Tranquilidad y paz

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- Neji — él levantó la mirada de su plato — ¿qué vamos a hacer con Kankuro? — a su mente de una vez volvieron las palabras de ese día en Suna, había olvidado por completo la estúpida apuesta. ¿Qué iban a hacer con el marionetista? Los exámenes chunin empezarían en poco más de una semana lo que significaba que la delegación del país del Viento llegaría cualquier día de esos a la aldea. Los pequeños en el vientre de Tenten no se habían dejado ver bien para revelar su sexo en la ecografía del quinto mes sin importar en donde pusiera Tsunade el transductor, y fue hasta la del sexto en la que finalmente se notó que iban a tener era gemelos fraternos y no idénticos como lo había sido su padre, y eso lo podían saber porque uno de ellos era una niña, tal y como él siempre había sabido, y el otro un niño.

Una cita, si es un niño vas a tener una cita conmigo, si es una niña no volveré a decir nada le daba vueltas a las condiciones pues el resultado para cada opción era muy claro en caso de ser uno u otro pero ¿un niño y una niña?

- Declararemos nula la apuesta — concluyó finalmente — tú no cumples tu parte y él sí cumple lo de dejarte en paz

- ¿Crees que acepte?

- No tiene otra opción, no puedes estar considerando en serio tener una cita con él — ella solo sonrió

- Neji, confía en mí — se empezó a reír suavemente — estoy por cumplir siete meses de embarazo, no tengo ningún plan secreto para fugarme con él

- Confío en ti — había tenido que aprender a hacerlo años atrás en las misiones, sobretodo porque ella conocía el punto ciego de su byakugan — pero no me pidas que confíe en él

- Bien, bien — ella se estiró un poco en la mesa para rozar sus labios — no es algo por lo que vayamos a discutir

Él le dio otro tierno beso y después de eso se quedaron en silencio terminando de desayunar. Neji ya estaba listo así que organizó rápidamente lo que estaba pendiente en la cocina y se despidió de la castaña, quien por la forma en que estaba vestida mostraba poco interés en dar un solo paso hacia la salida de la casa ese día. Bueno, corrección, ella se acercó a la puerta pero para darle un último beso antes que se fuera y de paso dejar entrar a Hinata que acababa de llegar.

La presencia de su prima en la casa ya no era completamente necesaria, o al menos no como lo había sido en los meses que duró la perdida repentina de chacra, pues los bebés por fin habían dejado de hacerlo y de hecho este tampoco fluctuaba como lo había hecho al principio del embarazo. Pero teniendo en cuenta que su prima no solía tener misiones asignadas y no le gustaba que Tenten se la pasara tanto tiempo encerrada y sola en la casa había hablado con ambas para que se siguieran haciendo compañía.

Una vez Neji cruzó la puerta ella se sentó en el sofá y tomó el libro que solía tener allí

- De... deberías cambiarte de ropa, te la pasas todos los días en pijama — ella parpadeó sin poder creer lo que acababa de escuchar

- Hinata, dos cositas — estaba intentando controlar su voz — la primera ¡ESTO NO ES UNA PIJAMA! Es mi ropa de estar en casa — y era muy cómodo — y la segunda ¡SON LAS OCHO DE LA MAÑANA! — bueno, había fallado en lo de no gritar, ¿cuál era el problema con su forma de vestir?

- Lo sé — la peliazul no parecía afectada por su respuesta — pero hoy vamos a salir

- ¿Vamos? ¿Y exactamente a qué o quiénes te refieres con "vamos"?

- A ti y a mí, hoy vamos a ir de compras

- Y se puede saber ¿con quién consultaste si voy a salir? — ella pareció dudar ante su molestia

Consecuencias (NejiTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora