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Pov Percy (tiempo actual) (aclaración voy a cambiar fechas, aquí la batalla contra Gaia termina a finales de Julio, eso es todo)

Habían pasado dos semanas desde que Leo se sacrificó para poder terminar con Gaia, acaba de despertar en mi cabaña del Campamento, puesto que las vacaciones habían comenzado y eso quería decir que mi estancia en este comenzaría oficialmente. La semana pasada me la había pasado en casa con mi mamá y Paul, y en este momento me sentía de maravilla, estaba recordando el momento en que llegue después de todo esto y me topé con la imagen de mi madre con una niña en brazos, mi pequeña hermanita había nacido, en ese momento sentí mucha alegría pues era hermano y además hace meses que no veía a mi madre, sin contenerme comencé a llorar, y me avalase sobre ellas teniendo cuidado de no aplastarlas ni empujarlas para evitar un accidente, mi madre con su brazo libre me correspondió el abrazo , y veo como lágrimas de felicidad comienzan a salir de sus ojos.

-Percy, hijo, ¡estás bien!, ¡estás aquí!-es lo que me dijo ella, como si creyera que está en un sueño y en cualquier momento pudiera volver a desaparecer. Y me parece algo raro pues ya días antes le merque para saber de ella y para que dejara de preocuparse.

-Si mama, todo está bien, estoy aquí y no pienso irme en un buen tiempo- dije separándome un poco de ella, y en ese momento me fije en la pequeña que lleva en brazos e instintivamente sonreí- ¿y ella es?- pregunte en broma queriendo aligerar un poco el ambiente y con ansias ya de confirmar lo que estaba pensando.

-Ella es Estelle, tu nieva Hermanita- me contesta ella con una sonrisa- ¿la quieres cargar?- me la ofrece y yo la acepto, estirando los Bazos para poder tomarla, es tan pequeña se ve que no tiene mucho de nacida, si acaso unos cuantos meses, tiene el pelo Castaño como mi madre, y unos ojos obscuros y de color café como los de Paul, en pocas palabras es bellísima, casi la iba acomodando cuando ella voltea a verme, y comienza a balbucear entre pequeñas risas que escapan de su diminuta boquita, la acerco y le doy un beso en la frente, un flash me interrumpe, volteo a ver qué es y me encuentro a Paul abrazando a mi mama, la cual tiene una cámara que fue la causante del flash, sin aviso un sonrojo de vergüenza se apodera de mi cara, pues me había olvidado que seguían ahí. Pase al departamento y dentro tuvimos una cena familiar como la que no teníamos en mucho tiempo, fue un momento grandioso.

Después de recordar todo eso, termino de prepararme pues ya es hora de almorzar, salgo de mi cabaña con una sonrisa, tengo un buen presentimiento el día de hoy. Tal vez será porque me siento un poco más fuerte y con mayor energía, o el hecho de que me sintiera más... ¿completo?, no sé cómo decirlo es como si antes faltara una parte de mí, pero ahora ya no, lo dejo pasar no creo que sea algo importante, además ya tengo hambre y quiero mis panqueques azules.

Llego al comedor y me siento en la mesa de mi padre, cojo mi comida realizo la ofrenda a los dioses, y estoy por regresar a mi asiento cuando noto algo en el cielo, era una figura a muchos metros por encima de nosotros, trate de distinguir que era pues me parecía algo familiar, reconocí un par de alas bastantes grande y el cuerpo era aun mas grande y brillaba soltando destellos al sol, como si fuera hecho de metal. Alto!!, metal, y la figura es realmente parecida a un dragón, ¡¡Festus!!, ¡¡Leo!!, comienzo a correr hacia el campo de entrenamiento, pues es hacia donde veo que se dirige, noto a varias personas siguiéndome, pero no es porque también hayan visto el dragón que trae a mis amigos, (estoy seguro que se trata de ellos), creo que corren para ver que es lo que me pasa, han estado así todos desde mi ruptura con Annabeth, pero no pueden entender que eso fue por acuerdo de ambos, pues yo desde hace tiempo ya no me sentía cómodo de esa forma y ella después de lo que paso con Aclis en el Tártaro no me trataba igual tenia un poco de desconfianza y miedo, así que fue lo mejor para ambos, nos seguimos tratando, 6 años juntos de amistad no se borran fácilmente, pero eso es lo que somos ahora solo amigos y estamos bien con ello. Llego al campo, y me detengo, lagrimas de felicidad salen de mis ojos, Leo no murió de alguna manera consiguió tomar la cura del medico, y esta aquí a regresado, siento los brazos de mis amigos a mi alrededor, y todos comienzan a preguntar que me pasa.

