•Capítulo 5: Un día con ricitos de oro y sus tres ositos•

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Los F4 no tardaron en bajar mi dignidad tomándome fotos con gorros igual de exóticos y divertidos, pero luego nos dirigimos a otro sitio, para así tomar más fotos y entregar un bueno trabajo al profesor. Al menos a dos de esos chicos sí les importaban su notas, pues ellos apoyaron ésta idea.

Por votación, terminamos yendo a un parque de diversiones.

—Bien, ¡entremos ahí! —exclamé emocionada

—¿Estás loca? —Jun Pyo me miró casi con horror— ¡Eso nos va a matar a todos!

—Jun Pyo, cálmate. —le dijo Ji Hoo

—Seh... Nos están mirando, Jun Pyo. —le susurró Woo Bin algo avergonzado

Yi Jeong sólo sonreía a las personas que pasaban, aunque éstas no podían ver su sonrisa debido a su cubreboca.

Los cinco llevábamos puesto casi lo mismo para cubrir nuestro rostro, pues Ji Hoo, Jun Pyo y yo traíamos un gorro negro con diseño simple y lentes del mismo color, mientras que Yi Jeong y Woo Bin sólo llevaban un cubreboca color azul. Aunque de igual modo, ellos se turnaban para cambiar de accesorios.

—Eres un miedoso, hasta yo parezco más hombre que tú. —le provoqué

—Eso no es cierto. —Jun Pyo me vio molesto, para luego alejarse

Ay... Para qué dije eso, ya le hice molestar.

—¿Herí su orgullo y se fue por eso? ¿O qué hice? —me pregunté a mí misma en voz baja

—No creo que se haya ido por eso. —me respondió Woo Bin, quien al parecer me escuchó. Este estaba justo detrás mío, así que volteé para verlo a la cara

—¿Ah? —emití, esperando que detallara mejor sus teoría

—Mira ahí. —me dijo Ji Hoo, señalando a Jun Pyo comprando unas entradas

—Se va a arrepentir. —fue lo primero que soltó Ji Yeong

—Apuesto 7000 a que no aguanta ni tres minutos en el juego y decide bajarse. —agregó Woo Bin

—Yo apuesto un jarrón con diamantes a que sólo aguanta cinco minutos. —se unió Yi Jeong

Vaya, qué poca fe le tenían a su amigo... Aunque la verdad yo apostaría a que no aguanta ni un minuto, jeje.

—Pero Jun Pyo se ve decidido. —comentó Ji Hoo, provocando que pensara mejor en la apuesta que estaba por soltar

Era verdad lo que Ji Hoo decía. Jun Pyo compró las entradas, más que nada, por su orgullo... Y el orgullo muchas veces es más fuerte, así que...

—Yo apuesto 9000 a que él aguanta hasta que termine el juego.

—Vaya, no esperaba eso. —me dijo Woo Bin— Pero está bien.

—Te veo confiada. —me susurró Ji Hoo, para que los otros dos no nos oyeran

—Tengo una estrategia para ganar. —respondí sonriente, en el mismo tono de voz

—¿Vas a hacer trampa? —me preguntó sospechoso

—No, ¡cómo crees! —exclamé en un susurro— Sólo que ricitos de oro no permitirá que hieran su orgullo ni dignidad, por eso creo que no va a desistir en el juego ni aunque haya alguna falla.

Bueno, exageraba tal vez un poco, pero con lo poco que lo conozco se notaba lo orgulloso y vanidoso que era.

—Ah, pero puede que al último momento se arrepienta. Jun Pyo no es bueno con las excusas, pero hace lo que quiere y se puede salir del juego si ve que es muy peligroso.

Me Quedo Contigo (F4 y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora