Mashiho P.O.V
Me sentía extraño en un ambiente tan diferente al habitual. Esa fiesta no tenía nada que ver con las que se celebraban en el barrio. Era un ambiente completamente distinto al que no podía acostumbrarme del todo, ya que si rompía algo sabía que me iba a costar más dinero del que vale mi casa para repararlo. Y aunque me hubiera vestido con lo mejor de mi armario, seguía pareciendo un mendigo de la calle comparado a la gente de ahí.
Empecé a pensar que no debería de haber ido. A pesar de que me alegraba saber que Haruto se lo estaba pasando bien, entre lo fuera de lugar que me sentía, las pocas ganas que tenía de festejar, y mi miedo de encontrarme a Junkyu, solo podía pensar en marcharme cuanto antes. Tampoco podía beber porque había perdido piedra, papel, tijeras contra Jihoon y me había tocado ser el responsable de la noche.
- Voy al baño un momento - avisé a Haruto, que estaba entretenido charlando con Hyunsuk y sus amigos.
Ni siquiera necesitaba ir, solo quería moverme un poco y despejarme. Mi amigo ni siquiera se giró para prestarme atención, solo asintió con la cabeza como si dijera: "Muy bien, no me molestes demasiado ahora mismo". Llevábamos tantos años juntos que no era raro que nos entendiéramos sin palabras. Caminé entre la multitud, preguntando donde estaba el baño. Notaba como me miraban de manera despectiva, probablemente por mi ropa y mi poca clase. Como odiaba a los ricos.
Entonces, me encontré con la persona que menos quería ver en esa fiesta. Junkyu estaba agarrado a la puerta y aguantándose derecho con dificultades. Se había mojado la cara y tenía la frente descubierta. Era obvio que había bebido, y mucho. Tenía dos opciones: ignorarlo y fingir que no lo había visto, lo cual él no sabría teniendo en cuenta su estado, o ayudarlo. Ni siquiera lo dudé, me acerqué a él y coloqué su brazo encima de mis hombros para levantarlo. No podía dejarlo ahí solo rodeado de personas que podían aprovecharse de él. Solo ver las miradas que le habían echado algunos chavales de la sala me ponía enfermo. Lo llevé hasta una habitación vacía que parecía ser una de invitados. A saber cuántas habitaciones tenía ese castillo que su extensión no terminaba nunca.
- ¿Te encuentras bien? ¿Quieres un poco de agua? Voy a ir a buscarla - dije, pero antes de dar un paso adelante sentí como alguien tiraba de mi manga.
Junkyu tenía una expresión que no había visto nunca. Parecía un niño pequeño que había perdido a su madre en un supermercado. Era tan adorable que sentía una necesidad infrenable de protegerlo.
- No pasa nada, no me voy - le console, acariciando su pelo.
Era la primera vez que lo veía tan vulnerable y eso hacía que se me olvidara por completo el enfado que tenía hacia él por mentirme sobre su clase social. Nos sentamos en la cama y él se arrimó a mi brazo, agarrándolo con fuerza sin intención de soltarme. Olía mucho a alcohol y eso hizo que echara de menos su perfume habitual.
- Pensaba que me odiabas - dijo con un filo de voz.
- No lo hago. No podría hacerlo aunque quisiera.
- ¿No lo haces? - volvió a preguntar.
Negué con la cabeza y se tumbó hacia atrás soltando un fuerte suspiro.
- Espero que me acuerde de esto mañana. Todo me da vueltas ahora mismo.
- No deberías beber tanto.
- Gracioso que lo digas tú - se burló.
En eso tenía razón. Yo no era nadie para llamarle la atención cuando tampoco sabía controlarme con la bebida. Era suerte que esa noche estuviera completamente sobrio. Se hizo un silencio y se escuchó el fuerte ruido de la banda que tocaba abajo y los gritos de la gente pasándolo bien.
ESTÁS LEYENDO
La verdad I Mashikyu
RomanceLos recuerdos de él paseaban por su mente sin poder desaparecer, permanentemente en su cabeza. A pesar de que tampoco quería olvidarlo, tampoco iba a ser capaz jamás de reencontrarse con él, a no ser...