ᴘ s ʏ ᴄ ʜ ᴏ; ʜᴡᴀɴɢ ʜʏᴜɴᴊɪɴ

ᴇ ɪ ɢ ʜ ᴛ ᴇ ᴇ ɴ

ᴘ s ʏ ᴄ ʜ ᴏ

Sᴇᴏᴜʟ, Sᴏᴜᴛʜ Kᴏʀᴇᴀ

Habíamos pasado con tranquilidad el Año Nuevo volviéndonos a reunir en casa de Chan junto a nuestros demás amigos y cuando menos lo acordamos ya estábamos a mediados de Enero. Faltaban un par de semanas para el cumpleaños de JeongIn, habíamos estado hablando sobre aquel importante festejo y lo necesario que era realizar una fiesta en la cual lanzaríamos la casa por la ventana.

Había tenido otras cuantas discusiones más con Hyunjin, estaba bastante extraño y ahora su mejor amigo era su celular. Apenas le llegaba un mensaje y corría hasta el como si no quisiera que yo lo tomase. Esto claramente había desencadenado mi gran desconfianza y sus excusas cada vez eran más absurdas que la anterior. No era para nada insegura pero hasta había llegado al punto de revisar su ropa y ver si podía percibir algún olor que me indicara que me estaba engañando pero jamás vi algo extraño más que su actitud. Tampoco llegaba tarde o algo por el estilo así que eso lograba tranquilizarme.

Normalmente me mantenía ocupada para no pensar en eso, aparte de organizar la fiesta de Innie también habíamos comenzado a decorar la habitación que sería de nuestra pequeña bebé, aún faltaban aproximadamente tres meses pero podrían pasarse volando, justo como los anteriores. Ese día, por la tarde llego Hyunjin, comieron como todos los días para luego de tomar una ducha recostarse sobre su cómoda cama.

Aunque me costara un poco admitirlo, nuestra vida de había convertido en mera rutina. No era algo que me molestara pero sentía que convivíamos muy poco y la mayoría del tiempo cada quien se la pasaba metido en sus propios asuntos, hacíamos cosas juntos pero eran muy pocas a comparación de antes. Probablemente mis hormonas alborotadas hacían que cualquier problema me pareciera mas grande de lo que era y Hwang cada vez tenia menos paciencia.

Justo cuando estaba por quedarme dormida, mi celular sonó indicándome que una llamada estaba entrando. Hyunjin ya estaba dormido así que al escucharlo se volteo y se tapo el rostro con la almohada que estaba debajo de él. Sin más, tome el aparato para no hacer esperar mas a la persona y así callar el fuerte sonido proveniente de él.

— ¿Hola?— Dije con mi voz adormecida, el identificador de llamadas me indico que era mi adorada amiga Yuqi. — ¿Yuqi?— Hyunjin se removió en la cama así que salí de la habitación para poder hablar libremente.

— Siento despertarte pero quería recordarte que mañana iremos a ver el lugar donde será la fiesta de Yang— Menciono, yo suspire, claro que lo recordaba y no podía creer que para eso me hubiera despertado. Me recosté en el sillón y Kkami de inmediato se subió sobre mis piernas.

— ¿Para eso llamaste? Pudiste haberme dejado un mensaje, ahora me será imposible retomar mi sueño.

— Nunca ves mis mensajes— Dijo, sonreí ya que me la podía imaginar haciendo un pequeño puchero.