"Ya no te puedo soltar"

Capítulo 10 "Regreso a Bogotá"

Playa Bolívar/ 8:29 pm

Rivas revisaba su reloj de la muñeca cuando sintió unas frías manos sobre sus ojos que venían de detrás de él y que le impedían ver.

-Rivas: ¿Adelaida? -Tocó las manos.

-¿?: *SHHHH*

"Ella" movió su cuerpo hacia enfrente sin dejar de cegar a Rivas, y sentandose sobre sus piernas quedando cara a cara, Rivas dejo caer el ramo de rosas a un lado de la silla y colocó sus manos en las caderas de ¿Ella?... La mujer misteriosa acercó su rostro al de Rivas fundiendose en un beso, que continuo en un ritmo lento pero pasional... ¿Quién era?

Departamento de Rivas Cartagena/ 7:30 am.

Rivas había despertado desde hace ya 45 minutos pero no le apetecía levantarse lo que había ocurrido la noche anterior lo tenía pensativo y un tanto triste...

*Adelaida no llego a la cita... No sé qué ocurrió, aunque creo que fue lo mejor, no presenció tan desagradable escena, ahhh!, No sé si debería ir a su habitación, no quisiera irrespetar su espacio, no creo que quiera que sus hijas me vean, mucho menos ellas a mi... O el señor León...* Pensó.

... ¿Que es lo que había ocurrido?...

Hotel Cartagena Altamar/ 7:30 AM

Adelaida se encontraba dándose un último chapuzón en la tina de baño... Así es, el último, partían en hora y media. Adelaida estaba como inerte sumergida en el agua tibia, con solo parte de su rostro a la intemperie, lo único que escuchaba era el sonido del goteo excesivo, una y otra vez.

*¿Pero porque me pongo así? ¿Son ... Celos? No, no, no puede ser... ¡AHHH! Simplemente me iré, me alegra que este bien, me alegro demasiado verlo y sentirlo cerca por lo menos un instante... Pero eso es todo, es todo lo que obtuve y obtendré de Cartagena... ¿Porqué no me dijo?* Pensó.

Flashback.

Adelaida iba muy contenta acercándose hacia donde Cristóbal se encontraba, iba decidida a confesarle lo que sentía, lo que nunca dejo de sentir, no quería esperar más pues a la mañana siguiente partía de regreso a Bogotá, le sudaban las manos, su corazón se le quería salir del pecho, pero cuál fue su sorpresa al estar a un par de metros del asiento que él ocupaba... Adelaida quedó boquiabierta, cerro el puño y sus ojos se cristalizaron, quería que un abismo se abriera justo debajo de sus pies y la arena se la tragara sin dejar huella alguna.
Rivas estaba sentado, sin embargo no solo una mujer pelirroja, estaba postrada sobre él, besándolo de una manera tan pasional que le revolvió el estómago.

*Esa... Mujer... ¿Que está haciendo sobre Cristóbal? ¡Mi Cristóbal! ¿Quien es? Pensó*

Quería gritar y tomarla de su larga cabellera de vikinga y quitarla de su hombre... Pero al parecer no era del todo "suyo" goteó un poco de sus saladas lágrimas sobre la blanca arena y se dió vuelta, no quiso preguntar, ni armar ningún escándalo de ningún tipo, ni siquiera se sentía con el derecho de reclamar algo, fue a su habitación y se recostó, ni siquiera se quitó la ropa.

Salió abruptamente de sus pensamientos pues el goteo se volvió más fuerte, se dió cuenta que no era el goteo si no el golpeteo de la puerta.

-Jennifer: ¡Adelaida! ¿Estás ahí? -Golpeo una vez más.

-Adelaida: Sigo viva, ya salgo. -Rapidamente salió de la tina y tomo su bata dejando un rastro de agua a su paso.

Se vio al espejo, se le notaba un poco de decepción en sus ojos, se seco el cabello con otra toalla y comenzó a vestirse, el calor de Cartagena era presente a cualquier hora del día, pero ya partían para Bogotá dónde el frío se manifestaba de la misma manera, se colocó unos jeans azules con unos "flats" negros y una blusa ligera de tirantes, sin dejar de lado una sudadera para cuando arribarán al aeropuerto de Bogotá.
Salió del baño no sin antes dejarlo como lo habían encontrado, su maleta ya estaba empacada desde anoche, desde que llegó de la playa empacó absolutamente todo.