*AU omegaverse.
Unión.
No está realmente seguro de cómo fue que terminó aquí y ahora, no es como que se arrepienta en lo más mínimo, no con la compañía y situación en la que se encuentra, pero sí le gustaría tener la mente más clara del como llegaron a esto. Tiene una vaga idea pero nada más, es decir, recuerda perfectamente el haber salido con sus amigos del salón donde tuvieron su último examen y sentirse como si le hubieran liberado de la cárcel; fue el último examen, en la última de semana de clase, en su último año en Hogwarts, ya solo le queda esperar sus notas durante los siguientes días, pero como durante las últimas semanas se ha estado rompiendo la cabeza para asegurarse de tener las mejores notas posibles, se encuentra muy seguro de haber respondido todo correctamente, por lo tanto considera que ya está prácticamente graduado. Después de salir de "la última tortura"; palabras de Sirius, todos soltaron el grito al cielo en forma de celebración y los merodeadores aullaron, cual lobos a la luna llena, avivando aún más los gritos de sus compañeros, incluso los que probablemente deberían repetir la prueba en unos días formaron parte de la pequeña bola de euforia.
Con esas mismas energías, ánimos y fuerzas, es decir, un escándalo total, fue que los Gryffindors entraron al gran comedor para el almuerzo, es viernes así que no deben preocuparse por más clases o exámenes por el reto del día. No pasó mucho antes de que por las grandes puertas entraran un grupo de Slytherin quienes, también acababan de terminar su último examen y se dirigieron animadamente hacia su mesa.
Todos excepto uno.
Severus Snape se quedó parado junto a las grandes puertas de madera dando una mirada a la ruidosa mesa de los leones buscando a alguien, cuando los oscuros ojos del omega dieron con su objetivo se encaminó hacia él con una sonrisa y un pavoneo poco común en el siempre serio mestizo.
— Hermano te buscan.
James se cortó a medio chiste cuando Sirius le habló al tiempo que le daba un codazo para llamar su atención y apuntar a la puerta, en el momento en que el alfa de lentos posó su vista en la delgada figura de su pareja acercándose hacia él con esa sonrisa y esa forma de caminar, que atraía la mirada de más de uno, en su cara se formó una boba sonrisa e ignorando las burlas y sugerencias poco inocentes de sus compañeros solo se dedicó a disfrutar de la sensación de las suaves manos de su precioso omega dando una caricia a su rostro y del beso dejado en sus labios.
— Hola cariño ¿Me extrañaste?.
Después de eso todo está realmente confuso. Es decir, tiene fragmentos de algunas cosas aquí y allá, como su novio susurrándole al oído que le tenía una sorpresa; su recompensa por todo el esfuerzo a la hora de estudiar, antes de tirar se su corbata y él siguiéndolo obedientemente, sin siquiera escuchar las quejas de sus amigos y olvidando por completo su comida, las manos del omega dando caricias; para nada inocentes por donde alcanzaran, las cuales le mandaban un placentero escalofrió aún con la ropa de por medio, los fogosos besos que se daban cada tantos metros recorridos; por los cuales alguno siempre terminaba con la espalda pegada a la pared del pasillo, los jadeos, gruñidos, suspiros y palabras de amor adornaron todo el trayecto.
Trayecto del cual James ni enterado ni donde estaba parado, tenía cosas más importantes en que concentrarse.
Ignoró los pasillos que recorrieron, no le prestó atención a los estudiantes, fantasmas o cuadros que pasaban, no se dió cuenta de las escaleras que subieron, no se enteró en que momento habían entrado a la habitación y casi que no sintió cuando cayeron sobre la gran y cómoda cama. En pos de darle toda la atención que pudiera reunir únicamente a su pareja.