-Percy, contesta ¿Por qué lloras Bro?- me pregunta Jason.

-Miren arriba- es lo que les contesto a todos antes de separarme y acercarme mas pues esta a punto de aterrizar.

Festus aterriza a solo unos metros de mi y sin evitarlo, me lanzo encima, no se como he conseguido saltar a tan alta altura, pero no me interesa, y es ahí donde lo veo, Leo esta abrasando Calipso, me abalanzo sobre el, y lo abrazo, me alivia tanto el saber que no ha muerto, no puedo soportar el perder a alguien mas, ya han muerto muchas personas que me importan, y en ningún caso logre evitarlo a pesar de que si me hubiera esforzado mas hubiera podido evitarlo o cuando menos tomar su lugar, pues era yo el que debería haber muerto, luego sin que el se lo esperara, le doy un golpe en brazo.

-¿Qué te pasa?- me pregunta mientras se soba el brazo.

-¿Qué te pasa a ti?, haber desaparecido de esa manera, ¡creíamos que estabas muerto!- le respondo enojado, pero con una sonrisa en el rostro. No la puedo retener.

-Perdón tío, pero tenia un asunto pendiente- dice señalando a Calipso, se me olvidaba que estaba ella también.

-Hola, ¿Cómo estas?- menciono nervioso, la ultima vez que la vi, la rechace y abandone en su isla, así que todo esto se a puesto un poco incomodo.

-Mejor, ¿Y tú? ¿Feliz disfrutando a tu pareja?- responde un poco enojada, yo hago una mueca por dos motivos, uno me recordó a Annie y dos también me arde de la maldición que le había lanzado y recibió estando en el Tártaro.

-Terminamos- es lo único que respondo antes de bajar por fin, viendo como mis compañeros, que están con cara de asombro, no se han movido nada desde que subí. En ese momento baja Leo, y los mira un poco preocupado.

-¿Qué les pasa?- me pregunta

-Están sorprendidos- respondo lo obvio, y al final simplemente me rio, las expresiones de todos, son oro, como desearía tener una cámara para tomarles una foto.

Entonces en mis manos aparece una cámara, la miro con asombro, pero no hago preguntas, seguramente es de Leo y también quiere tomarles una foto. Me coloco la cámara frente a la cara, y la tomo, el flash hace que por fin reaccionen, se acercan con expresión neutral y yo ya estoy seguro de lo que se viene, así que me alejo. Los chicos, le empiezan a hacer bronca a Leo, y este voltea a verme con cara de súplica, pero no hay nada que pueda hacer por él, más bien debería agradecerme el que no me les una, resignado acepta todos los golpes y quejas que los chicos y bueno todo el campamento le dan.

En este momento me siento tan feliz, pero de un momento a otro, las plantas a mi alrededor comienza a crecer y flores surgen en todo el campo, no sé qué sucedió, seguro que es obra de la cabaña de Deméter, no encuentro otra explicación. Pero es raro que todo pasara alrededor mío, dejo todo esto pasar, no pasa nada malo.

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Bueno aquí está un capítulo más, de esta historia estoy tan feliz,

¡Gracias!

Gracias a los que le dieron la oportunidad a esta historia, estaré tratando de publicar capitulo lo más seguido que pueda, aunque no creo que tarde más de una semana entera sin publicar nada así que la historia ira avanzando rápido.

Nos vemos luego!!

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