Aeropuerto Bogotá/ 6:44 PM
Rivas junto con su equipo llegaron al aeropuerto nacional, el equipo y el mismo Rivas seguían distantes y extraños después de lo sucedido y no era de extrañar, habían aprendido al hampón, pero ¿A qué costo?
Distraídamente Rivas, miró a cada uno de los que estaban con él, no parecía que quisieran continuar, por lo menos no hoy y lo entendía.
— Tomense el día libre de mañana, llevaré el reporte a la fiscalía y yo mismo me retiraré ¿Bien?— Todos miraron a Rivas con confusión. Nunca había faltado o pospuesto algo como esto, pero perder a un miembro del equipo y traer herido a otro, era una excepción válida.
Todos asintieron y Rivas les dió una palmada tranquilizadora antes de verlos ir en distintos caminos.
Hacía la fiscalía, Rivas revisó su celular, quería llamarla y decirle que todo estaba bien, que él estaba bien y la necesitaba pero se detuvo cuando el taxi aparcó.
—¿Que te trae a estas horas Rivas? Espero que noticias buenas.— Dijo la fiscal distraídamente.
—No. Aquí está el reporte.— Tomó la carpeta y la colocó sobre su escritorio. Ella lo tomó y lo hojeo arqueando la ceja de vez en cuando.
—Fué un operativo... escandaloso por no decir, un desastre.— Dijo en tono de molestia.
—Lo sé, mi equipo se tomará el día de mañana.— Antes de que pudiera cabrearse más se dió la vuelta.
Salió al aire algo tibio de Cartagena, las olas se oían a lo lejos junto con el ruido de autos y algún vallenato cerca. Respiró profundamente el aire fresco, el aire marítimo y reviso la hora en su reloj de la muñeca. 7:00 PM en punto.
Caminó rápidamente y cogió otro taxi.
—¿A dónde va?— Pregunto el taxista después de saludarlo cortésmente.
—Al aeropuerto por favor.— El taxista asintió y arrancó el auto.
Casa de Adelaida/ Bogotá. 9:05 PM
Adelaida miraba su celular, ¿Era una hora prudente para llamar? No lo sabía en realidad, no estaba familiarizada con todas las cosas que hacía un detective en realidad, tal vez si un poco, ya tenía su propia experiencia y se sentía frustrada por no poder tomar una decisión sobre llamar o llamar. ¡Era tan difícil!
Bufó y se dejó caer sobre su sofá con la almohada sobre el rostro, tal vez mañana, si, mañana sería mejor... eso quería pensar. ¡Cómo iba a saberlo si no tenía noticias de él! Ok, debía relajarse y dormir. Justo cuando se levantó el timbre sonó, se detuvo un momento pensando rápidamente si sería buena idea abrir, en realidad no quería visitas ahora, no es que quisiera ser grosera pero quería dejar de pensar y eso sería durmiendo, ya.
Estaba a unos pasos de sus escaleras pero decidió desviarse y abrir la puerta. Y ahí estaba él, perfectamente bien, entero, parado al otro lado de su puerta con una sonrisa en su rostro y un poco agitado ¿Había corrido? No hubo tiempo para preguntas, él la atrajo hacía su cuerpo y la abrazo con fuerza, posteriormente la besó amorosamente en los labios.
—Estas bien.— Susurró Adelaida al sentirlo cerca, por un momento dudó si esto no era producto de su imaginación.—Pero, ¿Que haces acá? ¿Está todo bien?— Tomó su rostro entre sus manos y lo observó, se veía tranquilo.
—Tenía que verte, necesitaba verte.— Sonrió apenado, Adelaida acarició su mejilla y él se inclinó al toque.
—Me alegra de que estés aquí, entra por favor.— Lo tomó de la mano y lo llevo hasta su sofá dónde se sentaron tomados de la mano.
Rivas no sabía cómo proseguir con la información que tenía que darle, más bien quería. Quería poder contarle todo, quería, necesitaba poder decirle cómo se sentía allá y como se asustó de no poder regresar el día de hoy... ¿Eso la alejaría de él, nuevamente? ¿Llegarían a la misma conclusión de hace unos años? ¿Debían caminar por caminos distintos? Eso era lo que más lo asustaba, la amaba, la ha amado desde hace años y la idea de tener que dejar las cosas aquí, nuevamente sin concluir era algo que no quería soportar y para ser sinceros, no cree poder.
