Razones

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Había perdido la noción del tiempo, pero eso no era importante solo sabía que le gustaba estar así. En algún momento buscó sus labios y sin romper el abrazo se habían besado lenta, larga y tiernamente, notando de nuevo lo mismo que había sentido en los besos que habían compartido en ese departamento.

- Neji... — no quería romper el momento, pero de verdad necesitaba saberlo — ¿te puedo preguntar algo?

- Dime

- ¿Por qué me rechazaste en el lago? — él no le contestó, en respuesta solo volvió a besarla, cambiando lentamente lo que hasta el momento era un roce suave a uno más apasionado

La acercó más a él al tiempo que empezaba a subirle la falda del vestido para que ella pudiera abrir las piernas y subirse en la cama encima suyo. Neji liberó sus labios empezando ahora a pasar la lengua desde su cuello hasta el lóbulo de la oreja, su piel se erizó por completo por la sensación, llevando automáticamente sus manos a buscar la forma de soltarle el abrigo del atuendo, dicha prenda cayó en algún lugar del suelo y él solo se apartó lo suficiente para dejar que le quitara la camisa. Ella tuvo que bajarse de la cama una vez el bajó la cremallera del vestido para que este se resbalara por su cuerpo antes de volver a subirse a su regazo. El beso se estaba volviendo insuficiente, y difícilmente conseguirían estar más cerca de lo que ya estaban, o al menos no mientras los dos conservaran la ropa interior, pero antes de intentar hacer algo más fueron sus fuertes manos las que empezaron a recorrerla completa, girándolos en el colchón para empezar a hacer el mismo recorrido con sus labios. Ella se estremecía por las caricias, a diferencia de la forma en que la había tocado esa tarde en los terrenos Hyūga, esta vez no era solo deseo desbordante lo que dominaba la situación, él recorría con detenimiento su cuerpo como si estuviera conociéndolo por primera vez, aunque de alguna forma era una primera vez. Sí, era una primera vez en la que los dos estaban conscientes de lo que estaban haciendo, no desinhibida por una sustancia externa como en su casa y no sobrellevados por el deseo puro como fue después. Sintió sus labios deslizarse y ascender desde la punta de sus pies deteniéndose el tiempo suficiente en su centro palpitante que suplicaba por ser llenado, una parte de ella intentaba analizar lo seguro, diferente y avezado que demostraba ser el Hyuga en esa situación, pero antes de poder pensar algo más su mente se desconectó porque fue arrastrada al primer orgasmo de la noche.

Su ropa interior había desaparecido mucho antes que la de él, quien se levantó de la cama el escaso tiempo que le tomó deshacerse de las prendas que le faltaban antes de acomodarse otra vez sobre ella, buscando sus ojos para pedir la autorización de hacer lo que seguía, ella lo besó en confirmación y lo sintió entrar en su interior suavemente, moviéndose despacio hasta que ella misma le pidió que fuera más rápido, y así lo hizo, estaba sobrecogida por los sentimientos, sabía que en ese preciso instante podía definir con exactitud lo que era hacer el amor, eso era lo que él le estaba transmitiendo en ese momento. Quería besarlo pero les era imposible, el aire les estaba faltando a medida que el final del encuentro se acercaba, su gemido culminante surgió sin ninguna posibilidad de silenciarlo y tan solo un par de estocadas después apareció el de él. Sentía la calidez en su interior, y además sentía una felicidad inexplicable.

Él se rodó en la cama cuidando de no aplastarla, la agarró de la cintura para atraerla a sí mismo y casi obligándola a recostarse en su pecho, fue su turno de escuchar sus latidos acelerados. Con uno de sus dedos ella empezó a hacer círculos en ese perfecto abdomen, rozando con suavidad esa cicatriz de su parte baja que le había sido desconocida antes, él por su parte estaba delineando su espalda con la mano

- Neji... — dijo con inocencia

- Dime

- Esto no contesta mi pregunta


Consecuencias (NejiTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora