El precio de los errores

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¡Maldita sea! ¿Desde cuándo Hiashi lo buscaba en persona para darle algún recado? ¿Por qué tenía que haber abierto la puerta de su habitación justo en ese momento? Si hubiera llegado 10 minutos después no habría encontrado esa escena y no estaría en el problema que sabía que le esperaba. Pero es que no podía explicar porque era tan débil ante ella, porqué se había vuelto a dejar llevar de esa forma ¿Y ahora qué iba a hacer? ¿Qué le iba a decir a Tenten? Porque seguramente iba a empezar por preguntarle el motivo para ocultarle lo que había ocurrido la primera vez y también el motivo para haberlo hecho ¿Por qué lo había hecho? Y lo que era peor, probablemente le preguntaría el porqué de volverlo a hacer y no tenía ni idea qué le iba a contestar a ninguno de esos interrogantes. Aunque tenía un asunto un poco más próximo y era el patriarca, no podía negarle lo que había visto pues la escena era perfectamente clara y diciente, además que ya habían tenido una conversación al respecto, tanto a que la castaña no sería aprobada como al no tener relaciones hasta que se casara ¿Por qué no había logrado controlarse y no ceder a lo que ella pedía?

Inhaló profundo antes de golpear la puerta del despacho, Hiashi se hizo a un lado para que pasara y en el preciso instante que la puerta volvió a cerrarse sintió el impacto en su mejilla, lo había abofeteado

- ¿Cómo te atreves a insultar mi casa de ese modo? Creí ser perfectamente claro contigo

- ¿Insultar? ¿Por qué es un insulto lo que hice?

- No vengas a intentar excusarte

- Es que no lo entiendo, ¿cuántas veces ha insultado usted la casa Hiashi-sama? ¿O la concepción de Hinata y Hanabi no fue un insulto parecido? — otra bofetada fue su respuesta, sí, había sido insubordinado en sus palabras y lo empeoraría todo

- No te atrevas a hablarme de ese modo, mis hijas fueron concebidas cuando ya estaba casado y mi esposa llegó pura a mi lecho — una sonrisa desagradable se pintó en su rostro — no como esa zorra con la que te estabas revolcando, que era evidente que esa no era su primera vez

- Hiashi-sama, usted podrá ser el líder del Clan pero aun así no le permito que hable de ese modo de Tenten

- Así que esta vez sí la defiendes, solo porque se acostó contigo, porque te prestó su cuerpo por un rato — un sonido despectivo sonó — no sabes a cuantos hombres más les ha prestado su cuerpo, no puedes ser tan ingenuo de creer que eso significó algo para ella

- Sé exactamente con cuántos hombres ha estado — y la respuesta era uno, él — y sé lo que significa para ella pues es lo mismo que significa para mí

- Así que te admitió con cuántos ha estado, nada mal para una cualquiera llevar la cuenta — podía sentir la molestia recorrerlo por completo, pudo ver su mano levantarse en una señal de activar el sello si intentaba atacarlo como estaba pensando — ¿cómo te atreviste a mentirme? Habías afirmado no pretenderla y te dejé muy claro que ella jamás será aceptada por el consejo, con lo que los descubrí haciendo lo confirmaste — la mano no había descendido — lárgate — su voz destilaba odio — ¿quieres desafiar nuestras normas? Perfecto, quedas expulsado de aquí. Tienes una semana para recoger tus cosas y desaparecer de la propiedad, ya no eres bienvenido

- Entendido Hiashi-sama, lamento haberlo ofendido — dijo la disculpa más por costumbre que porque realmente lo sintiera

Salió del despacho ¿Y ahora qué hacía? Tenía que solucionar lo de su vivienda y lo de hablar con la castaña, pero una cosa a la vez, primero su vivienda pues de ser posible no pensaba pasar la noche en ese lugar, en cualquier momento el patriarca cambiaría de opinión y decidiría que no podía perder su dominio sobre él, así que tenía que alejarse. En ese orden de ideas se presentó a la oficina de Tsunade.

Consecuencias (NejiTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora