Capítulo 20

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Stiles no paró de mirar curioso por la ventana del Camaro desde que salieron del Loft durante todo el camino hasta el dichoso lugar de su Cita. ¡Cita! Jamás  se hubiera cruzado por su mente que tendría alguna vez en su vida una cita con Derek, era incluso más imposible que pensar en el increíble sexo que tenía ahora con su sexi Novio, !Novio! ¡Ja! El mayor si que rompía todos sus esquemas, es por eso mismo que estuvo totalmente hipnotizado por él desde el primer momento en que lo vio, y mientras más y más veía todas sus facetas, su interior, podía estar seguro ahora de que sin importar lo que pasará siempre terminarían estando juntos de alguna u otra forma, era inevitable, eran dos opuestos, pero al mismo tiempo tan parecidos, se atraían en cada sencillo aspecto, incluso al momento de discutir, fue así también cuando creían que eran enemigos pero no dejaban de pensar el uno en el otro ya sea de buena o mala manera.

El reluciente auto se detuvo frente a un restaurante, de aspecto lujoso pero no demasiado extravagante, el castaño aun que sabía de los planes del mayor no estaba muy seguro de a donde irían, es por eso que había elegido un outfit que resultase intermedio, con unos jeans oscuros y unos zapatos del tipo playero que hacían juego con el color de la prenda, no eran elegantes pero tampoco urbanos, fue más difícil pensar en la parte superior de su vestimenta, por lo que se colocó una camiseta gris casual y encima se puso una camisa blanca que no permitía ver la prenda debajo, de ese modo si tuviera que lucir más relajado podría cambiar de imagen en un segundo, y es por eso mismo que él era el miembro más inteligente de la manada.

Derek se bajó del auto cruzando el Camaro rápidamente hasta el lado del copiloto, el menor no pudo evitar sonreír tontamente cuando el peli negro le abrió la puerta y le ayudo a bajar de modo caballeroso.

— Creí que— Carraspeó el mayor un tanto cohibido ante la mirada intensa de diversión en el menor, no pudiendo evitar sonrojarse un poco, era vergonzoso para el mostrar este lado suyo— deberíamos tener al menos una...— Carraspeó nuevamente apretando sus labios— Tu sabes— dijo sin apartar la mano que aún le sostenía al castaño aun que ya estaban ambos fuera del auto.

Por todo los santos o lo que sea que existiera, Stiles daría lo que fuera por tener una cámara en este momento y grabar a Derek siendo todo lindo y amoroso, lo sentía por todas las mujeres estúpidas que lastimaron al gran lobo feroz , se perdieron un maravilloso hombre. Sonrió de manera dulce pero con ojos llenos de entusiasmo.

— ¿Nos quedaremos afuera todo el día?— Bromeó— Vamos Sourwolf— Le instó a entrar— Voy a presumir de esto por el resto de mi vida— Aseguró  dándole un sutil codazo en el brazo, entonces ambos ingresaron al local.

El recepcionista los guio hasta su mesa que estaba reservada a nombre del señor Hale, ambos tomaron asiento, el castaño observaba con ojos grandes y curiosos todo el lugar mientras los meseros les servían las elegantes botellas de vino caro y las pequeñas entradas mientras esperaban el plato principal.

El lugar era lindo, con el color blanco luciendo en exceso en todas las paredes y algunos adornos, como extrañas cornamentas u jarrones tallados que contenían flores frescas de variados colores, hacían contraste con las mesas de color caoba, y las sillas de madera con texturas del mismo color, los manteles de  un color durazno claro combinando con las servilletas blancas de bordados floridos en su contorno descansando junto a los platos de porcelana y los utensilios de plata. Elegante y sutil.

Derek sirvió un poco de vino en las copas de ambos, observando atentamente la actitud del menor desde el momento que estacionó el auto, realmente esperaba darle una gran primera cita, el menor era alguien importante, especial, era todo para él en todos sus sentidos, lo había aceptado desde el inicio, cuando nadie más lo escuchó, cuando nadie más le dió una oportunidad, una razón a la duda, ahí estaba él, observándolo con esos enormes ojos color whisky, parloteando sin parar, riñéndole con palabras sarcásticas, o con verdades absolutas, pero siempre a su lado, hasta el punto en que se convirtió en el pensamiento constante y secreto que siempre rondaba su mente incluso sin quererlo, y ese hiperactivo, inteligente hermoso chico, lo había elegido. El universo sabía lo difícil y terroríficos que era para él decir aquellas palabras en voz alta, el temor constante de enunciarlo y que se lo arrebataran, tal vez no podía hablarlo, pero le demostraría con todo su ser que era digno de ello.

Marcas en la Piel (STEREK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora