Capítulo 13 "Si estoy aquí es por usted." Part. I

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Avión 9:45 PM

Rivas tenía los ojos abiertos como si asustado estuviera, en realidad no quería dormirse el viaje de Cartagena a Bogotá era de tan solo 1 hora o 1 hora y 45 minutos exagerado, saco su celular para ver la hora.

-Rivas: Mierda, olvidé cargar mi celular, bien en cuanto llegue al hotel lo conectaré.- Dijo presionado el botón de encendido de éste.

Ya solo faltaban unos cuantos minutos para aterrizar.

Narrativa. Rivas.

Sentía como el corazón se me quería salir del tórax, siempre que veía o sabía que iba a verla me pasaba lo mismo, incluso antes de conocerla, si es bastante raro pero aquella noche que tuve que ir a la casa de los León tuve esta misma sensación nunca me había puesto nervioso con nada ni nadie, después de mi esposa.
Pero al entrar y verla ahí parada con determinación y dispuesta a todo, mi corazón se aceleró, no pude evitar no mirarla y apreciar lo bella que era... Y así me siento ahora, como un adolescente que va salir por primera vez con la chica que le gusta. Ante ella me siento como si pudiese hacer lo que sea conmigo y yo siempre la miraré con amor, pero también me hace sentir tan centrado, tan vivo, ella esa luz que desapareció el día que mi hija y mi esposa dejaron este mundo para nunca volver.

Casa de Adelaida 10:00 PM

Abrió la puerta y se sorprendió.

-Adelaida: Hola... ¿Que haces aquí?- Dijo sería.

-Vicente: Hola... Necesito hablar contigo, si es que quieres claro.- Bajo la mirada.

-Adelaida: Mmm, claro pasa.- Cerro la puerta al acto.- ¿Y de que quieres hablar?- Cruzó los brazos.

-Vicente: ¿Podemos sentarnos?- Señaló a la cocina.

-Adelaida: Si, si vamos.- tomaron asiento.- ¿Y bien? ¿Que sucede?.-

-Vicente: Jennifer no quiere hablar conmigo, ayúdame no sé qué hacer.- Se tomó la cara entre las manos.

-Adelaida: Tranquilo, haber... ¿Que le haz dicho?- Preguntó curiosa.

-Vicente: Bueno... Le estado llamando...- Dijo avergonzado pues sabía que esa no era la manera.

-Adelaida: ¿Y tú crees que eso sirve? Por Dios Vicente, ve a su casa y háblalo ¿Acaso no te importa? ¿No la quieres? Ya no eres un adolescente que no sabe lo que quiere, eres un hombre adulto, pilas.- Dijo alzando la voz.

-Vicente: Lo sé, lo sé soy un imbécil, pero, no sé cómo comportarme con ella, me siento tan inexperto.- Comentó algo exaltado.

-Adelaida: ¿La quieres?- Lo miró fijo a los ojos.

-Vicente: Si, yo la quiero, la adoro.- Hablo con ternura.

-Adelaida: ¿Entonces? Ve a por ella, discúlpate, no puedes negar lo que sucedió pero estabas confundido eso fue.- sonrió.

-Vicente: ¿Y si no es así?.- Preguntó con una leve angustia.

-Adelaida: ¿A qué te refieres Vicente?- Preguntó extrañada.

-Vicente: ¿Y si no fue porque estaba confundido?.-

-Adelaida: Bobadas, tú y yo no tenemos nada desde hace años y va a seguir siendo así, sencillo.- Dijo nerviosa.

-Vicente: Adelaida... ¿Tú ya no sientes nada por mi?- La miró a los ojos.

-Adelaida: Claro que si, te tengo un profundo respeto y cariño.- Sonrió.

"Ya no te puedo soltar"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora