Capítulo 2 (2° Parte)

663 39 4
                                    

La comida pasó más rápido de lo esperado, hasta a Kate le pareció que el tiempo voló. La pequeña pelirroja se acercó a ella, y ésta se agachó a su altura.

"¿Qué pasa, Alexis?"

La niña agachó la cabeza tímidamente.

"¿Podemos...?"

Se quedó pensativa.

"¿Podemos qué? Cariño."

"¿Podemos ver una peli, los cuatro juntos?"

Volvió a agachar la cabeza.

"Por supuesto, ¿por qué no?"

Respondió Kate, con una sonrisa en su cara.

Los cuatro se sentaron en el sofá, Kate con el pequeño Richard en brazos, y Alexis y Rick a su lado. La película se estaba reproduciendo, y los dos adultos reían al ver como la pequeña se sabía todas y cada una de las frases de la película.

Minutos antes de que la película acabase, la pequeña se quedó dormida; y el teléfono de Kate sonó, Número desconocido, ¿quién será?, pensó, y descolgó el teléfono.

"¿Hola?"

Preguntó.

"Hola, Kate."

Se quedó pálida.

"Veo que ya sabes quien soy."

Se quedó boquiabierta, no sabía que decir.

"D... Demming. ¿Q... Qué quieres?"

Preguntó al final.

"Sabes perfectamente lo que quiero, Kate, ¿o no?"

Dijo, soltando una carcajada.

"No, Demming, no vas a salirte con la tuya, no esta vez."

Soltó, con tono amenazador.

"Uy, si que lo voy a hacer."

Le dijo. Sonaba convincente. Kate tuvo miedo.

"No tienes derecho a acercarte a mí, ni a mi hijo."

Dijo, algo asustada.

"Nuestro, Kate, nuestro hijo."

Rick la miró preocupado. Iba a hacer una pregunta, pero Kate le alzó el dedo, en modo de espera.

"No tienes derecho, es MI hijo, mío. Renunciaste a él en cuanto te lo dije, y ahora no hay vuelta atrás."

Seguidamente colgó, y dejó el móvil en la mesa. Estaba enfadada, y mucho, lo que Demming les había hecho no estaba bien, y tenía que demostrarlo, de algún modo. Ya puso denuncia, pero no habían suficientes pruebas.

"¿Qué pasa, Kate?"

Preguntó Rick, algo preocupado.

"Nada, tranquilo."

Dijo, haciendo el amago de una sonrisa.

"Está bien."

Concluyó él.

"Vaya, parece que la película ya se ha acabado."

Comentó Kate.

"Sí, eso parece, y esta pequeñaja sigue durmiendo."

Sonrió Rick, acariciando la cabeza de su hija. La pequeña se removió en sus brazos, y, abrió, poco a poco, sus ojos.

"Hola, papi."

360 GRADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora