de la mesa cruzándose de brazos —¿Recuerdas que soy un hombre lobo con sentidos refinados que puede darse cuenta de tu cojera incluso si intentas disimularlo verdad?—