Novios bromistas.
Severus y Remus están disfrutando del cálido ambiente que hay en la habitación, cada uno cómodamente sentado en un sillón individual, con una manta sobre las piernas, una buena taza de té caliente y un libro para entretenerse. Afuera está lloviendo como si el cielo se fuera a caer en cualquier momento y hace un frío tremendo, ni locos van a salir con esa tempestad, prefieren mil veces quedarse dónde están ahora; solo un idiota querría salir con ese clima.
Un puerta siendo abierta y cerrada de forma ruidosa junto con las escandalosas carcajadas le avisaron que sus idiotas decidieron regresar por fin.
Despegaron la vista de sus respectivos libros, para ver al par de recién llegados y levantar una ceja de forma idéntica, pasar tanto tiempo juntos los está afectando y a veces terminan copiando alguna acción del otro.
Frente a ellos se encuentran los herederos de dos de las familias pura sangre más antiguas e influyentes de toda Inglaterra mágica: James Potter y Sirius Black. Ambos pura sangre, millonarios, atractivos, populares, sueño húmedo de casi todas las chicas y muchos chicos de Hogwarts.
Además de ser sus novios.
Ahora parecen un par de niños de cinco años: empapados de pies a cabezas, la ropa desacomodada, temblando de frío, las caras rojas, quizás por el frío o por la actividad que habían estado haciendo durante la última hora, y manchados de lodo por todas partes.
— ¿Qué demonios les pasó a ustedes dos? — Severus fue el primero en hablar, con esa delicadeza que lo caracteriza.
El empapado par intercambió una rápida mirada antes de que Sirius respondiera — A nosotros nada. Solo estábamos jugando ¿Y ustedes?.
— Eso lo sé idiotas — gruñó — lo que quiero saber es por qué parecen un par de cerdos recién revolcados.
— ¡¡Él empezó!! — el par pura sangre se vió a la cara después de soltar las mismas palabras al mismo tiempo.
— ¡Tú me tiraste al lodo primero! — acusó James.
— ¡Tú me lanzaste la primera bola de lodo! — se defendió Sirius.
— ¡No es cierto, tú empezaste!.
— ¡No, fuiste tú!.
— ¡Fuiste tú!.
— ¡Que tú!.
— ¡No tú!.
— ¡Tú!.
— ¡Tú!.
— ¡¡TÚ!!.
— ¡¡TÚ!! — tomó algo del lodo en su camisa y se lo embarró en la cara.
— ¡¡Eres un!! — Sirius se le tiró encima y el par de adolescentes comenzaron una ridícula pelea en el suelo.
El par de mestizos soltaron un suspiro al mismo tiempo; mientras Severus cerraba los ojos y apretaba el puente de su nariz, pidiendo paciencia a cualquier deidad superior, Remus se cubrió la boca, tratando de contener su risa. Después de unos minutos la pelea se detuvo y los empapados magos se quedaron sentados en el suelo temblando de frío.
— Remy — habló Sirius — tengo frío. ¿Me puedes traer una toalla?, ¿Por favor?.
El hombre lobo tomó una larga respiración antes de sonreírle a su pareja — Está bien — marcó la página que estaba leyendo y se levantó — ya regreso.
Sirius le sacó la lengua a su amigo a su lado.
— Sev, mi amor. ¿Me puedes traer una toalla también?.
— Debería dejar que te murieras de frío. Te dije que no salieras con ésta lluvia, pero tú nunca me haces caso.
— Seeeeev tengo frío — James tembló de forma exagerada y le mandó a su novio la mirada más lastimera que pudo lograr — ¿Por favoooor?.
El Slytherin se lo quedó viendo a los ojos por cinco segundos antes de soltar un suspiro derrotado, es demasiado débil contra el Gryffindor — Está bien — levantó una mano y murmuró un accio. En el momento en que entró Remus una toalla paso volando sobre su cabeza hasta la mano del más bajo del grupo reunido.
Ya acostumbrado a ver al Slytherin hacer magia sin varita Remus le tendió la toalla a su pareja — Aquí tienes.
— ¿Te puedes acercar más? No quiero ensuciar más de lo que ya lo he hecho.
El amable lobo no se pudo resistir a la petición y se acercó hasta estar a un pasó de distancia para ofrecerle la toalla de nuevo, Sirius extendió una mano pero envés de tomarla agarró por la muñeca a su desprevenido novio y dió un fuerte tirón, Remus no fue capaz de mantener el equilibrio y terminó en el suelo con su empapado, sucio y perruno novio abrazándolo, manchando su ropa de paso.
— ¡Sirius!. ¡No!, ¡Estás mojado y cubierto de lodo!. ¡Quítate! ¡Está frío Sirius!. ¡No! ¡Quítate! ¡Quítate! ¡Suéltame!. ¡Siriuuuuus!.
El perruno animago hizo oídos sordos de todas las quejas mientras lo abrazaba y llenaba su rostro de besos, asegurándose de pagarle todo el lodo posible.
La otra pareja vió con detalle el intercambio, para luego voltear al mismo tiempo y verse a los ojos, una sonrisa se extendió por el rostro de James mientras Severus fruncía el ceño para ocultar la ola de pánico que pasó por su cuerpo.
— Que ni se te ocurra.
— Seeev — cantó el apodo.
— James. No.
— Mi amor — se puso de pie lentamente.
— Te lo advierto — Severus también se levantó, tirando sin cuidado el libro y la manta con los que estaba tan como hace tan poco.
— ¡Dame un besito! — corrió hacia su novio con los brazos abiertos y una gran sonrisa.
— ¡No!. ¡Potter aléjate! — le tiró la toalla a la cara y salió corriendo, en un intento por mantener sus ropas intactas.
La persecución no duró mucho y en menos de cinco minutos James tenía entre sus brazos a su gruñón novio, llenado su cara de besos y escuchando sus promesas de venganza.
Ahora con todos sucios y mojados cada pareja se fue a su habitación, con el plan de darse un buen baño caliente antes de continuar con su tarde de vagancia, pero lo que en un principio sería un baño de no más de quince minutos se convirtió en dos horas de "tiempo de pareja", como lo decidieron nombrar el par pura sangre. Cuando por fin volvieron a bajar James y Sirius parecían más frescos que una lechuga mientras que Severus y Remus lo único de lo que tenían ganas era de dormir el resto del día.
Todos se reunieron el una de las tantas salas de la mansión Potter y se acomodaron, cada pareja en un sofá, para ver la televisión que funciona a base de magia, que habían conseguido los señores Potter como un regalo para sus chicos. Mientras James y Sirius disfrutaban algún programa de concursos sin sentido los mestizos se acurrucaron para dormir, ya luego discutirían sus planes de venganza contra sus novios.
~~~FIN~~~
¿Hay algo más ridículo que jugar con lodo? Creo que no.
¿Qué tal? Hoy intenté algo nuevo y metí un poco de Sirius x Remus, por ahí alguien me comentó que quería algo de ellos y aquí está.
Tal vez haga más de ellos, ya veremos en el futuro.
Dos días, ¡Dos días y acabamos! No sé si estar feliz o triste ¿Cómo se sienten ustedes?. Quiero saber su opinión.
Les sugiero que estén listos porque tengo planeado darles diabetes con la siguiente parte, ¡Así que cuidado!.
Bajo aviso ni hay engaño.
¿Ideas?, ¿Consejos?, ¿Dudas?, ¿Estrellitas?.
Nos leemos en la siguiente parte.
₍₍ ◝( ゚∀ ゚ )◟ ⁾⁾
Escrito: 28/11/2020.
Publicado: 8/12/2020.