Necesito dejarse llevar por este amor tan maravilloso que sentía y soltarlo, y decirle y abrirse pero ¿Cómo? No era fácil, nunca fué fácil para él.
Adelaida acarició su muñeca con sus pulgares lo que lo atrajo y sacó de sus pensamientos.
—¿Está todo bien?— Preguntó tiernamente sin dejar de hacer círculos sobre su muñeca.
—Si- yo- bueno, no.— Suspiró y miró a Adelaida que ahora tenía una expresión de preocupación.— Tuve- tuvimos una baja en el operativo, otro resultó herido y yo mismo-— Adelaida apretó su mano y tragó un nudo doloroso al oír que había sido lastimado.— Estoy bien, el chaleco blindado hizo su trabajo.— Sonrió débilmente.—Pero, sabes... yo me asusté mucho, nunca antes lo había hecho. He sido bastante seguro y confíado durante todos estos años, nunca me había asustado un desenlace fatal para mí, no lo hacía porque no tenía por quién regresar ¿Me entiendes?— Susurró.
—Te entiendo.— Dijo Adelaida en voz baja.
—Me asusté mucho porque si algo me ocurría, no podía regresar a ti... y no quiero volver a dejarte ir.— Rivas sonrió y tomó su mano entre las suyas.— Te amo, te amo Adelaida.— Dijo antes de acercarse a ella y besarla.
Adelaida correspondió el beso de inmediato y lo tomó del rostro atrayendolo más hacía ella.
—Te amo Cristóbal, mucho.— Contestó Adelaida con una sonrisa cuando se separó de él.— Y quiero decirte que no cuestionaré tu trabajo, sé a qué te dedicas y así me enamoré de ti, de ese detective.— Rivas sonrió y besó una vez más a esa mujer que tenía enfrente.
Los besos continuaron y Rivas la atrajo aún más cerca, hasta que terminaron recostados sobre el sofá, la exploración de sus labios fué más allá siendo acompañada de pequeñas caricias.
Casa de Adelaida/ Bogotá. 8:23 AM
Rivas despertó con la luz del sol entrando por una de las ventanas, se removió en las sábanas y se dió cuenta de donde estaba exactamente así que sonrió para si mismo, a su lado podía ver los hombros desnudos de Adelaida y su rostro pacífico y tranquilo con los párpados cerrados. Se dió vuelta lentamente para poder observarla más de cerca, adoraba cada centímetro de ella, sus labios, mejillas, ojos, cabello, frente etc, etc. Venía la respiración que elevaba su pecho, se acostumbraría a esto, decidió Rivas en sus pensamientos.
Aún no podía creer todo lo que ocurrió en este tiempo, todo lo que había ocurrido hace tres años, hace tres años creyó que jamás la volvería a ver, mucho menos de esta forma, a la luz del sol matutino en sus brazos después de hacer el amor durante la mayor parte de la noche ¿Que había hecho él para merecerla? No lo sabía, pero estaba sumamente agradecido por obtener está fidelidad, este cariño, preocupación por su bienestar, amor de ella, de su Adelaida.
Estaba dispuesto a abrirse en los próximos días, tampoco quería abrumarla con sus sentimientos ahora, no había tenido tiempo de hacerlo antes o más bien no había querido, pero ahora estaba a total disposición, respondería cualquier pregunta que a ella le surgiera e incluso comenzaba a pensar en el futuro... Cristóbal no lo hacía normalmente, vivía al día, del presente y nada más, no le interesaba que podría ocurrir en el mañana, pero ahora sí que lo hacía y lo quería con ella, a su lado.
Holaaaaaa jsjsj
Hace como cincuenta años que no actualizaba esto, pero la concluiré este año si o si.
Este capítulo es corto, porque ya no me acuerdo de mi trama y si leí los últimos dos capítulos, estamos entrando en ambiente.
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"Ya no te puedo soltar"
Fanfic¿Dónde está Elisa? / Rivas y Adelaida. Si recordamos el último capítulo de ¿Dónde está Elisa?, Fue muy family friendly... Así que vamos a recrear un poco o continuar aún no lo sé jaja, además porque yo era team Rivas×Ade.): Los personajes son los mi...