*AU omegaverse.
Parte 1: Castigado.
Los Merodeadores tramaban algo Severus lo puede sentir, estudiando con ellos desde hace seis años y siendo pareja de uno de ellos desde hace más de un año ha aprendido a leer las señales. La más obvia fue que hoy llegaron a tiempo a la clase de pociones.
Ellos.
A tiempo.
A pociones.
Sin que los arrastraran de las orejas.
Eso no es normal.
— Más le vale, bola de idiotas, que no hagan una estupidez para arruinar la clase — les advirtió amablemente cuando el salón se comenzó a llenar con los demás estudiantes.
— ¿Nosotros?. ¿Arruinar la clase? — Sirius parecía indignado y ofendido, Severus no le creyó nada — ¿Por quienes nos tomas?.
— ¿Tan poca fe nos tienes?.
Severus le mando una mirada plana al alfa de lentes que tiene por pareja.
— Sí. De hecho.
— Auch, eso fue cruel — se adelantó para dejar un fugaz beso en los labios de su omega — pero aún así te amo.
Severus odia y ama la facilidad que tiene James para avergonzarlo.
— Solo... solo no hagan una estupidez — dijo antes de ir a su puesto junto con los otros Slytherins, segundos antes de que el profesor entrara.
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Severus iba caminando hacia las mazmorras pisando fuerte y con el ceño fruncido, mientras echaba pestes en murmullos a diestra y siniestra espantando a todo alumno que se meta en su camino.
Lo sabía, sabía que algo iba a pasar, pero confío estúpidamente en Los Merodeadores ¿Y que ganó? El cabello pintado de azul chillón y todas las pociones de la clase arruinadas. Todo iba sospechosamente tranquilo y no hubo ningún percance, hasta la mitad de la clase cuando una caja que estaba en el fondo del salón, y nadie había notado hasta ese momento, explotó y de ella salieron un montón de fuegos artificiales de diferentes formas y colores que serpentearon sobre sus cabezas unos minutos algunos de los estudiantes, mayormente de Gryffindor, se rieron del espectáculo, hasta que una las figuras brillantes cayó en un caldero, el cual explotó causando una reacción en cadena que terminó con el salón lleno de humos multicolores, ya que no a todos les estaban saliendo muy bien que digamos.
Ambos grupos, Slytherin y Gryffindor, terminaron en la enfermería para asegurarse de que no tenían efectos secundarios negativos, aparte de los cabellos de diferentes y llamativos colores no hay nada mal. En cuanto Severus tuvo el visto bueno de la enfermera salió disparado de la enfermería, no estaba de ánimos para lidiar con nadie.
— ¡Sev espera!.
James, al parecer, tiene otros planes.
— Ahora no Potter.
— Vamos no seas exagerado — colocó la mano en el hombro del omega en cuanto lo logró alcanzar.
— ¡¿Exagerado?! — gritó, soltándose y girando de golpe para encarar al alfa, que ahora tiene el cabello morado — tres semanas Potter, llevaba tres jodidas semanas trabajando en esa poción. ¡Y tu estúpida broma la arruino de cinco segundos!. Te dije que no lo arruinaras, ¿Y acaso me escuchaste? No, nunca lo haces.
— Ok, lo siento ¿Vale? No pensé que te enojarías tanto.
— ¡Tú nunca piensas en las consecuencias!.