Capítulo 21

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Kate se estaba impacientando, mientras lo arrastraba el menor gimoteaba el nombre del Lobo y se retorcía tristemente intentando zafarse sin éxito. La rubia giró los ojos cansada.

—Hay ya Stiles, no importa cuánto digas su nombre Derek no te escuchará— Dijo de forma suave y neutral como si se tratase de lo más insignificante, mirándolo de reojo mientras le daba la espalda por estar jalándolo.

El castaño le miró con los ojos llenos de lágrimas y odio, el rostro hecho un desastre por ser jalado a lo largo del pasillo para llegar hasta el ascensor que ya se encontraba cerca, aún estaban arriba, por lo que ningún inquilino pudo darse cuenta de lo sucedido.

Kate se de tuvo ante los ojos iracundos, soltando de forma brusca la pierna del castaño que golpeó secamente en el piso haciendo que soltará un gemido de dolor.

—¿Te duele que diga su nombre?— ironizó.

El castaño solo re afianzó su mirada directo hacia ella en silencio, la rubia elevando su mandíbula en una postura de superioridad.
Kate golpeó con fuerza en la cabeza del menor de una patada haciendo que perdiera la conciencia.

—Bien— Dijo sonriendo con suficiencia.

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"Derek..."

Un eco de su nombre retumbó en la nada, en la oscuridad, y se alejo como si la corriente en un río se lo llevara lejos, luego de un momento de silencio asfixiante que no supo cuánto duró, pudieron ser segundos, minutos u horas, fue remplazado por un zumbido tintineante molesto, que había comenzado de la nada casi apacible hasta volverse ensordecedor.

Cuando el zumbido se hizo tan potente que llegó a dolerle los oídos, Derek abrió los ojos.

Un enorme blanco casi enceguecedor le rodeaba, parecía infinito, ninguna señal de algún tope , solo, blanco

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Un enorme blanco casi enceguecedor le rodeaba, parecía infinito, ninguna señal de algún tope , solo, blanco.

El sonido ya no se escuchaba, reinó el silencio, era casi pacífico, si no fuera por el dolor abrumador que sentía en el pecho.

Aturdido y confundido, miró hacía su alrededor, buscando, lo que sea, cualquier cosa, cuando de repente no muy lejos, a unos metros se encontraban dos figuras oscuras, ambas mirando en su dirección.

Derek caminó hacia ellos, en cada paso volviéndose más nítido, cuando hubo estado a unos pies de distancia pudo ver con claridad.

Dos lobos negros, grandes e imponentes estaban parados mirándole, cada uno en un costado diferente, como si un camino invisible pero pequeño se pusiera entre ellos, el camino recorrido por Derek, quien se detuvo frente a ellos. En silencio los observó a ambos, Hermosos y Salvajes.

Marcas en la Piel (STEREK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora