"Ya no te puedo soltar"

Capítulo 11 "Sospechas"

Aeropuerto de Bogotá/ 11:30 AM.

La familia ya había llegado, estaban algo distantes todos excepto Mariana y Cristina que no estaban inmersas en los desastres que habían acontecido los días anteriores. Adelaida junto con las niñas se despidieron de Vicente y Jennifer y se montaron en un taxi para llegar a casa a disfrutar lo que quedaba del día, Jennifer por otra lado ignoro a Vicente para irse a su casa sin su compañía.

-Vicente: Jenn, permíteme acompañarte a tu departamento y hablábamos allá. -La sujeta del brazo con brusquedad a lo que Jennifer voltea y le clava la mira sin pronunciar palabra, Vicente la suelta y ella coje y monta el taxi.

Casa de Adelaida Bogotá/ 12:15 PM.

Entraron todas de golpe, haciendo bullicio con sus risas, el sonido de las llantas de sus maletas arrastrándose en el mármol y ladridos de Iván René, inmediatamente Don José y Magnolia aparecieron en la entrada al escuchar el bullicio.

-D. José: ¡Hola! ¡Buenas tardes! Señora Adelaida, niñas.-Se acercó y cogió las maletas de las niñas.

-Magnolia: Señora, niñas no las esperábamos tan pronto, muy buenos días.- Cogió la maleta.

-D. José: Es verdad ¿Porqué no nos avisó señora Adelaida? Yo las hubiera ido a recoger con gusto y no cojian taxi.- Comentó.

-Adelaida: No, no, no se preocupe Don José, no quería molestarlo- Dijo animada.

-D. José: Pero si no es molestia, lo sabe, pero dígame ¿Qué tal les fue?- Sonrió.

-Magnolia: Si, si ya las extrañaba hasta a Iván René- Rió.

-Mariana: ¡Uy! De maravilla Magnolia, yo también los extrañé a ambos.- Sonrió bastante animada.

-Cristina: Si, si fue un viaje fantástico, tenemos que regresar ¿Cierto mami? -Volteo a verla con una sonrisa amplia.

-Adelaida: Claro mi amor- sonrió.

-Cristina: Les trajimos unos regalos, recuerdos de Cartagena. -Buscó en una mochila que colgaba en su costado.

-D. José: ¡Ay, pequeñas! No sé hubieran molestado.- Se le aguaron los ojos.

-Magnolia: Muchísimas gracias mis niñas. -Sonrió con un poco de nostalgia.

-Adelaida: Es poco para lo que se merecen por estar siempre pendientes de nosotras, pero les tengo una propuesta cuadraré unas cosas en la oficina para que tengan un par de vacaciones... Sé que es poco pero irán aumentando.- Sonrió.

-Magnolia: ¡Muchísimas gracias!- Sonrió y tomo la mano de su esposo.

-D. José: 2 semanas son perfectas, muchísimas gracias señora Adelaida. -Dijo amablemente y conteniendo las lágrimas.

Adelaida siempre fue bastante amable con ellos, sus empleados de servicio, jamás les faltó al respeto, no abusaba de sus servicios, nunca se refirió a ellos como la "servidumbre" y siempre los trató como sus iguales es por eso que tenían un gran aprecio y no solo por ella si no por toda la familia, y ellos formaban en cierta forma, parte de ella.

C.A.S.E Cartagena/ 12:30 PM

~Llamada telefónica~

R: Y... Y eso fue lo que sucedió mija...
C: Cristóbal... si que está berraco.
R: Pues si... Yo hablaré con ella.
C: ¿Por teléfono? No propio eso no se resuelve por teléfono, vea.
R: No, no, no ¿Usted me cree pendejo? Voy a ir hasta la puerta de su casa mija, esto solo fue un mal entendido.
C: ¿Que? ¿Hasta Bogotá? Que está pensando Cristóbal.
R: En ella mija, pienso en ella, si no la podía dejar de pensar en todos estos años, ahora, ahora me es imposible.
C: ¿Y que va hacer con el caso, ah? Está en proceso Rivas.
R: Solo iré de entrada por salida, además ya compré mi boleto para mañana en la noche y regreso al día siguiente en la mañana.
C: Cristóbal, espero que todo esto salga bien, sabe yo lo aprecio demasiado y espero que ella se lo merezca.
R: ¿Cómo dice eso, mija? La cosa es al revés ¿Yo la merezco?
C: Cristóbal no diga bobadas, usted es alguien maravilloso y que merece sobre todas las cosas ser feliz, solo digo que encuentre esa felicidad y que no me lo lastimé... Otra vez.
R: Con ella soy feliz, vea cuando la vi, mija, cuando la vi me sentí vivo otra vez, ella es mi tierra, ella me trae de regreso y quiero que lo sepa.
C: Si que está enamorado, pues todas mis bendiciones para usted Cristóbal, me cuenta que es lo pasa.
R: Por supuesto que sí mija, la tengo que dejar ya me atrase en el trabajo.
C: Si, si propio no se preocupe.
R: Mija...
C: Dígame.
R: La quiero y gracias.
C: Chao.