Cara B - [A Luimelia playlist]

Pista 61. Mi confianza

El verano anterior, aprovechando el mes de agosto con menos clientela y más relajado para el ritmo laboral madrileño, habían hecho alguna pequeña reforma en el King's, dándole un nuevo aire al local sin perder la esencia de siempre y, tras su reapertura, habían incorporado de manera habitual en su programación entre semana actuaciones en directo de grupos y cantantes que buscaban una pequeña oportunidad para darse a conocer e ir cogiendo experiencia sobre el escenario y, cuando era posible, allí se reunía el grupo de amigos para tomarse unas cervezas disfrutando de nuevos músicos que apuntaban maneras en la industria musical.

Aunque habían pasado ya unos años desde que coincidieron por primera vez todos en el teatro y después sus caminos laborales habían ido en distintas direcciones, haciendo cada vez más difícil coincidir, en los últimos meses trataban de verse al menos cada cierto tiempo.

La responsabilidad de Luisita dentro de la productora era cada vez mayor en todos los aspectos y contaba con la total confianza de Nieves para dar luz verde y dirigir alguna de las ideas que surgían. Marina seguía en el teatro, ahora ejerciendo funciones financieras y de recursos humanos en la parte administrativa mientras Mateo y Fede alternaban como técnicos de sonido en las funciones o en cualquier rodaje que llevara a cabo la compañía, según las necesidades e Inma continuaba en el departamento de vestuario del teatro. Amelia, tras la primera temporada en Amar eternamente, con posibilidades reales de hacer cine y poder seguir creciendo en su carrera, acordó con el director de la serie que tanto su personaje como el que interpretaba su amiga Natalia estuvieran sólo durante los primeros meses de la siguiente temporada, devolviéndolas a Barcelona con su hijo pero dejando la puerta abierta a posibles regresos en el futuro y había comenzado el año con una nueva película a la que se unió otra pocas semanas después de terminar el rodaje de la primera, pudiendo disfrutar de unas semanas de vacaciones con Luisita durante el verano antes de comenzar a rodar en otoño una nueva serie, esta vez semanal, con jornadas de trabajo más descargadas y sin las prisas de la diaria.

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Casi todos los días que había actuación, aunque no se llenaba completamente, el aforo del King's era bastante aceptable y, en la mayoría de ocasiones, todas las partes, clientela, músicos y dueños del bar, quedaban muy satisfechos con el espectáculo.

Quedaban pocos minutos para que diera comienzo el concierto que tendría lugar esa noche y los chicos disfrutaban en su mesa de la segunda cerveza de la noche, esperando a ver qué tipo de música sonaría aunque sin preocuparse demasiado en eso ya que lo que pretendían era pasar un rato todos juntos como hacían años atrás al terminar la función de teatro cuando Amelia recibió una llamada de teléfono y se levantó de su asiento para atenderla.

- Luisi, ¿Amelia? – preguntó Mateo viendo que la morena tardaba en regresar a su sitio.

- No sé Mateo. Yo también estaba sentada aquí, he visto lo mismo que tú – respondió la rubia.

- Pues esto va a empezar en nada – intervino Fede.

- Bueno, sabe dónde estamos – dijo sujetando su jarra de cerveza para dar un trago.

Las luces del local bajaron y Mónica, que ahora se turnaba con Gus para presentar a los artistas que actuaban sobre el pequeño escenario del King's, subió a él para introducir al de esa noche.

- Seguramente muchos de vosotros ya la conocéis y es probable que la hayáis visto por aquí, aunque esta sea la primera vez que se sube a este escenario. Es actriz, baila, canta y, a veces, coge una guitarra y se anima a cantar en público ella sola.

- ¿Amelia? – se giró Inma hacía Luisita cuando Mónica hacía la presentación.

- Sí, pero no sé... Vamos, que no me había dicho nada – expresó extrañada.